martes, julio 03, 2012

BLOODSOAKED- The death of hope (2011)


Tercer disco completo de BLOODSOAKED, o lo que es lo mismo, de Peter Hasslebrack, integrante exclusivo de esta formación (aunque desde este año se hace acompañar por el guitarra de MALEBOLGIA Joseph Byron), al igual que ocurre con otras tantas bien conocidas como PUTRID PILE, INSIDIOUS DECREPANCY, THIRST OF REVENGE en España, y un largo etcétera. Tercero en su cuenta y me apresuro a decir que seguramente el mejor de los tres, el más logrado y el más variado, dentro de la poca originalidad habitual de este sujeto. La primera mejora que encontramos es la batería, compuesta por el estupendo batería de ATROCIOUS ABNORMALITY y ex-LUST OF DECAY Brent Williams, quien también participa como músico de sesión, y programada por Shane McFee. El sonido, aunque no está nada mal, peca del carácter artificial que suele tener casi siempre en estos casos (salvo la muy honrosa excepción del último disco de los mencionados THIRST OF REVENGE). Esta vez, como digo, no es de las peores e incluso está bastante bien, y además siempre se agradece el toque espontáneo de un batería al frente de los parches, haciendo sus redobles, sus rellenos, sus cambios e imprimiendo su propio estilo. En este disco es casi peor la grabación de las guitarras que la de la batería: no sé por qué, pero las producciones de BLOODSOAKED son en general bastante lineales, con poco relieve y poca gama dinámica, y este caso tampoco es distinto. Es uno de esos discos cuyos temas se reciben y disfrutan mejor por separado -unos más que otros, claro- que todos seguidos, porque la producción excesivamente aséptica acaba por limar sus diferencias y abotargar un tanto al oyente. La voz sale muchísimo mejor parada, con un registro menos unidimensional que en anteriores trabajos y una expresividad muy superior a la de los instrumentos.

En lo demás hay que alegrarse de que Hasslebrack haya introducido una apreciable variedad rítimica en los temas -no tanto en los riffs, que siguen abusando muchas veces de una inoperante regularidad-. Esta variedad se concreta tanto en los cambios dentro de cada tema como en los tempos de los temas comparados entre sí, de manera que hay unos más pesados como "Obsessed with hate" o "Consume the flesh" frente a otros más rápidos como "Infestation" o "Mauled", pero ninguno se queda todo el tiempo en una sola velocidad y además el disco no abusa de los blasts omnipresentes, otro punto importante a su favor. También hay estribillos reconocibles, pero nunca facilones, como en "Grinding your guts" o la mencionada "Infestation", en la mejor tradición de temas como el "Suicide" de su segundo álbum. Entre unas cosas y otras el disco consigue alzarse por encima de sus predecesores y lo hace por méritos propios, una lástima que la producción no le dé el empuje definitivo y el sonido orgánico que tanto le beneficiaría. Dejo para el final una observación que no es en absoluto anecdótica, sino que revela hasta qué punto cuesta hoy día que un grupo no suene a otras veinte mil cosas anteriores: el tema "No god" (del que se hizo un vídeo) es durante buena parte de su duración una recreación del "The angels venom" de MONSTROSITY del álbum "In dark purity" de 1999, en todos sus cambios, secciones y ritmos. Lo relevante es -asumiendo que nadie va a ser tan tonto de plagiar deliberadamente a grupos consagrados- que el inconsciente colectivo traiciona a los músicos mucho más a menudo de lo que solemos pensar, y este tema es posiblemente una de las mejores pruebas.

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