¿Estos tíos son belgas? Al parecer sí, pero suenan completamente a grupo holandés, en la línea de bandas como DISAVOWED, PYAEMIA, ARSEBREED y los últimos PROSTITUTE DISFIGUREMENT. De hecho, parecen un pseudo-clon de lo mejor de los tres primeros, pero dicho esto sin desmerecer en absoluto sus méritos, sencillamente como una garantía de calidad. Las referencias son clarísimas y constantes a lo largo de todos los temas, pero no me atrevería a decir ni por asomo que copian a ninguno de los mencionados, sino, más bien, que han sintetizado lo mejor de esas influencias y han parido un disco impresionante y a la vez personal. Después de 10 años de existencia, dos Demos y un Split, en este primer disco completo se aprecia una madurez a todas luces admirable.
DISAVOWED, una y otra vez, es lo que más viene a la cabeza escuchando esta apisonadora sin tregua. Pero LEPTOTRICHIA presentan una ventaja sobre los holandeses, y es que no padecen su exceso de técnica y los temas logran respirar, aun siendo endiablados y estando cargados de notas por un tubo. Lo que en aquellos era acumulación de virtuosismo instrumental hasta resultar asfixiante –sobre todo en su segundo disco- aquí está dosificado con oportunos cambios de ritmo y con riffs de inspiración clásica cuya sencillez aligera el conjunto y lo hace digerible. Y ahí es donde más se nota la influencia de PROSTITUTE DISFIGUREMENT, en esos ocasionales riffs más básicos y simples, con pocas notas, a veces hasta con un mínimo guiño melódico, aunque sin llegar a sonar tan Old-School.
La combinación de voz gutural y voz chillona también recuerda a algunas audacias de los grupos mencionados, pero aquí está explotada con mayor empeño y en más ocasiones, y así evitan la monotonía que en este aspecto se les podía achacar a todos los grupos mencionados. También la variedad rítmica es más que notable, y aunque los blasts están omnipresentes y son la base de todos los temas, siempre alternan con otros ritmos, casi todos rápidos pero también algunos cercanos al medio tiempo (nunca ritmos pesados ni breakdowns ni slamming).
Aquí lo que hay es técnica a raudales, agresividad desatada, una producción cortante como el acero, montones de pasajes memorables y pegadizos… Una ametralladora continua de riffs y más riffs en medio de una permanente violencia sonora. Un disco devastador, sorprendente y altísimamente recomendado.
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