Otro disco cuya portada+logo engañan. A simple vista parecen presentar otro grupo de retro-Thrash que idolatra a EXODUS y saquea su legado a partes iguales. Pero no, estos italianos ni están copiando a nadie, sean los mencionados o cualquier otro, ni están mirando hacia moldes ajenos y establecidos desde hace décadas para producir su propia música. Tampoco se puede decir que sean la avanzadilla del nuevo Thrash o el siguiente capítulo en la evolución del género, y ni falta que hace, por cierto, pero al menos son honestos y además variados, entre otras cosas.
La base de su estilo es un Thrash muy contundente, con gran peso del aspecto rítmico, y que toma como modelo la evolución que vivió el género a principios de los 90, cuando dejó paso a rasgos más groovies a la vez que levantaba el pie del acelerador. A esto le añaden toques lejanos de unos primeros MACHINE HEAD y hasta de Metal moderno, pero siempre con el sonido clásico y afilado del género, y la fórmula está lista. Un disco que suena clásico sin ser retro y actual sin ser vanguardista ni “post-nada”, sólo un buen ejemplo de cómo recoger influencias múltiples y fundirlas en algo sólido y creíble.
Ejemplos hay para todas las tendencias señaladas, y en general sin estridencias al pasar de uno a otro: “Howl of the demons” es una buena muestra de tema a medio tiempo y doble bombo redoblando sin piedad, mientras que “S.O.V.I.E.T” se deja llevar por la velocidad más clásica del género, aunque luego ataca con un estribillo demoledor y también a medio tiempo. Como temas con ritmos entrecortados y riffs más propios de épocas recientes tenemos “Tear you down” o “Violent circus”, el primero de ellos con más de ocho minutos y medio de duración que se pasan casi sin que uno se dé cuenta. Y por último, algunos temas combinan todas las tendencias, velocidades y ritmos sin que el conjunto sea chocante, caso de “Reborn in chaos” o la final “God’s executioner”, de nuevo superando los seis y los siete minutos respectivamente.
Pese a todo lo dicho, hay aspectos claramente mejorables. Para empezar, el sonido de la batería, que tiene un nosequé artificial que hace que no empaste bien del todo con el resto de instrumentos, aunque el doble bombo está tremendo y ya lo hubieran querido TESTAMENT para su “Practice what you preach”, por ejemplo. Y la música en sí tiene un cierto aspecto global como de boceto, pese a que no se le pueda achacar nada grave a la producción, más allá de lo mencionado; quizá sea la falta de arreglos, o que hacen falta más efectos de sonido, en especial reverb, o que el bajo apenas tiene protagonismo, o todo junto. Por otra parte, y dada la duración de los temas (51 minutos para ocho temas y un breve interludio acústico) y el estilo del grupo, a veces parecen quedarse en tierra de nadie y hay bastantes fragmentos que resultan demasiado poco elaborados para ser técnicos y demasiado poco directos para ser cañeros en plan Thrash primigenio.
La información en Metal Archives señala que se formaron bajo el nombre de REVENANT pero rápidamente pasaron a la denominación actual y que este CD lo autoeditaron ellos mismos, aunque también indica que en la actualidad se encuentran en el sello italiano SG Records. Quizá lo grabaran ellos solos en un primer momento, pero en la lista de publicaciones del sello el álbum aparece con su propio número de catálogo (SGCD007) y la biografía del grupo confirma que ficharon con SG a principios del 2008 y que el disco fue publicado por esta discográfica en octubre del mismo año.
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