Este disco apareció en marzo de 1986: el “Master of puppets” se había publicado sólo tres semanas antes, el “Reign in blood” no saldría hasta octubre y el “Pleasure to kill” hasta noviembre. Evidentemente, existían ya un montón de grupos dando mucha caña aparte de los mencionados, estaban EXODUS, OVERKILL, ANTHRAX, MEGADETH, y en Europa ONSLAUGHT, BATHORY y, sobre todo, VENOM. Los que hoy se consideran leyendas y pilares del Thrash, salvo BATHORY, que siguieron otra línea de influencia, y VENOM, que son algo así como los padres espirituales de todo el metal extremo. Pero el estilo aún no había alcanzado su último estadio de desarrollo, y en estas andábamos cuando estos trogloditas musicales publicaron su segundo atentado en forma de disco. Porque esto no había por donde cogerlo. La portada era espantosa pero no tenía nada que ver con el estilo de las portadas de los grupos Thrash del momento, y además salía una especie de monstruo luciendo una cresta de pinchos en una época en la que aún las tribus urbanas de los punks y los heavys no habían dejado de ser poco menos que enemigos. Para colmo tenía un título delirante, un disparate que dejaba pequeño el tema “Aaaaaaarrghh” de VENOM de un par de años atrás. Qué demonios era aquello...
En aquellos años los discos de los florecientes géneros extremos llegaban a España sólo de importación y lo más frecuente era tener que comprarlos por correo a tiendas situadas en las grandes ciudades. Casi siempre la única guía para llevar a cabo la difícil elección era la portada de los discos. Difícil o a veces muy fácil, si brillaba un relámpago de intución. Aunque también esto último era difícil, a su manera, en medio de la marea de sangre, hachas, zombis, pentágonos con demonios, cristos decapitados y monstruos inverosímiles que conformaban un material radiactivo y radicalmente nuevo.
El segundo vinilo de los dioses canadienses tuvo en su día unas críticas horribles, y el apelativo anterior de “trogloditas” musicales está sacado de una de las reseñas de las revistas del momento. La verdad es que el disco sonaba bastante mal, la producción era muy sucia y en parte costaba distinguir qué estaba pasando. Las reediciones en CD han aclarado notablemente este aspecto, pero también le han quitado fuerza y parte de su identidad y hasta de su encanto. Porque en aquel momento VOÏVOD eran caos, eran ataque sin distinción de enemigo, eran confusión, barullo y una prolífica indefinición en todos los aspectos. Igual que le habían puesto este título desquiciado al álbum, tenían un tema llamado “Fuck off and die”, los miembros del grupo se hacían llamar “Snake”, “Piggy”, “Away” y “Blacky”, y éste último llevaba rapada la mitad derecha de la cabeza y la otra mitad con melena. Tenían tachuelas y cuero pero parecían unos punkis camorristas y ni la música ni la voz eran Thrash Metal, y, por supuesto, estaban lejos aún de la psicodelia espacial y fantasiosa que les hizo célebres tiempo después. Ciertamente, eran unos trogloditas.
Sin embargo, si uno se tomaba la molestia de desbrozar toda aquella espesa mole sónica y escuchaba atentamente, encontraba una música intensa, variada, ingeniosa, un torrente de energía y una interminable ristra de ideas y más ideas, riffs, ritmos, líneas insólitas, toques, rellenos, cambios. Sí, el disco era una macarrada y ellos estaban totalmente sin pulir, pero eran irresistibles. El grupo era un volcán de tosca agresividad y de furia mal encauzada, pero también de libertad creativa. Eran impresionantemente innovadores en un momento en que las innovaciones aún no habían culminado, en un contexto en que la innovación era aún el magma fundamental de todos los grupos y la competencia en ese aspecto estaba, lógicamente, por las nubes. Pero VOÏVOD volaban ya a años luz de todos ellos y seguían su propia senda. Y luego estaba todo el aspecto gráfico del disco, obra del batería "Away”, desde la portada hasta la peculiar tipografía con que estaban escritos tanto los títulos en la contraportada como las letras en el interior, pasando por el logo y las diversas imágenes de calaveras extrañas diseminadas por aquí y por allá. Si había un grupo con personalidad extraterrestre, convicción arrolladora, ideas y camino propios y además dispuestos a decirle al resto del universo “Fuck off and die”, esos eran sin duda VOÏVOD.
6 comentarios:
Pued de Voivod sólo tengo el "killing technology" y el "nothingface", y me encantan. Del resto, ni idea.
En cuanto a lo que comentas antes del tío de un amigo tuyo, yo tenía un amigo, que tenía un amigo, que tenía una tienda de discos, y en más de una ocasión, nos dejaba bajar al almacen para pillar todo lo que quisiéramos, y luego nos cobraba bastante menos del precio de venta al público. Imagínate eso! Yo me volvía loco. Había veces que me ponía histérico, ya que no sabía que descartar. Lamentablemente, la tienda cerró hace años. Lástima
Y bueno, te animo a que intentes darle ese nuevo enfoque al blog, a ver que tal. A por ello.
Un abrazo
Pues en medio te falta el "Dimension Hatröss" del 88, en mi opinión su obra cumbre. Pero vamos, les pasa como a Kreator, que mantuvieron su genialidad hasta el quinto disco, cosa que no todos los grupos pueden decir.
Me imagino el desmadre mental que describes, sí! Porque a mí no me rebajaban nada, y al menos eso es un freno. Mi amigo luego tomó sendas hardrockeras, en las que aún sigue, pero de entonces conserva los vinilos del "Show no mercy" de Slayer, el "Taking over" de Overkill y la recopilación "Speed Metal Hell" en su edición limitada en vinilo rojo doble con los volúmenes 1 y 2 juntos (mamonazo...:P).
Y el blog... uff, creo que tiene vida propia y que va imponiendo sus propias necesidades. Yo me limito a satisfacerlas y ser testigo, así que ya se verá por dónde sigue todo esto.
Un abrazo
bueno, vayamos por parte
como soy lector tuyo, me doy por aludido, pense que este era el principio de una buena amistad, pero me has llamado cabal y por ahi no paso jajjajajajj, tio, que me vas a contar de lectores, lo que no suele haber es gente que comente, que lea seguro que si.
Me alegro que te decidas a darle un giro a esto, porque ademas, esta entrada te ha quedado de puta madre.
Sobre Voivod, adoro a estos chalados, mucha gente no los entendia y otros los adorabamos, como a todos los genios. Sobre las criticas de la heavy rock, pues ufffffffff, recuerdo una en que decian que el lepaca klifort -se escribe asi?- de Therion sonaba a medina azahara
un saludo
Jaja!! Sólo por tres minutos me he adelantado y pasado de listo: pues sí, date por aludido como lector pero también como bloggero.
Ya suponía yo que Voïvod te debían molar, jeje, aunque dudaba de si también sus primeros discos más cafres. Ciertamente eran unos chalados geniales a los que muchos no entendían. Y lo que tardaron en ser conocidos en España, joder.
Gracias por el halago. Encima me lleva mucho menos tiempo escribir en este plan que hacer esas otras sesudas críticas. No sé. Que siga la cosa por donde quiera.
Lepaca Kliffoth, como San Cliff pero con K y luego oth, casi como el "Don't break the oath" de Mercyful Fate. Fórmulas mnemotécnicas chorras pero que funcionan!!
Un saludo:)
Cojonuda idea tuya esta de darle otro toque al blog con clasicos como Voivod, grupo impresionante, uno de mis favoritos y de un viejo conocido de mi cuadrilla del cual hace años que no se, se volvia loco con cada lp que sacaban estos elementos, y claro luego nos los pasaba para que disfrutaramos todos de su musica...
De todas formas sigue tambien con esos grupos desconocidos para nosotros, ya que tus criticas son salvajes...
Saludos a todos!!
Hey! Gracias:) Intentaré hacer ambas cosas, jeje.
Gracias por pasar y por comentar.
Publicar un comentario