A estos tíos les gusta el riesgo: alguien que titula su disco “Black, Death, Grind, Shit!” se expone a ser tomado muy poco en serio, bien por la mezcla indiscriminada de estilos que sugiere el título o bien por el tufillo a cliché que desprende semejante lista. O por ambas cosas a la vez. Así que les debe traer sin cuidado la impresión que causen o el hecho de si logran o no despertar interés. Pero al final lo mejor de todo es que… aquí no hay ni Black ni Death ni Grind!! Hay un genuino Thrash de estilo violento, rápido y agresivo con ocasionales reminiscencias de NWOBHM. ¿Juegan al despiste, son unos cachondos, hay un significado oculto que se me escapa?
No lo sé, pero entretanto me centraré en la música: un furioso ataque de Thrash primitivo, con muy mala uva y un sonido crudo y desgarrado. Al principio la cosa parece retro-Thrash sin más –un riff básico y una batería rápida-, pero luego entra la voz, que más que gritar ladra, y al cabo de unos minutos te han atrapado. Todo aquí resulta auténtico, desde el sonido a la rabia con que tocan –o berrean- pasando por los riffs vieja escuela y la aparente simpleza con que está hecho todo. Digo aparente porque en realidad los temas tienen cambios de tempo, parte distintas, rellenos, respuestas rítmicas entre batería y guitarra, partes solistas y algunas dobles melodías.
Salvando las distancias estilísticas, transmiten la misma sensación que el primer disco de ENFORCER, “Into the night”, un producto fresco, ameno, con una innegable chispa e imaginación pese a estar consagrado a un género con décadas de antigüedad. En este caso, como digo, el estilo no es el de los suecos, sino que va un paso o dos por delante en cuanto a violencia, salvo en algunas partes como en la final “Onwards of death” o en el tema “Subterranean hemorrhoid blues” (sí, va a resultar que son unos cachondos), donde los guiños a la NWOBHM son más evidentes. Pero les dura poco y enseguida retoman la caña a toda velocidad con “Man is fetus” (otro título absurdamente cómico, como el de “This song is shit”). Y si el espíritu y la sensación general son esos, el estilo está próximo al de unos SAVAGE GRACE pero más rudos, los EXECUTIONER de “In the name of Metal” y “Break the silence”, AT WAR o los primeros WHIPLASH.
La mayor pega del disco es doble: por una parte, que el ritmo de los temas y también su estructura acaban siendo siempre los mismos, y eso en principio no sería un problema porque casi todos tienen suficiente gancho, pero con que sólo uno sea más genérico –como el penúltimo, “R.O.D.”- surge la monotonía. La otra parte negativa, relacionada con esto, es que el disco dura poco más de 28 minutos, así que a poco que decaiga, ya acabamos teniendo un disco bastante reducido. El problema de fondo es que el álbum consiste en regrabaciones de los seis temas de sus demos “Blood is dirt” (2008) y “This demo is shit” (2009) –que a su vez ya han usado en varios Splits-, a los que añaden ahora una breve instrumental y la mencionada “Subterranean…”. Lo extraño es que tienen dos demos más, del 2006 y 2007, con otros seis temas que podrían haber regrabado también para conformar así un larga duración de verdadera envergadura. Quizá lleven otro estilo, no lo sé, pero es una pena, y además hace sospechar que quizá su creatividad haya empezado a agotarse antes de haber dado un fruto realmente sobresaliente.
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