Este es un gran ejemplo de Grindcore furioso y salvaje pero bien hecho, sin que lo último quiera decir que es especialmente elaborado. De hecho, esto es impropio del género, así que no van por ahí los tiros, y lo que hace diferente este disco es que consiguen hacerlo ameno y variado sin salirse un milímetro de los parámetros del género ni de sus niveles de brutalidad.
Veinte temas, uno más que en su primera entrega del año 2007, en los que utilizan unos materiales muy simples -a veces hasta un tanto pobres- pero explotando a fondo todas sus posibilidades. Es decir, que con muy poco logran mucho, lo que da cuenta de su ingeniosa productividad. La duración de los mismos suele moverse entre uno y dos minutos, aunque un par de ellos pasan de los tres minutos y otros no superan el medio minuto, una prueba más de la aludida variedad.
Por el camino van destripando una música cargada de rabia, tocada a mil por hora y literalmente gritada hasta reventar. Pero también hay lugar para temas donde predominan las partes lentas y pesadas, como “Tumour”, “Coil” o “Fugue”, aparte de que los más largos incluyen cambios de ritmo y secciones en las que el tempo se ralentiza. Además, las partes más veloces no sólo usan blasts, sino también ritmos rápidos en plan Hardcore acelerado al más puro estilo NAPALM DEATH.
La combinación de dos voces es un factor más de diversidad, junto a la inclusión de breves fragmentos con sonidos ambientales. En ciertos discos esto parece una maniobra concebida para rellenar, pero aquí sirven para “oxigenar” la música, para que el oyente no acabe asfixiado bajo el asalto continuo de agresividad sonora, y unido a la alternancia de ritmos consigue que el disco se pueda oír del tirón sin problema, aspecto en el que creo que grupos como ROTTEN SOUND harían bien en mejorar.
Eso sí, luego tienen una salida de tono bastante cuestionable con el penúltimo tema, “Murakami”, que a lo largo de ocho minutos se limita a repetir en plan casi Doom una secuencia de dos acordes -tres en la parte final-, con distintas intensidades y texturas y con unos curiosos ruidos de fondo. Muy bien hecho, la verdad, y además muy interesante y verdaderamente cautivador, pero se aleja del resto del disco en todo, en duración, en estilo, en estructura y en carácter.
El álbum fue grabado a lo largo del 2009 en Sydney y publicado un año después por Obscene Productions en Europa y Deepsend Records en EEUU, y cuenta con hasta cinco invitados a la voz, entre ellos sus compatriotas Jason Peppiatt de PSYCROPTIC y Jarrod Krafczyk, por aquel entonces aún en THE AMENTA. El responsable de los samples en esta banda, Timothy Pope, también les ayudó con los mencionados pasajes ambiental.
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