Tal y como está el panorama de grupos sin inventiva que sacan sus recursos del patrimonio ajeno, esto no es de lo peor que se puede encontrar. La mezcla va a base de un poco de D.R.I. y un mucho de SLAYER, pero al menos sin plagios descarados. Con esos ingredientes lo lógico sería quizá un nuevo “Undisputed attitude”, pero no, lo que sale no tiene tal grado de fusión y cae más cerca del lado típicamente Thrash de Araya y compañía, del cual, por cierto, la voz en particular toma mucho prestado. La grabación es bastante elemental pero por suerte la producción y el sonido cumplen.
Esa inclinación hacia el Thrash más convencional se nota desde el principio y se repite después en cortes como “No surrender” o “Disorder in the court”, mientras que otros como “Self respected” van de uno a otro estilo con suficiente gracia y sin estridencias. Los elementos Crossover son minoritarios a lo largo del álbum, y afloran más en ciertos momentos del tema-título o en los coros de “What are you afraid of?”, lo justo para evitar que el disco acabe siendo otro estéril caso de retro-Thrash clónico.
Es más: a veces sorprenden con ocasionales estampidas de Blastbeats como las de “Invisible war”, la mencionada “No surrender” o la final “System”, con lo que se abren a un registro más moderno y apuntan así la posibilidad de aumentar su catálogo de influencias. Esperemos que caigan en la cuenta y lo exploten de ahora en adelante, porque la baza de estos grupos que no aportan nada propio reside en fusionar lo de los demás con la mayor ambición posible, y estos finlandeses de nombre tan poco ocurrente no han empezado del todo con mal pie.
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