Portada del gran Marco Hasmann y edición a cargo del sello andaluz Pathologically Explicit, quienes comparten comunidad con otras conocidas discográficas como Grotesque Productions o Hecatombe Records. Tras un EP de cuatro temas autoeditado en el 2009, publicaron a principios de este 2011 su primer álbum completo, en una onda Brutal Death con algunos otros elementos que lo hacen ameno y personal, lo que de entrada ya es mucho.
Su música delata su procedencia canadiense a lo largo de todo el disco, y con ella la marca de calidad que suele acompañarla. Hay ecos claros de grupos como PAROXYSM, los primeros KATAKLYSM y sus conocidos “northern hyperblasts”, de los que quizá abusan, o unos MAN MUST DIE (a los que, sin ser canadienses, la producción de Jean-François Dagenais en su debut les dio un sonido muy en esta línea y quienes casualmente son de Glasgow, Escocia, mientras que HATE DIVISION son de Nueva Glasgow, en Nueva Escocia).
La otra influencia más destacable es la de DYING FETUS, tanto por la velocidad como por algunas partes más groovies -perceptibles en cortes como “Medicinal perdition”-, así como por lo técnico de los riffs, que por suerte no alcanzan el recital gratuito de arpegios en que a veces se empantanan Gallagher y compañía. De todo este repertorio de grandes nombres e ilustres influencias sale el estilo de HATE DIVISION, que obtiene resultados especialmente destacables en temas como “A slice of freedom” o “Tyranny of the weak”.
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