Lo más llamativo de este disco es su presentación, el aspecto general con la exhibición en los títulos de todo un catálogo de depravaciones (literalmente una lista de desviaciones sexuales, las parafilias que ya aparecían en su anterior álbum) y unas imágenes en el libreto ciertamente turbadoras, en parte por lo que sugieren y no muestran. Los subtítulos de los temas son la franja donde han dado rienda suelta a su “creatividad” más pervertida.
Pero la cosa no va más allá, este es un caso claro en el que el envoltorio está por encima del contenido y este después no llega a su altura ni responde a las expectativas creadas. La música es Grindcore cafre y machacón, no excesivamente rápido ni dado a los ultrablasts, correcto y agresivo pero también facilón, previsible, impersonal, genérico y otros calificativos por el estilo, aunque sin duda entretenido. Pero si no fuera por el mencionado envoltorio, el disco se diluiría en el universo del anonimato y su marea de clones.
Los escasos veintiséis minutos hacen pasar un buen rato, los temas son amenos y cuentan con unas voces variadas y salvajes, así que tampoco puede decirse que sea un mal disco, solo que por fuera parece prometer algo deslumbrante y luego no es para tanto. En realidad estos checos se las han ingeniado para sacar un disco que llama la atención en un mercado saturado de productos difíciles de distinguir y donde cuesta que alguno sobresalga, así que bien por ellos.
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