lunes, octubre 10, 2011

SUBLIME CADAVERIC DECOMPOSITION- Sheep 'n' guns (2011)

Cuarto disco de un grupo que en su momento estuvo entre lo más cafre, inhumano y desfasado que dio el mundo de la música extrema. Sus dos primeros discos, sin títulos ni letras y hechos a base de un Grindcore espeluznante y caótico, eran pura guturalidad vomitiva, en consonancia con la portada de su debut. Gruñidos, pastosidad, gritos y ruido eran su fórmula magistral. Luego llegó el año 2007 y el álbum “Inventory of fixtures”, con el que decepcionaron a muchos y encandilaron a otros tantos. Era un disco muy diferente a los anteriores, pero un gran disco, innovador sin dejar de ser agresivo, abierto de miras, inspiradísimo y muy disfrutable. Ahora vuelven con este cuarto “Sheep 'n' Guns” en una línea parcialmente similar pero bastante más conservadora.

Las audacias del tercer disco han quedado bastante reducidas y se limitan ahora a algunos pasajes con mucho Groove (“Cogs and wheels”, “The yoke of slavery”, “The phantom of pleasure”) pero que están dispersos en medio de un estilo muy convencional y que además ya no son tan atractivos una vez que el grupo ha adelgazado su sonido considerablemente. Es decir, la fusión de Goregrind y carácter groovy y pegadizo da estupendos resultados en bandas como THE DAY EVERYTHING BECAME NOTHING, pero aquí parece casi un pegote, básicamente porque no hay nada Goregrind. El porcentaje mayoritario de la música es Grindcore/Hardcore sin más historias, y en medio aparecen pasajes más “amenos”, animados, casi simpáticos, con una impresión final un tanto artificial y por momentos hasta frívola.

Por otra parte, la principal referencia musical son NAPALM DEATH, a veces incluso rayando en la imitación descarada. Los NAPALM DEATH más modernos (“We plead guilty”), los más clásicos (“Part of happiness”), los más hardcoretas y marchosos (“A flash of lightning”), pero NAPALM DEATH al fin y al cabo, y de ahí no salen mucho salvo en los citados fragmentos Groove. En algún punto (“Repayment in kind”) suenan a unos CARCASS del “Necroticism” con todo su empuje vigoroso, pero es un espejismo. En general se trata de un disco que se mueve en terrenos muy ordinarios y que va a lo seguro, aunque por lo demás no tiene nada reprochable. Es variado, es pegadizo, está bien trabajado, la producción es estupenda y los temas cumplen más que de sobra. Está muy por encima de otras propuestas más chabacanas, sin duda, pero le falta la chispa de genialidad que, al margen de cambios de estilo, hasta ahora el grupo siempre había tenido.

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