GUTTURAL SECRETE lo
dejaron poco después de sacar este disco, de forma repentina e inexplicable. O
habrá una explicación, pero yo no la conozco. Y digo repentina porque habían
tardado siete años en volver a editar un álbum completo después de haber dejado
el listón altísimo con su primer EP y su debut en larga duración “Reek of
pubescent despoilment“, luego sacan esta maravilla y al cabo de cuatro meses
adiós muy buenas. Eso sí, se despidieron haciendo lo que mejor se les daba, un
Brutal Death en el extremo de la complicación y el retorcimiento pero sin
llegar a lo que hoy día asumimos como Tech-Death (filigranas, arpegios, escalas
y todo tipo de gimnasia instrumental): no, esto era brutalidad llevada al
paroxismo de la complejidad y la precisión, pero no necesariamente de la
técnica, o no siempre, o no sólo. Barroquismo y guturalidad unidos allí donde se
encuentran PATHOLOGY con PSYCROPTIC, los primeros CRYPTOPSY con SPAWN OF
POSSESSION, BRODEQUIN con GORGUTS, SUFFOCATION con THE FACELESS… Un estilo que,
pasando a través de otros insignes exponentes como MALIGNANCY o GORATORY, se
continúa hoy en la figura de bandas como DISMAL LAPSE, SICKENING HORROR, LECHEROUS
NOCTURNE o nuestros VERMIS ANTECESSOR.
El gran acierto de
GUTTURAL SECRETE en este su canto del cisne, igual que durante el resto de su
corta producción, fue llevar las cosas hasta un paso antes del límite, alcanzar
la cúspide y parar un momento antes de caer por el precipicio. La música
extrema lo es a base de convertir en extremo alguno de sus aspectos, o varios,
de ahí las distintas escuelas, en el caso del Brutal Death o bien por la parte
de la brutalidad o bien por el de la complejidad o bien por ambas a la vez,
pero donde grupos como BRUTUS, DEFACING o LITURGY fracasaron al caer en el
contrasentido de grabar de forma ininteligible una música tan precisa y
enrevesada, GUTTURAL SECRETE salieron siempre victoriosos. Todo se entiende y a
la vez todo es una patada en la cara. Complejidad y brutalidad garantizadas,
llevadas al extremo pero sin anularse mutuamente.
Desde luego no es la
música ideal para llevar en el coche, y en directo se suele echar a perder a
poco que el PA baje del nivel de excelso, pero en el entorno adecuado para
apreciarlo como es debido se vuelve irresistible. El disco es agresivo y es
violento, y a la vez es inasible de puro retorcido, pero no llegan a saturar al
oyente (se quedan cerca en “Truncation in detail”, título que podría servir
para describir su estilo) porque tienen la sabia precaución de descansar de vez
en cuando, intercalando amenazadoras partes lentas, ritmos pesados, voces
terroríficas, arpegios, leads… “Voyeuristic engagement”, “Deadened prior to
coitus”, “Staintless conception”, “Coprophilic asphyxia” y por supuesto el
final de “Clotting the vacant stare” levantan el pie del acelerador, o del
pedal de la picadora, lo justo para no morir víctimas de su propia exaltación.
E incluso es posible llegar a retener los temas y recordarlos, si bien en la
escucha número trescientos millones. Pero no es una música fría ni cerebral, es
Brutal Death desquiciado tocado con precisión extraterrestre, y la separación
del grupo ha sido una de las pérdidas más lamentables del panorama.
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