domingo, diciembre 29, 2013

JUNGLE ROT- Terror regime (2013)


Después de dos décadas y un buen puñado de discos, JUNGLE ROT siguen manteniendo alto el estandarte de aquel primer Death Metal que conservaba aún rasgos del viejo Thrash, un poco de Speed y una fuerte base de Heavy sucio deudor de VENOM, WARFARE o TANK (no hay más que ver a qué grupos versionaron en su EP del 98), de todo lo cual nació ese estilo tan peculiar que les emparenta con VOMITORY, BOLT THROWER o BENEDICTION. En su por ahora último disco siguen ofreciendo más de lo mismo, temas sencillos, estructuras clásicas, riffs de pocas notas y nada de florituras. Death Metal bravucón pensado para que den ganas de montar bronca o de invadir países gobernados por dictadorcillos a los que patear el culo.

El disco no está mal, es disfrutable, es entretenido -siempre que te guste esta particular propuesta- y sirve para sacudir la cabeza un buen rato, pero poco más. Y no porque sea simple, ni mucho menos: sería absurdo juzgar a JUNGLE ROT con los criterios de OBSCURA, por ejemplo, como también lo sería hacer lo contrario. Aquí buscamos caña elemental y de eso hay bastante, pero también hacen falta inspiración y buenas ideas, y ahí la cosa escasea. Casi todos los riffs repiten un mismo diseño básico -a veces incluso las notas, como en “Voice your disgust” y Scorn”-, pivotando sobre la misma nota base, y esto a la larga les pasa factura. Basta con oír uno tras otro el comienzo de los temas para comprobarlo y para ver que sólo “Ruthless omnipotence” se aleja claramente de dicho diseño. Tampoco los estribillos son nada del otro mundo (“Blind devotion” puede que sea el más efectivo), y las líneas vocales en las estrofas tienden también a repetir patrones, lo que unido a todo lo anterior hace que los temas vayan perdiendo fuerza a medida que se suceden.

Es lo arriesgado de las propuestas simples, que cuesta más hacer cosas interesantes con pocos elementos, por eso inventar riffs inspirados de tres o cuatro notas no siempre sale bien. Cuando en un disco el tema más resultón es una versión, mal asunto, y la del “I don’t need society” de D.R.I. es con diferencia lo más atrayente de este álbum. Al menos lo compensan usando un ritmo distinto para cada tema, con entretenidos momentos en que recurren a ritmillos casi propios de MOTÖRHEAD o de los escarceos Death’n’Roll de unos ENTOMBED (“”Pronounced dead”, “Scorn”, “Utter chaos” o la mencionada “Ruthless omnipotence”). La producción es otro punto flaco, es demasiado limpia, demasiado pulcra, algo que no encaja con su estilo y les quita inmediatez. Le falta un sonido más redondo y más potencia, sobre todo en los graves, y la batería resulta particularmente floja en el sonido del bombo. Buenos solos, buenas voces de apoyo y una estupenda ejecución del ahora huido Jesse Beahler a la batería refuerzan de nuevo el lado de los méritos de este “Terror regime”.

sábado, diciembre 28, 2013

INHUMAN DEFORMITY- Servants of decay (EP, 2013)


Primera publicación oficial de estos suecos en formación de trío, bajo/voz, guitarra y batería, y para qué más, les basta para perpetrar un buen ataque de Brutal Death convencional y realizado con todo rigor, como casi todo lo que viene de su tierra. Es Brutal Death de signo americano pero no centrado en la ultravelocidad, el cerdismo o la guturalidad de alcantarilla, no es demasiado extremo y prefieren dedicarse a hacer música brutal pero variada, dando cabida a partes pesadas, ritmos pegadizos, partes rápidas sin blasts y, cómo no, lo esperable en el género en forma de gruñidos, riffs cortantes, blasts y oscuridad. Todo muy ortodoxo y sin grandes sorpresas pero correctamente llevado a cabo.

En cuanto a composiciones se ve que saben lo que hacen y, pese a tratarse de su carta de presentación, el EP muestra una profunda asimilación de los cánones del género, patente en la notable complejidad de cada tema gracias a partes contrastantes y continuos cambios de ritmo. A veces caen en cierta sensación de caos o de desorden y los temas no se distinguen mucho unos de otros, pero cada uno por separado cumple sobradamente. Lo que les pesa más es el apartado de arreglos, porque para el nivel de variedad y complejidad que alcanzan les vendría muy bien una segunda guitarra, sin duda iría en consonancia con el estilo que practican y podrían abrir aún más su paleta sonora.

El disco cuenta con cinco temas exclusivos para esta grabación, junto a los tres de su Demo autoeditada en el 2010 “Circle of suffering”, lo que nos deja cerca de la media hora de música, cosa muy de agradecer. Los temas antiguos recurren aún más a tempos lentos y arrastrados, excepto el que daba título a la Demo, y mostraban ya el gusto del trío por componer temas directos pero no simplones, variados y currados, brutales pero accesibles. Veremos por dónde continúan su carrera ahora que van a tener el impulso de un sello de nivel, con la suficiente ambición podrían lograr algo verdaderamente llamativo.

miércoles, diciembre 25, 2013

MALTHUSIAN- MMXIII (Demo, 2013)


No sé qué criterio siguen o el grupo o la compañía para decidir que esto es una Demo, pero es un pedazo de disco como la copa de un pino. Un disco acabado, maduro y además impresionante, surgido del infierno más pútrido y del horror más abyecto, una patada de Death Metal repugnante como si cien hordas de demonios le comiesen las tripas a Jesucristo clavado en la cruz. Una especie de abominación contra la vida y el ser humano convertida en música oscura y asfixiante, sin rollos retro, sin imitaciones a los suecos, sin oportunismo de revival Old-School, sólo Death crudo y denso, por momentos arrastradamente Doom, y poseído por un sentido de maldad y esoterismo sencillamente irresistible.

Basta el comienzo para entrever de qué va esto, bastan los primeros segundos, el primer grito, el primer riff, el sonido, la atmósfera… Todo es hipnótico, lúgubremente hipnótico. Cada instrumento se une a los demás para crear una música distinta, poderosa a la vez que tétrica y con un poder de sugestión inmediato. Especialmente la batería, gracias a su imaginación, variedad y eficacia, metiendo redobles, cortes, cambios, infinidad de sonidos… Aunque las guitarras también tienen enorme culpa en el resultado, con un feeling difícil de encontrar hoy día, en las antípodas de lo digital y lo aséptico, repletas de bendings, slides, arpegios tenidos, trémolos casi Black, y en general un despliegue de efectos fabuloso… Y qué decir de las voces -y las nombro en plural porque son muchas-, tan tenebrosas e inhumanas como todo lo demás… La verdad es que cuesta elegir quién sobresale aquí, y si he mencionado la batería ha sido casi por casualidad.

Gritos, desgarros, gruñidos cavernosos, fuerzas maléficas que emergen desde el abismo, seres sin rostro vagando entre tinieblas… Y todo para ejecutar unos temas que rebosan inspiración, buenas ideas y riffs directos -incluso durante los diez minutos y medio de “The mother’s blade”-, pero cuyo mérito no es sólo causar una fuerte impresión de primeras, sino que soportan el paso del tiempo y todas las escuchas repetidas que uno quiera darles. Hay infinidad de detalles en los que fijarse, tanto de sonido como de ejecución, las guitarras tejen texturas alucinantes a base de planos superpuestos, se contestan una a otra, dibujan frases agudas que se oponen a acordes y arpegios, la batería no cede en su incansable repiqueteo paroxístico ni en su exploración sonora, las voces se responden, se alternan, se solapan… El disco se puede escuchar en su vertiente más descarnada y primaria, o se le puede prestar atención a toda esa gama de detalles y sutilezas, y en ambos casos resiste a la perfección.

Volviendo al principio, esto es una Demo más que nada porque se ha publicado en formato cassette, pero elegir un determinado soporte físico no tiene que ver con el nivel de preparación, la calidad de la grabación y el acabado final, que en este caso son todos sobresalientes, mientras que el concepto de Demo se asocia más con un producto provisional hecho de forma rápida. La edición de “MMXIII” es de hace poco más de un mes, pero rápidamente las copias del grupo se agotaron entre venta directa y envíos a diferentes distribuidoras, el sello Invictus Productions ha seguido con su comercialización y anuncia planes para editarlo en formato CD y también posiblemente en vinilo, además de tenerlo disponible como descarga en su Bandcamp a un precio muy razonable. Lo que no he podido encontrar son las letras, pero si realmente hablan de algo tan poco habitual pero a la vez tan apropiado para el género como las predicciones demográficas de Thomas Malthus, será un aliciente más para confirmar el extraordinario nivel de este engendro venido del inframundo.

lunes, diciembre 23, 2013

MANGLED ATROCITY- Grotesque rituals of mutilation (2013)


Proyectos de un solo músico hay a patadas y en todos los géneros, si bien en algunos como el Brutal Death o sobre todo el Black son más frecuentes, pero este “Grotesque rituals of mutilation” no pasa de ser la plasmación sonora de los pasatiempos de un tipo de Kentucky los sábados por la tarde. ¿Lícito? El pasatiempo sí, claro, como si le da por la pesca del lucio o por construir catedrales con palillos, allá cada cual, lo que pasa es que su nivel es inferior al de muchas Demos, que no ofrece el menor interés musical y que no está a la altura de un sello como Sevared.


En el mismo género y sin salir de Estados Unidos hay buenas bandas unipersonales como PUTRID PILE, SYPHILIC y BLOODSOAKED, aparte, cómo no, de INSIDIOUS DECREPANCY. Sevared publicó los dos últimos trabajos de PUTRID PILE, el último de SYPHILIC y el año pasado el debut de la banda de Vietnam BRUTORE, por aquel entonces con un solo miembro, Comatose ha editado todos los de BLOODSOAKED, el primero de INGURGITATE (grabado íntegramente por Chris Hutto) o el estupendo último disco hasta ahora de THIRST OF REVENGE, one-man-band nacional a nivel internacional. Todos ellos pueden arrastrar en mayor o menor medida las deficiencias propias de su formación, especialmente en lo relativo a la batería, pero todos son discos bien planteados, compuestos con sentido de la identidad y grabados profesionalmente.

Lo que ofrece MANGLED ATROCITY es más de lo mismo, pero peor realizado. Compositivamente, los riffs de siempre, los trémolos de siempre, los blasts de siempre, los cambios de siempre, y líricamente los títulos de siempre llevados a un nivel bochornoso de repetición, simplismo, falta de ideas… como la propia música. Pero lo peor es la grabación, a nivel casero hecha con Pro-Tools y poco más, plana, con un sonido horrible, sin cuerpo, y una batería tan artificial que se vuelve insufrible tras un par de temas. Todo es vulgar, mediocre, ramplón hasta aburrir. Incluso la trayectoria del autor lo es: en doce años no ha sido capaz de escribir más que seis temas nuevos para este álbum, el resto proceden de su Demo del 2003 o del Split del 2004 con ARTERY ERUPTION, y alguno hasta aparece en los tres trabajos, lo que ofrece un total de doce temas en doce años. No hay mucho más que decir.