Un viaje en el tiempo es lo que proponen estos americanos, directamente a las entrañas del más podrido, pesado y clásico Death Metal. Claro, que en realidad para ellos no es tal viaje, porque existen como grupo desde 1990 –aunque en aquella década no publicaron más que tres demos y luego el grupo se deshizo hasta hace pocos años- y ciertamente se nota que, pese a sonar arcaicos, no están copiando fórmulas ajenas ni siendo unos oportunistas. Es decir, su insistencia en un estilo tan añejo parece en principio lícita ya que no han ido a buscarlo a ningún sitio más que a ellos mismos. Otra cuestión es el acierto o no con que logren crear su música y también si suenan personales.
Más bien no, la verdad, porque se parecen demasiado a demasiados temas de grupos como OBITUARY, GOREFEST o los NAPALM DEATH post-Bill Steer. A veces suenan también a unos primeros BENEDICTION, y en general no pasan más allá de ese margen cronológico. No es nada reprochable, ya que ellos mismos participaron de la efervescencia de aquel momento y del estilo al que dio lugar. Pero no deja de resultar extraño que veinte años después no hayan actualizado en absoluto su sonido ni sus esquemas, más aún siendo éste su primer disco completo después de tantísimo tiempo.
De todas formas, la mayor pega no es la falta de personalidad, sino la escasa inspiración. El primer tema es un cañón, innegablemente, y después tienen momentos aislados en que vuelven a sonar convincentes, pero el disco va perdiendo efectividad a medida que pasa el tiempo. Los temas que suceden al primero son los que suenan más a los GOREFEST de “False”, incluida la voz, tanto por las partes en que los holandeses empezaban a ralentizarse (“Consumed” y “Frozen”) como por las partes en que aún pisaban el acelerador (“The drip” y “Fuk’d”). El resto tienen como atractivo sus cambiantes pasajes con ritmos distintos y sus reminiscencias de los grupos ya señalados, pero en general la simpleza y los riffs ramplones van haciendo perder el interés, con casos especialmente llamativos como “Sick” o, sobre todo, los finales “Eternal rot” y más aún “Packin’ puss”.
A su favor tienen una producción excelente, con un sonido claro pero no excesivamente “moderno” y una contundencia que les beneficia hasta el punto de hacer que hasta el riff más simplón suene aplastante. También hay que reconocerles que en todos los temas alternan la velocidad de las distintas partes y consiguen así evitar la monotonía. La impresión final creo que dependerá en gran medida de los gustos de cada cual: cada tema por separado suena bien, cañero, ameno y además entra a la primera, y a los fans de SIX FEET UNDER les gustará contar con una banda más que no plantea complejidades ni dificultades en su propuesta. Quien le pida algo más, y además conociendo la competencia y oferta desmesuradas de hoy día, quizá lo aprecie como un entretenimiento pasajero y poco más.
4 comentarios:
Si como comentas tienen alguna similitud a Obituary, Napalm o Benediction ¡¡¡ya estoy perdiendo el culo por oirlos!!! no espero ni un segundo mas...ya te contare...
Un saludo
Sí que la tienen, pero en versión simplificada. Yo siempre prefiero el original, y además en este caso aún me quedan cosas por descubrir de los respectivos originales!
Gracias y un saludo.
joder tio, nombrando a esas bandas me pones los diente largos
Jaja! Mismo comentario que a Kolokotron :) Y gracias a ambos por pasar y por comentar.
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