El primero en caer fue Chuck Schuldiner. Luchó durante dos años contra un tumor cerebral al tiempo que otro ilustre “Chuck”, el cantante de TESTAMENT, hacía otro tanto contra su propio cáncer, aunque éste con resultado victorioso. El menudo y afable líder de DEATH murió el 13 de Diciembre del 2001, pero no es de él ni de su pérdida de quien quiero hablar, aunque por motivos obvios también lo haré. Ciertamente, fue el primero de una serie de guitarristas de Metal extremo que murieron a lo largo de la década pasada. Sin embargo, la inquietante concentración de muertes tuvo lugar en poco más de dos años, entre Junio del 2004 y Agosto del 2006. Quorthon, Dimebag Darrell, Mieszko Talarczyk, “Piggy” (Denis D’Amour) y Jesse Pintado. Dos de ellos en Diciembre –igual que Schuldiner- y el resto en cada uno de los tres veranos, con una macabra regularidad. Todos salvo uno en la treintena –también como Schuldiner-. Todos guitarristas, pero, sobre todo, todos ellos grandes innovadores en sus distintos estilos y algunos incluso verdaderos pioneros.
Chuck tenía 34 años. Había dado nombre a una de las bandas más influyentes del underground metálico y, a su vez, a todo un movimiento, en una cruel ironía del destino. Él solo, compositor supremo, cantante, guitarrista, líder indiscutible y maniático de los cambios de formación, había recorrido el camino desde un sonido Thrash-Death bravucón y gritoso con toda su correspondiente temática gore hasta uno de los ejemplos más depurados y personales de creación musical dentro del género, es decir, desde “Scream bloody gore” en 1987 hasta “The sound of perseverance” en 1998. Su enfermedad duró dos años largos, y, como en el reciente caso de Dio, verlo venir no fue ningún consuelo, pero en lo que atañe a esta breve semblanza, constituye una de las razones, junto a la evidente distancia temporal, para que quede fuera de esa desgraciada lista que va del 2004 al 2006.
Ace Börje Forsberg (Thomas Forsberg según otras fuentes) fue siempre conocido como “Quorthon”, el alma e identidad en exclusiva de BATHORY y un auténtico pionero tanto del Black como posteriormente del Viking Metal. Murió en su Estocolmo natal el 7 de junio del 2004 con 38 años, aparentemente de un ataque al corazón, tras haber grabado y publicado una docena de discos bajo el nombre de la mencionada condesa aficionada a bañarse en sangre de doncellas y otros dos más en solitario. Satán guarde su alma.
La historia de Darrel Abbott, habitualmente nombrado como “Diamond” o “Dimebag”, es más conocida por todos, particularmente la de su incomprensible final a manos de un lunático que lo acribilló a balazos sobre el escenario, cuando PANTERA habían desaparecido como grupo dando paso a DAMAGE PLAN. Al menos murió haciendo lo que más le gustaba y lo que le hizo pasar a la historia como absoluto renovador de la guitarra eléctrica en su vertiente más agresiva. PANTERA no eran un grupo de Thrash, pero llevaron el Metal tradicional a su límite de salvajismo a la vez que le daban un carácter groovy que influiría en cientos de bandas de todos los géneros y subgéneros cañeros. Cuando le mataron el 8 de diciembre –como a Lennon- de ese funesto 2004, tenía exactamente la misma edad que Quorthon: le faltaban unos pocos días para cumplir treinta y ocho años y cuatro meses.
Definitivamente, el mundo se conjuró contra los principales guitarristas extremos en el 2004, porque a las causas naturales imprevistas y a la locura homicida de un descarriado se sumó antes de terminar el año la ira de la naturaleza: el tsunami de Indonesia sorprendió a Mieszko Talarczyk de vacaciones con su novia en Indonesia, y allí murió arrastrado por la gran ola, al día siguiente de Navidad y tres después de haber cumplido treinta años. Al frente de NASUM había dado nuevos aires al limitado género del Grindcore y lo había convertido, junto con grupos como PIG DESTROYER, en un estilo creativo y variado sin perder sus raíces de brutalidad y simpleza. Fue otro gran renovador y dignificó un género que en discos como “Inhale/Exhale” o “Human 2.0” vivió su propia revolución con el cambio de milenio.
El 2004 fue un año aciago, sin duda, y durante los primeros meses del 2005 pareció que la maldición había pasado. Nada más lejos: al creador de la personalísima música de VOÏVOD y de sus riffs extraplanetarios, Denis D’Amour, le fue diagnosticado un cáncer de colon que tardó poco en llevarse su vida. El 26 de Agosto, un mes antes de que hubiera cumplido cuarenta y seis años, “Piggy” murió, y con él una de las mentes más originales e innovadoras desde que el Thrash Metal comenzó a extenderse a principios de los 80. Su gusto por las disonancias, su rara creatividad y su abstraída dedicación fueron modélicos para muchos grupos coetáneos y posteriores, y su prestigio le sobrevivirá por siempre.
Un año y un día después moría con treinta y siete años el guitarrista de NAPALM DEATH y cofundador de TERRORIZER, el mexicano emigrado a Estados Unidos Jesse Pintado, tras una vida de excesos con el alcohol que habían terminado por acabar con su hígado y, en último término, causarle un coma diabético. El año anterior había abandonado la formación en la que sirvió durante un cuarto de siglo, desde que sustituyó junto con Mick Harris a Bill Steer cuando éste decidió concentrarse a tiempo completo en CARCASS. Jesse había grabado aquel mismo año 89 el seminal “World downfall” con TERRORIZER, obra clásica del Grindcore y disco unánimemente admirado e imitado por las generaciones siguientes y aún hoy. De ahí pasó a las filas de ese otro gran pilar del Grindcore, de manera que puede decirse que fue uno de los pocos músicos que han participado en varios grupos de tal importancia –junto al citado Bill Steer y otros como David Vincent, Jack Owen o Dave Mustaine-, si bien su aportación a NAPALM DEATH consistió en reorientar el sonido de éstos hacia terrenos más cercanos al Death y, posteriormente, en explorar facetas algo más experimentales. De Jesse Pintado tengo su firma en la entrada de uno de los primeros conciertos a los que asistí. No sé por qué de los cinco músicos le elegí precisamente a él cuando acabó el concierto y bajaron del escenario. Supongo que, de nuevo, fue una broma macabra del destino.
2 comentarios:
Excelente entrada, la verdad es que fue una mala epoca con esta desgraciada lista de sucesos, si bien de todos ellos nos a quedado su legado en forma de musica de la cual disfrutamos un dia si y otro tambien.
De todos ellos me quedo con la perdida de Quorthon, sin duda Bathory fue uno de los grupos que mayor aportacion hicieron a este mundo que nos fascina y Quorthon tuvo mucho que ver en ello...
Un saludo
Gracias. Sí, fue una mala racha y muy seguida. Toquemos madera para que no se repita!
Un saludo.
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