Está claro que CEREBRAL EFFUSION han optado por cambiar de rumbo dentro de su orientación Brutal Death y se han "brutalizado" aún más en todos los aspectos. ¿Es eso posible? Pues sí, y sin que tal frase sea una redundancia, es decir, que no se trata sólo de que hayan intensificado su estilo en general, sino que hay un cambio claro en todos los elementos de su música.
De entrada, la producción es infinitamente más oscura que en sus dos anteriores discos: el sonido es crudo, las guitarras son más crujientes que afiladas, el bajo suena profundo pero, por desgracia, tanto que apenas se distingue. En realidad todo suena tan oscuro que se les ha ido de las manos y resulta confuso, hay una especie de bola sónica en la que cuesta adivinar qué está pasando. La voz, por ejemplo, se ha vuelto más gutural y cavernosa, pero suena difusa, más que gruñir retumba, y la batería se pierde en la mezcla y lo único que destaca es la caja, que tiene un sonido más agudo que en anteriores discos, como más a lata. En general todo está llevado a los extremos: lo grave suena más grave y lo agudo más agudo, y así con todo.
Por ejemplo, las líneas vocales han abandonado esos patrones rítmicos más marcados que tenían antes y que se hacían tan amenos, y ahora son bastante más imprecisas, como una especie de ruido prolongado y más o menos informe. Los riffs resultan casi ininteligibles la mayor parte de las veces, aunque cabe la posibilidad de que sea a causa del sonido (pero en todo caso no le veo mucho sentido a tener que hacer esfuerzos para distinguir las notas). Por otra parte, han abandonado los riffs de inspiración CANNIBAL CORPSE, más técnicos y con más florituras, trémolos, progresiones... y lo que hay ahora es mucho palm-mute, notas muy próximas unas a otras y poco recorrido por las distintas escalas, de modo que todos los riffs se acaban pareciendo más de la cuenta. Y, de rebote, se han quedado en la cuneta las dobles armonías que ocasionalmente usaban antes en algunos temas.
El aspecto rítmico también ha perdido variedad e imaginación, ya que lo dicho antes sobre la voz vale en cierta manera para los riffs, que en general van a piñón fijo todo el rato y apenas ofrecen alternativas ni otros diseños. Y el tempo de los distintos temas oscila entre la velocidad extrema y unas partes muchísimo más pesadas que en sus dos primeros discos. Lo dicho, todo está llevado al extremo: lo rápido más rápido si es que era posible, y lo pesado ultra-pesado. Hasta la duración de los temas cumple este planteamiento, ya que antes rondaban los tres minutos –muchos no llegaban- y ahora sólo hay uno que baje de los cuatro minutos y por poco (3:51), pero a menudo están estirados artificialmente a base de repetir y repetir el riff final (y los dos últimos minutos del último tema no incluyen música, así que no dura los 6:49 que parece prometer).
El resultado es que ya no suenan a una especie de SEVERE TORTURE con voz más gutural, sino a otros tantos grupos de Texas y compañeros de sello (Comatose), a DISGORGE (USA), a DEVOURMENT sin sus partes Slam o a los primeros FERMENTO, pero con menos gracia porque, al fin y al cabo, están a la estela de todos ellos y no han inventado nada ni les sale con la naturalidad apropiada. No se trata de que hayan cambiado o no de estilo, acción siempre legítima, sino de que el resultado es machacón, monótono y lineal y de que han perdido variedad, frescura, inmediatez… y eso que nunca habían destacado por su originalidad, pero lo que hacían lo hacían muy bien y, de paso, con más credibilidad que ahora.
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