Tal como reza su propia biografía promocional, TRANSDIMENSIONS es un proyecto en solitario que surgió en noviembre del 2008 en la mente de Jorge Gabilondo "Ossian", un joven músico de Pamplona que ha formado y forma parte de bandas de la escena local como KITEEN NUKKUA (Power Metal sinfónico), RAISE AFTER MIDNIGHT (Death Metal) y SEKRETO DE SUMARIO (Thrash-Crossover). Influenciado por multitud de corrientes, decide crear TRANSDIMENSIONS como un proyecto musical que aglutina gran variedad de estilos basados en el Metal extremo y melódico, así como otras influencias de carácter más leve fuera del metal. Las pistas de las canciones de este EP fueron grabadas por Javier Armendáriz en su “home studio”, mientras que la grabación de las voces, así como la mezcla y la masterización, corrieron a cargo de Miguel Santamaría en los On-Off Studios de Berrioplano (Navarra). Las cuatro canciones forman parte de lo que será un disco completo que verá la luz en algún momento del 2012.
Hasta ahí la información promocional y los datos técnicos, y entrando en la reseña del contenido musical lo primero que hay que decir es que este responde a la descripción anterior: Metal variado y concebido desde perspectivas múltiples, con un claro afán de no encasillarse en ninguna tendencia y libre de la rigidez de escuelas inmóviles. Aquí hay tanto voces guturales como limpias, ritmos pesados junto a medios tempos, guitarrazos de riffs cortantes entre melodías de carácter evocador, ambientes épicos que alternan con pasajes más agresivos… La descripción, como digo, se cumple y el estilo se abre a una variada gama estilística, todo un estupendo punto de partida.
Después ese enfoque inicial tiene que plasmarse en temas concretos y en una grabación sonora final, y ahí surgen los puntos flacos. Aclarada la orientación estilística, todo disco se puede valorar atendiendo a aspectos como composición, ejecución y grabación (por eso existen temas inspiradísimos pero técnicamente muy fáciles de tocar -con los primeros MOTÖRHEAD o VENOM como paradigma-, discos de Metal técnico apabullantes pero sosos y sin gancho, o álbumes que deslumbran en lo uno y lo otro pero arruinados por una infame producción, entre los cuales un claro ejemplo es el “…And justice for all”). A TRANSDIMENSIONS la inspiración se le ha ido por derroteros algo impersonales, y aunque el abanico de influencias es digno de alabar, no ha conseguido dar forma a temas que aporten nada sustancial frente a sus modelos originales ni que generen frases, riffs o estribillos verdaderamente impactantes, cuanto menos memorables.
El ensamblaje de los materiales está hecho con muy buen criterio, eso sí, pero la materia prima no brilla a la misma altura. Es decir, se nota una profunda labor de asimilación de los cánones establecidos desde hace tiempo en el amplio mundo del Metal, en cuanto a arreglos, estructuras, cambios de ritmo, alternancia de voces, etc., patrones que llevan en vigor varias décadas porque otras generaciones de músicos los han ido estableciendo. Pero eso no salva a un disco si la base, que son las ideas, no son igual de buenas. Lo mejor, lo más valioso de cualquier obra, me atrevo a decir que es su parte creativa, no su parte artesanal. Sobre esto cada cual tendrá su opinión, claro, pero visto desde la que yo acabo de exponer, el álbum de TRANSDIMENSIONS se queda a medias.
Aun así hay diferencias entre los cuatro temas: el primero (“Lights in the abyss”) es el que más engancha, y el segundo, llamado “Repression”, tiene más pegada que ningún otro, acercándose al Death más contundente frente a la orientación Melo-Death del resto, pero viene lastrado por algo que se repite en los dos últimos: el estribillo se cae. De hecho, casi ni hay estribillo, y el que hay, al igual que en los otros dos temas, está en la misma o en una tesitura más baja que la estrofa, todo un error de bulto. A cambio, “Repression” tiene una de las secciones instrumentales más potentes y compactas del EP. En “The universal game” tenemos aires casi Viking y guitarras solistas que dibujan un interesante contrapunto melódico con la voz a lo largo de todas las secciones. “Once in the deepest” recupera la agresividad y la contundencia, alternando de nuevo con un estribillo melódico y de voces limpias y ofreciendo un solo breve pero intenso.
La voces limpias, por cierto, son la parte que peor parada sale de la producción, no sólo porque en la mezcla final están demasiado altas, sino porque su sonido parece demasiado “casero”, como si no tuvieran suficiente compresión, con el resultado de que no empastan bien del todo con los instrumentos. La batería es programada -o eso parece a todas luces- pero no hay nada que objetarle porque suena clara y a la vez potente, y de hecho toda la producción tiene un buen nivel, salvo por el punto señalado. El EP, en definitiva, es un buen primer intento, parte de una admirable toma de postura y tiene sobrada ambición de miras, además de un meritorio trabajo de arreglos y producción. Confiemos en que los buenos principios lleven a un final aún superior de aquí a un tiempo.
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