viernes, enero 10, 2014

COPROCEPHALIC- Gluttonous chunks (2013)


Esto y 7 H TARGET son ahora mismo lo mejor que está dando el Slamming Brutal Death, no tengo la menor duda. Y si no lo mejor, desde luego lo más esperanzador, lo más amplio de miras a la vez que lo más bestia, y, por tanto, lo único que puede garantizar la supervivencia de un género que de por sí da pocas oportunidades. Se trata de otro grupo transoceánico, esta vez con el Pacífico entre costa y costa, ya que la colaboración va entre el californiano Chris Peluso (ex-CEREBRAL ENGORGEMENT, ex-SPLATTERED) a la guitarra, bajo y batería programada, y el Shawn Whitaker de Taiwán, Larry Wang, a la voz, otro de esos personajes inquietos y desquiciados que copan varios frentes a la vez. El grupo cuenta para los directos con su colega de GUTTURAL CORPORA CAVERNOSA Hsuan Liu a los parches y con el ex-CONDEMNED Mario Pena al bajo, pero el álbum se grabó prescindiendo de la participación de estos dos músicos.

Grabado en casa, con las partes instrumentales yendo y viniendo de San Diego a Taipei para que Wang metiera voces, y finalmente mezclado por Alex, batería de ABOMINABLE PUTRIDITY y dueño del sello que lo edita, el disco suena sencillamente espectacular, a un nivel fabuloso en cuanto a brutalidad, claridad, definición, equilibrio, todo… Impresiona cómo han rentabilizado al máximo una producción hecha con medios tan modestos. Sólo se echa en falta la naturalidad propia de un batería humano (y sin triggers), pese a que aquí la batería programada suena bastante convincente dentro de su inevitable aspecto robótico, y también que hubieran potenciado más los cambios de dinámica que dejan solamente insinuados en varios sitios. Y eso que el disco no se vuelve machacón, pero más por el mérito de los cambios de ritmo y el uso de distintos timbres y tesituras que por los de la grabación en sí. Incluso sin intros ni otras distracciones, sus veintisiete minutos de implacable agresión sonora resultan amenos y se pasan como un soplo.

Y es que las composiciones tienen un nivel igualmente asombroso, sin inventar nada ni resultar de por sí innovadores, pero son un repertorio de todas las posibilidades del género, una tras otra. Cualquier cosa que se pueda hacer y tenga sentido, estos dos monstruos la han hecho aquí y hasta sus últimas consecuencias. Partes ultrapesadas, ritmos destrozacuellos, blasts estratosféricos junto a redobles de bombo que parecen martillos mecánicos, guturales aberrantes, chillidos estridentes, voces superpuestas... y por la parte de la guitarra toda la pirotecnia que uno quiera imaginar pero sin abusar de ningún color. Cada cosa en su sitio, cada recurso usado en su momento y sin resultar pretencioso, ya sean disonancias, mini-solos, detalles técnicos o ambientales, arpegios, armónicos, trémolos de una nota… Nada está hecho para hacer alarde de adhesión a una escuela concreta, sino para reforzar la potencia del tema. Si además consiguieran darle una identidad más clara a cada uno de estos bajando su nivel de abigarramiento estructural, como sí la tiene por ejemplo la versión del “Pulses in rhombus forms” de WORMED, estaríamos ante todo un hito en el género. Creo que Chris Peluso tenía previsto trasladarse unos meses a Taiwán para trabajar con Larry en su segundo disco, así que todo será cosa de esperar.

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