Si se deciden finalmente a sacar un álbum completo que siga los pasos de este MCD, será con toda probabilidad uno de los discos del año. En sólo tres temas logran ya dar una impresión excelente y dejan con ganas de más, de mucho más. Pero empecemos por situarnos.
A pesar de tan exigua producción, INIQUITOUS lleva gestándose como grupo desde el 2002, cuando Kenny García, a la voz, y su primo Jeff Wirth, a la guitarra, graban tres temas para un proyecto llamado CHRIST DESTROYED en San Antonio, Texas, aún sin ninguna difusión. Cinco años después, la buena acogida que tienen los temas al colgarlos en internet les induce a crear INIQUITOUS y comienzan a tomarse las cosas en serio, a componer más y desde el 2008 a tocar regularmente por el área de su ciudad. En febrero del 2010 graban esos tres temas en forma de EP aun antes de tener un contrato discográfico, y finalmente ese mismo año el disco acaba viendo la luz a través del sello español Pathologically Explicit Recordings.
¿Y qué ofrecen estos tejanos para haber llamado la atención de la gente y para estar ocasionando un modesto revuelo? Pues básicamente nada nuevo, pero sí la capacidad de unir influencias variadas en un producto con una factura verdaderamente brillante. Según ellos mismos dicen, combinan sonido Old-School americano con elementos más pesados y modernos e intentan incluir en cada canción una gran variedad de material y sorprender al oyente con riffs y más riffs inesperados. No es una mala descripción, desde luego. Esas influencias van desde MONSTROSITY y SUFFOCATION hasta DYING FETUS, toman lo mejor de todos ellos y lo combinan con frescura pero sonando totalmente brutales. Es una fórmula sencilla que, cuando se hace bien, no puede fallar.
Ciertamente, no paran quietos mucho tiempo a lo largo de cada tema, pasan de unas partes a otras, cambian de velocidad sin que al oyente le dé tiempo a darse cuenta y abarcan una amplia gama de ritmos. En muchos de sus riffs más técnicos recuerdan claramente a DYING FETUS, pero les aventajan en que todo está mejor ensamblado y los riffs con más notas no parecen un pegote añadido al resto del tema, como les pasa a veces a los de John Gallagher, sino que están integrados con total naturalidad. El sonido también recuerda un montón a las producciones de DYING FETUS, claridad y nitidez absolutas y una pegada monstruosa con la que aplastan todo lo que se ponga por delante.
Además, por ahora están en estado de gracia en lo que a inspiración se refiere y regalan riffs y pasajes únicos como quien da los buenos días. De remate, la batería la grabó nada menos que Mike Smith de SUFFOCATION, y su ejecución es devastadora, directa al grano e insuperable. A todo esto se le añade una voz gutural a la vez que comprensible y ya tenemos el resultado final: Death Metal del nuevo milenio al alcance de todos los gustos, bien hecho, mejor tocado, ocurrente, variado y brutal.
¿Qué le falta entonces a este disco para alcanzar la perfección? A la música, como digo, no le falta absolutamente nada, pero un disco es algo más que una música grabada sobre un soporte, es ese mismo soporte y justamente todo lo que ello implica. Una serie de elementos físicos –diseño, portada, etc.- y un objeto comercial. Y publicar tres temas es, hoy día, poco menos que un disparate, sobre todo si duran en conjunto diez minutos y medio y, peor aún, si los tres están colgados en el Myspace de la banda (aunque el que aquí titulan, al igual que en la página web de Mike Smith, “Reprisal of the ravaged” en el disco se llama “My enemy”). Lo más extraño es que el propio grupo declaraba en el 2008 que por aquel entonces casi tenían material para un LP y que preferían grabar esto en lugar de una Demo. No sé qué pasaría con ese material cuando entraron en el estudio dos años más tarde, quizá al estar compuesto en fechas más recientes les parecía coherente no juntarlo con los tres temas de este EP. Así que podemos contar con que vea pronto la luz, y si sigue las líneas de este breve adelanto será sin duda algo apoteósico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario