sábado, diciembre 14, 2013

PATHOLOGY- Lords of Rephaim (2013)

Tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe. Pues algo así les ha pasado a PATHOLOGY, que de tanto ir al estudio año tras año, en alguna ocasión era de esperar que la pifiaran. Y eso es lo que han hecho con este aburrido, monótono y caótico “Lords of Rephaim”. Que conste que lo he oído como un millón de veces en estos meses, todo seguido, cambiando el orden, sólo unos pocos temas, uno cada día varias veces seguidas…. Da igual, no ha habido forma de que se me queden más de dos o tres riffs en la cabeza. No hay por dónde cogerlo, y si llega a los mínimos es sólo porque retiene algo del sonido y la personalidad de los PATHOLOGY de sus dos primeros y más escabrosos trabajos.

No sé qué pasaba por sus cabezas cuando planearon este disco, quizá la vuelta a la formación del “Age of onset” les ha hecho dormirse en los laureles pensando que aquel pasado glorioso se repetiría por pura inercia, quizá han intentado volver al registro brutal de sus inicios pero sin pleno convencimiento y quedándose a medias, o quizá simplemente se han forzado a cumplir su cita anual pero esta vez de manera artificial y sin tener preparado material verdaderamente bueno. Sea como fuere, han grabado lo que es sin duda su disco más flojo hasta la fecha.

Elaborando un poco más lo señalado, hay que decir que la fórmula de los últimos álbumes, la de hacer temas cortos pero concisos y unitarios, ha desaparecido y en su lugar se dedican a embutir todo tipo de cosas chocantes en lotes de dos minutos. Como ejemplo basta escuchar “Empire”, que no es más que cinco partes distintas ensartadas una detrás de otra, tan diferentes entre sí como todas las de los demás temas. Da igual que sean rápidas, lentas, pesadas, Slams o ultraveloces, están puestas en cualquier sitio, nada tiene sentido y uno acaba con la sensación de que se han empeñado en grabar un disco cada año incluso si para ello tienen que acabar metiendo todo lo que les salga en una tarde de improvisación y cervezas.

Las partes melódicas también han desaparecido -salvo por algunos leads que se podían haber ahorrado, de puro anodinos-. Los solos ídem de ídem, los cual es una pena porque les estaban funcionando muy bien y eran además un guiño de distinción en medio de un panorama bastante dado a la endogamia. Pero es que la aparente vuelta a su identidad más Gore se queda también en tierra de nadie y no llega al salvajismo gutural de entonces, condicionada inevitablemente por todo lo que PATHOLOGY han conseguido desde entonces en su evolución como músicos. Las partes Slam son las más sosas, regulares y anónimas que he oído en bastante tiempo, propias de grupos bielorrusos principiantes, y cuando intentan darles gracia les sale algo peligrosamente cercano a un breakdown deathcorero. Por último, Matti Way suena menos profundo que de costumbre y aburridamente invariable… ¿Qué nos queda al final? El nombre, y la esperanza de que esto haya sido sólo un bache.

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