Un disco curioso que ofrece una propuesta diferente, o al menos en parte. En principio da la impresión de traer aires nuevos a base de unir riffs básicos con blasts a la velocidad de la luz, dando lugar a algo que no es el Brutal Death habitual pero que sin embargo suena bastante brutal, y sobre todo tremendamente rápido (aunque ellos se definen como “Raw Old School Death Metal”). Puede compararse a unos KRISIUN tocando la centésima parte de notas o a unos KATAKLYSM sin su orientación melódica, aunque les falta la inspiración que ha hecho grandes a esas dos bandas.
La superposición de estilos resulta interesante y se sale un poco de lo más previsible, pero ahí acaba el atractivo. Es decir, el planteamiento está bien pero su realización, cómo lo plasman, no tanto, y los resultados flojean tras los dos primeros temas por culpa de una serie de riffs muy del montón. Al cabo de un rato además suena forzado, artificial incluso, y también algo machacón. La escasez de arreglos y una voz excesivamente monodimensional tampoco ayudan a mejorar el balance final, que se queda en una declaración de buenas intenciones y quizá la promesa de tiempos mejores.
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