Lo que quiero comentar no es sólo el disco en cuestión sino además la reedición en formato CD+DVD que hizo el sello holandés Displeased Records justo una década después de la publicación original a cargo de Blunt Force Records. En todo caso, el disco también merece la máxima calificación posible: el mejor momento del grupo gracias a la fusión perfecta entre brutalidad, ritmos groovies y técnica. Fue el punto de mayor equilibrio entre todas esas tendencias, la época más inspirada a nivel compositivo y, sin duda alguna, la etapa en que el grupo forjó su personalísima identidad.
1998 fue el año en que DYING FETUS abrieron vías en el Death Metal que después han demostrado ser tremendamente influyentes además de prolíficas, y este disco recogía el sonido de esa revolución, sólo igualado por el también apoteósico “Destroy the opposition” dos años más tarde, antes de que el grupo se acomodara en la repetición de sus propias fórmulas y de que dejasen por el camino a Jason Netherton. Muchos consideran -yo entre ellos- que ni MISERY INDEX por su lado ni los DYING FETUS actuales alcanzan la altura del tándem Netherton-Gallagher, aunque esto es otra cuestión.
“Killing on adrenaline” lo tenía todo, nuevos aires, un sonido destructivo, una asombrosa personalidad y una impecable serie de temas que también lo tenían todo: la inmediatez de “We are your enemy”, el humor macabro de “Kill your mother/Rape your dog”, el culmen de lo pegadizo en el tema-título y la ambición compositiva del resto de temas, muy especialmente “Procreate the malformed”. ¡Y hasta una versión de INTEGRITY! ¿Qué más se puede pedir? Sólo la monstruosa guturalidad de la voz de Gallagher, pero también estaba ahí, y además creando contraste entre su timbre ultragrave y los ladridos rabiosos de un insuperable Jason Netherton.
La de Displeased es un ejemplo de reedición modélica, porque rescata el disco original para mostrarlo tal cual fue y añade un generosísimo material nuevo, y aunque actualiza algunos elementos no altera en absoluto la esencia del original. Todo ha sido respetado escrupulosamente: las fotos del grupo en el reverso y el interior del libreto son las mismas, también lo es la imagen de la página central, las listas de agradecimientos y datos técnicos son iguales -sólo han cambiado su ubicación- y la portada es la original, aunque cambiando ligeramente la distribución de su superficie. Aparte de estos pequeños ajustes, han incluido una página que repasa la biografía del grupo y sus momentos estelares, han actualizado la dirección de email y hasta han corregido alguna palabra en las letras. Y en este apartado, por cierto, encontramos otra de las grandes mejoras: las letras aparecen en columnas donde cada línea corresponde a una frase, no como en la edición del 98, que cortaba frases (¡y hasta algunas palabras!) al final de las líneas y cuya incómoda disposición gráfica hacía casi ilegibles temas como “Intentional manslaughter” o “Fornication terrorists”.
Y por último está el DVD con extras: un concierto en Montreal de media hora, otro de casi una hora en Nueva York -ambos del año 2000-, un curioso tema con el cantante de NEXT STEP UP y el vídeo promocional de “We are your enemy”. El mérito no es sólo la abundancia de los materiales, sino su calidad y oportunidad. Partiendo de que muestran al grupo con la formación clásica del propio “Killing on adrenaline” (salvo por la incorporación de Sparky Voyles a la segunda guitarra), el show de Montreal está grabado desde una perspectiva privilegiada para observar a Kevin Talley, un batería quizá no endiabladamente técnico pero con una gran pegada, una fresca soltura y una precisión infalible, y que en este concierto parece un pulpo al que le hubieran pegado una baqueta por tentáculo o una de esas diosas hindúes con muchos brazos, y son dignos de verse los momentos en que con cada mano hace varias cosas distintas a la vez y en todas lo clava. El concierto de Nueva York tiene el aliciente de que tocan cuatro temas de “Destroy the opposition”, que habían publicado un mes antes, y siempre es una pasada ver la interacción de Gallagher y Netherton y presenciar los furiosos alaridos de este último y sus incendiarias proclamas antisistema.
No hay comentarios:
Publicar un comentario