Tercer disco de estos adoradores a muerte de CANNIBAL CORPSE, toda una lección de cómo rendir tributo a un grupo haciéndolo tan a las claras que no quede mal. Ni lo disimulan ni lo camuflan, esto es una versión de los americanos pasada de revoluciones, velocidad y gruñidos, una orgía de brutalidad a medio camino entre la época de Chris Barnes y el giro hacia el estilo más técnico y pulcro que dieron desde que entró “Corpsegrinder”.
Riffs destripantes, mucho trémolo, blasts por un tubo y voces cavernosas con algún gorrinillo añadido configuran uno de esos discos que objetivamente no brillan por su calidad ni aportación personal pero que son extraordinariamente disfrutables, sobre todo para los que sean tan adictos al estilo como estos alemanes trogloditas. La mayor pena es que la producción les ha quedado un tanto pobre, con unas frecuencias medias demasiado presentes y un sonido un tanto chirriante, que para este género no es el más idóneo.
Son once cortes suficientemente complejos y variados, pero sin florituras y directos al cráneo como un martillazo. El disco incluye una versión burrísima del “Unchallenged hate” de NAPALM DEATH y un video-clip de los dos primeros temas, y además el libreto se despliega mostrando completa la portada, que de puro cutre es graciosa. Toda una masacre de Death monstruoso, una oda a las huestes de Alex Webster y compañía y todo un regalo para los que añoran su vertiente más salvaje.
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