domingo, junio 09, 2013

LECHEROUS NOCTURNE- Behold almighty doctrine (2013)

Para empezar, no está de más aclarar que “lecherous” significa algo así como lujurioso, lascivo, dado a la concupiscencia, la promiscuidad, el exhibicionismo o cualquier otra práctica que pueda resultar ofensiva o molesta. Así que el nombre, lejos de ser lo que en nuestro idioma puede parecer, es una perfecta etiqueta propia del género que practican: Death Metal. Brutal Death, Brutal Death a la americana, Brutal Death técnico a la americana… alárguese la nomenclatura cuanto se quiera y aun así se estará lejos de emular la complejidad de la música encerrada en este difícil disco.

El carácter técnico no es el de OBSCURA o CYNIC, más tendente al virtuosismo instrumental o a la amplificación de las estructuras compositivas, sino que sus referencias provienen de bandas como HATE ETERNAL, primeros NILE o discos como el “Whisper supremacy” de CRYPTOPSY, es decir, brutalidad combinada con precisión y retorcimiento. Lo difícil instrumentalmente, más que la mera habilidad digital, está en la ejecución común por parte de los músicos, ya que las piezas están cargadas de irregularidades, ritmos difíciles de seguir, detalles milimétricos y filigranas varias, todo encajado minuciosamente y logrando sonar como un todo orgánico y vivo. Nada de técnica fría al servicio de la exhibición, sino al revés: Death despiadado que se permite hacer lo que quiere gracias a la solvencia técnica.

Ya avancé que el disco es difícil, y ciertamente lo es. No es un disco “atractivo”, no es pegadizo, no es accesible y no ayuda al oyente a entrar en él. Te tiene que gustar esta veta del extremismo musical para que quieras desentrañarlo, pero en tal caso ofrece placeres inigualables y un filón de sorpresas por descubrir. Especialmente la batería, que verdaderamente es el pegamento de todo el entramado, quien enlaza cada frase, rellena cada hueco y ata cada brizna. Sobre ella, o enredadas en ella, las guitarras crean riffs igualmente complejos pero supeditados siempre a su tiranía rítmica. La sensación de asfixia musical del conjunto, por momentos casi dolorosa, es todo un ejercicio de lujuria sonora llevada al límite, algo así como un hipotético híbrido resultado de cruzar a SUFFOCATION con THE DILLINGER ESCAPE PLAN.

Frente al citado “Whisper supremacy” (éste es el disco que más me viene a la cabeza, o el “Black seeds of vengeance” de NILE), “Behold almighty doctrine” ofrece algunos momentos de desahogo y ‘normalidad’, aunque escasos, como el principio de “Creation continuum” o el más breve de “Archeopteryx”, y pasajes lentos en ésta misma o aún más cortos en “Lesions of vicious plague” o “Caustic vertigo”, pero la ultravelocidad es el tempo básico. Por otra parte, el hecho de que las guitarras recurren a menudo a construir los riffs apoyándose en el registro agudo es una ayuda extra para entender los temas y poder seguirlos bien. Se descubrirá así que cada uno tiene su propia identidad y estructura y que están hechos con cabeza, pese a la aparente confusión o la falsa imagen de desorden.

La voz probablemente no sea del agrado de todo el mundo, porque no es la habitual en el género y se parece más a la de -nuevamente- el Mike Di Salvo de “Whisper supremacy”, es decir, gruñidos rasposos casi hardcorianos más que guturales profundos, pero al menos no se le puede reprochar falta de intensidad ni de entrega. El disco tiene unas discretas intro y outro de menos de un minuto cada una y un interludio (aunque lo titulen “preludio”) pianístico justo en medio de los ocho temas, todo perfectamente situado para enmarcar y distribuir la avalancha sónica, cuya duración resulta adecuada a la dificultad de su propuesta y a las innumerables escuchas que permite (y que de hecho necesita). En resumen, este tercer disco de LECHEROUS NOCTURNE es todo un ejemplo de “precisión psicótica”, como decían CANNIBAL CORPSE, o de “vértigo cáustico”, como dice uno de sus propios temas, ideal para fans de los grupos mencionados o de sus correlatos europeos en nombres como EMETH, GUTTED o DEATH DU JOUR.

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