Los franceses técnicos más inspirados vuelven con otra ingeniosa propuesta, en esta ocasión un EP de lo más variopinto y a la vez generoso (con una duración bastante por encima de lo que otros grupos consideran “discos completos”). Media hora larga de música con versiones propias, ajenas y un larguísimo tema nuevo.
El primer tema se supone que es una regrabación del “Earth pus” de su debut “Neurotripsicks” del 2005, hecha en el 2010, pero el tema es idéntico, punto por punto y segundo tras segundo. Quizá sea sólo una remezcla o una remasterización, porque el sonido ciertamente varía un poco, pero el tema en sí, como digo, es exactamente igual.
A partir de ahí viene el material verdaderamente novedoso: primero una versión acústica del tema “Blackout” incluido en su “Leading vision” del 2006, todo un logro y una sorpresa, porque la naturalidad con la que encaja en este formato es asombrosa, y la elegancia y capacidad evocadora que le han dado impresiona y fascina a partes iguales.
Luego tenemos una versión del “Textures” de CYNIC, la instrumental de su “Focus” del 93, a la que GOROD dan un lavado de cara sustancial mediante un sonido más eléctrico y una producción más moderna, como no podía ser menos. Creo que, sin traicionar en nada el espíritu de la canción, la han propulsado mucho más allá de como fue grabada en su día y le han sacado todo su auténtico potencial.
A continuación vuelve la línea acústica y vuelve también el tema “Earth pus”, y de la unión de ambos surge una nueva y sorprendente transformación y otra pequeña maravilla. Durante la primera mitad son sólo las guitarras, con el apoyo de un equilibrado fondo de teclados, las que van tejiendo con toda minuciosidad las melodías y florituras del tema, y da gusto ensimismarse con la contemplación de cada detalle de su diálogo, hasta que entran el bajo y la batería y la música recupera un carácter más directo.
Para el final han reservado el tema nuevo, un larguísimo “Transcendence” que pasa del cuarto de hora y que recorre un sinfín de paisajes sonoros, hipnóticas melodías y giros rítmicos, un paseo alucinante a través de la genialidad compositiva de este gran grupo y su capacidad para manejar grandes estructuras sin que se les escurran entre los dedos. Aparte de que todo el EP es formidable, parecen haber recuperado el enfoque más expresivo de sus primeros álbumes y que en su tercer “Process of a new decline” de hace un par de años dejó paso a un vano despliegue de fuegos artificiales, dominio instrumental y demasiada autocomplacencia, lo que sin duda es una estupenda noticia. Por si todo esto fuera poco, el álbum trae un Bonus-DVD con galería de fotos y diversas grabaciones del grupo en directo.
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