miércoles, marzo 30, 2011

DESTROYING DIVINITY- Dark future (2010)

Esto es Death Metal con todas las letras, oscuro, maléfico y tenebroso. Un cañón de disco, una apisonadora, un demonio hambriento de almas malditas. Nada de Old School Death, flirteos con historias de zombies ni reminiscencias thrashers, sólo Death engendrado por alguna divinidad venida del mismísimo infierno. Con un sonido grave y denso como pocos, estos nueve temas levantan un muro impenetrable que verdaderamente sobrecoge y crean una atmósfera totalmente opresiva, asfixiante, casi agónica. Un disco que si hubiera salido a principios de los 90, hoy sería una obra de culto.

E incluso hoy merece serlo, porque el hecho de tener unas raíces reconocibles no significa que imite a nadie, al contrario: todo el disco muestra una marcada personalidad y una manera definida y propia de hacer las cosas. Por un lado toman la oscuridad esotérica de grupos polacos y por otro la naciente brutalidad que tenía el Death de Florida cuando el estilo adquirió sus rasgos, y lo presentan con un insuperable gusto por lo siniestro y una fuerza aplastante. Tienen un aire del carácter de INCANTATION pero más rasgos musicales en común con MORBID ANGEL, y al mismo tiempo suenan rabiosamente actuales.

Pese a ello, aquí no hay concesiones a las modas ni tampoco música fácil o pegadiza, y de hecho recurren a armonías poco previsibles que cuesta retener y se ve que no intentan agradar a nadie más que a ellos mismos. Por eso mismo el disco resiste una larga serie de escuchas repetidas, no sólo las resiste sino que las pide y con cada una es mayor el peso de su poder hipnótico. Salvo la final “Face to face to destiny” –la más larga y lenta del álbum-, puede que no sea un disco pegadizo en el sentido de entrar a la primera, pero sí lo es por ese carácter hipnótico, y desde su mismo comienzo resulta seductor a la manera de un ritual diabólico.

Musicalmente, alternan pasajes más tradicionales con otros en los que mandan los blasts o incluso una especie de caos controlado, y construyen riffs de diseño intrincado que no recuerdan a nadie pero que entroncan sabiamente con toda la vasta tradición anterior gracias a la omnipresente oscuridad del conjunto. Se le añade un poderoso trabajo de producción, una voz de ultratumba, detalles solistas y arreglos oportunos y tenemos un resultado magnífico. Desde luego, muy superior en todos los sentidos a sus dos anteriores discos (el segundo, “Hell unleashed”, sufría particularmente de una producción confusa que no ayudaba a distinguir la música y en la que los instrumentos no estaban bien equilibrados), aunque ya en ellos mostraban su estilo personal y el mismo gusto obsesivo por la oscuridad.

3 comentarios:

Carlos Tizón dijo...

bueno, death metal old school, sonido Tampa, Morbid Angel, uf flashback a los 90, San Francisco, se acabo la evolucion, pero si se hace con clase, arriba la involucion jajajaj

saludos

Anónimo dijo...

creo que estamos ante el nacimiento del nuevo death metal, llegando mas a las atmósferas oscuras y tétricas, como si nos encontráramos en el mismo infierno que la simple brutalidad sonica

P.I.G. dijo...

Desde luego esa es una muy buena descripción de lo que hace este disco, sin duda. Gracias por el comentario y saludos a los dos.