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También aparecen
numerosos pasajes técnicos donde las guitarras solistas se exhiben
impúdicamente al estilo de los renovados SEVERED SAVIOR o DECREPIT BIRTH, es
decir, a base de arpegios, frases agudas, pequeños leads, solos en toda regla,
siempre con una fuerte dosis de virtuosismo instrumental. Junto a estos devaneos,
en general un tanto bruscos, hay otras varias “interrupciones”, fundamentalmente
parones repentinos y cambios de ritmo, e incluso algún momento jazzístico u
orquestal, aunque aislados ambos. La batería suena artificial, demasiado robótica,
y en cuanto a ejecución tampoco puede decirse que haga nada especial o siquiera
que esté a la altura de los demás instrumentos. Y la voz, por su parte, se
convierte en la encargada de mantener el espíritu del Death Metal esencial y de
no dejar que la identidad sonora se pierda del todo: es la voz tenebrosa clásica,
sin guturales infrahumanos,
sólo alternada con ocasionales gruñidos más ásperos, y mientras que en otros
discos una inflexión tan poco variada peca de monótona, aquí cumple la función
de equilibrar el eclecticismo de la música y de dotar al conjunto de cierta
unidad.
La producción es superior
a la del debut “Riot of sacrificers”, salvo por el mencionado sonido de
batería, en general es más rica, más potente y todo tiene más cuerpo y más
presencia. Aquel debut, por cierto, vio la luz a través del sello ruso Coyote
Records, y ahora han mirado nada menos que a Australia para confiarles la
publicación y distribución de su sucesor, dando lugar a un curioso triángulo
geográfico y cultural de relaciones editoriales. La temática del álbum es conceptual,
y el título de “World of phobia” sirve también como título de la intro y como
título del menú que seguidamente despliegan: “Anthropophobia”, “Tyrannophobia”,
“Homophobia”, “Eremophobia”, “Panophobia”, “Hypnophobia”, “Phonophobia” y “Algophobia”.
El penúltimo de estos ocho temas es instrumental, como la intro, y sigue la
misma línea de Death clásico, tecnicismo, ritmos cambiantes y solos incisivos,
en un estilo que nuevamente recuerda bastante a IMMOLATION. Sólo falta saber si
este parecido es una confluencia espontánea de identidades o si es un paso más
en un camino hacia no se sabe bien dónde.
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