Los americanos BELIEVER empezaron su carrera hace veinticinco años y este es su quinto disco de estudio, el segundo para Metal Blade, con el que siguen propagando el mensaje cristiano, como se puede suponer a partir de su nombre. Su estilo se mueve con total efectividad entre distintas corrientes, pero su base es una especie de Heavy melódico y a la vez cañero, con una dimensión épica y un aire ciertamente ambicioso. En medio aparecen elementos de Nu-Metal, riffs más thrasheros y hasta estribillos que recuerdan a los IN FLAMES de su etapa intermedia.
Quizá se les haya ido un poco la mano al plantear las dimensiones del disco: en principio se agradece que quieran aprovechar las posibilidades de los medios disponibles, en este caso la capacidad del CD, y amortizar lo más posible el gasto del oyente ofreciendo cerca de una hora de música, pero varios de los doce temas parecen más bien un relleno o, como mínimo, no aportan gran cosa, como “Traveler” o la final “Mindsteps” con sus siete minutos de ritmo arrastrado y riffs simplones. Aparte de que lo mejor del álbum se encuentra al principio, con temas como “Lie awake” o “Multiverse”, y los temas más progresivos, como “Being no one”, se quedan a medio camino entre lo técnico y lo inmediato, sin triunfar del todo en ningún campo.
A partir de “Multiverse” los temas pierden pegada o se vuelven por momentos demasiado meditativos, aunque siempre logran mantener una notable variedad rítmica. No tanto las líneas vocales, especialmente las de las estrofas, ni tampoco las estructuras, que tienden a reproducir el esquema estrofa-estribillo sin dejar mucho margen para sorpresas o variaciones. Los arreglos son un punto a su favor, con pasajes en los que se permiten experimentar levemente y con unos discretos rellenos a cargo de los teclados siempre elegidos con sentido de la oportunidad y sin resultar excesivos. Buen sonido e impecable producción para un disco que aspira a más de lo que ofrece.
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