jueves, enero 02, 2014

DRAGGING ENTRAILS- Landfill of the butchered (2013)


DRAGGING ENTRAILS son un grupo con una hasta ahora corta trayectoria, formados en el 2011 en torno a Mats y Martin Funderud de los noruegos KRAANIUM (aquí con sus nombres reales), en guitarra y voces respectivamente, a quienes se une desde Estados Unidos como segunda voz Jaymes Grundmann, berreador y multiinstrumentista pluriempleado en bandas todas de parecido pelaje, como NEPHRECTOMY o EXPURGATE entre muchas otras, y que ha pasado también por las filas de ENTRENCHED INGURGITATION, amén de otras cuantas. La sección rítmica se cubre con dos miembros de PARASITIC EJACULATION, Josh Schwartz al bajo y Donovan Dettle a la batería, el primero de ellos además ex-NEPHRECTOMY.

Lo primero que hay destacar, por tanto, es que estamos entre gente habitual del mundillo, músicos experimentados que van y vienen de una formación a otra y en cada cual hacen más o menos lo mismo, aunque por suerte con diferencias, como en esta ocasión. El segundo punto reseñable es que la alineación consta de una sola guitarra pero de dos vocalistas, una idea que va ganando adeptos poco a poco y que en el caso de DRAGGING ENTRAILS encaja a la perfección, como enseguida veremos. Y una tercera y última cuestión antes de entrar en faena es que el bajo y la batería del álbum no los grabaron los actuales músicos, sino dos que a día de hoy forman parte de DEVOUR THE UNBORN, otro grupo de coordenadas similares aunque bastante más burdo.

La principal aportación de este disco y del grupo en sí es haber bajado los tempos de las partes Slam hasta niveles de lentitud casi propias del Doom, y de paso haber reducido la presencia de esos insufribles ritmillos entrecortados, a veces casi espasmódicos, de los que tanto abusan las bandas de Slam y a los que muchas recurren sin ningún atisbo de personalidad. Aquí sólo asoman algunos de vez en cuando al principio de los temas, o durante más tiempo en “Embryopaste lubrication”, pero por lo general las cosas van por otro lado. Lo que les gusta son las partes ultrapesadas y ralentizadas al límite, como en la mayoría de “Meat cleaver d-cupitation” (al principio se cuelan todavía los ritmillos típicos), en todo “Defile the disabled” y “Misogynistic clitoral flaying”, en el final de “Infatuated labia disgorgement”, en la parte central de “Leper cunt” o en tantos otros momentos. El resultado es aplastante, sencillamente bestial, y cuanto más simple lo hacen más espantoso suena.

El uso de una sola guitarra, como decía, encaja de maravilla con este estilo que eleva la simplicidad y la fuerza a protagonistas absolutos, pero en lo que no sacan todo el partido posible es en el aspecto vocal. Hay grupos que con un solo vocalista tienen más variedad de registros y de timbres que ellos, y no se entiende que no  aprovechen mejor el contar con dos, tanto en la diversidad de sonidos como a la hora de ponerlos a gruñir a la vez, cosa que hacen muy poco. Una pena, la verdad. Esto, junto a la muy escasa duración (unos diecinueve minutos de música en ocho temas, que alargan mediante dos ambientaciones introductorias colocadas en sendas mitades del álbum, ambas típicas y previsibles), es la mayor pega que presenta este debut de DRAGGING ENTRAILS, pero tratándose de un primer intento hay que valorar más sus puntos positivos, como son reforzar uno de los pilares del género y aportar al mismo tiempo un pequeño destello de personalidad.

No hay comentarios: