miércoles, septiembre 28, 2011

PATHOLOGY- Awaken to the suffering (2011)

Mucho han cambiado los psicópatas de PATHOLOGY a lo largo de sus cinco discos. También en formación, por supuesto, así como en el aspecto lírico y en las portadas, pero me refería a la música. Cinco discos en seis años es una media muy alta, poco frecuente para muchos grupos, y en su caso muestra además una evolución musical que impresiona aún más teniendo en cuenta ese poco tiempo entre disco y disco. Tal evolución ha supuesto un cambio de estilo que quizá no agrade a todos por igual pero al que no creo que se pueda acusar de poco coherente. Empezaron en las cloacas de la depravación más vomitiva y gutural, aunque ya apuntaban maneras, y para su tercer “Age of onset” las cosas habían dado un giro considerable. En parte hay más cambio con ese disco que tras él, aunque lo que han hecho después ha seguido avanzando en cuanto a renovación interna.

Hasta seis vocalistas han pasado ya por el grupo, contando al actual Jonathan Huber, un Tim Tiszczenko que desapareció durante un tiempo –si bien ha participado en todos los discos- y que ha oscilado entre la guitarra y el bajo según necesidades, formación de trío, de cuarteto o de quinteto en cada uno de los distintos momentos, un Dave Astor a la batería que resulta ser el único miembro permanente desde el comienzo… Esa es a grandes rasgos la agitada trayectoria de PATHOLOGY. Por el camino estuvo el ínclito Matti Way berreando en los álbumes del 2009 y 2010, los dos primeros de la “nueva época”.

Como decía, desde su álbum debut se veía ya un gusto por los riffs audibles y el sonido cortante, en el siguiente los temas ganaron en duración (y el total del disco también) y en su tercera entrega la variedad empezó por fin a fluir, especialmente en la batería y los tempos en general, e incluso aparecían elementos melódicos en “Gestation begins” que se repetirían luego en temas del “Legacy of the ancients” del 2010 como “Afterlife” o “Collapsing in violence”, aunque siempre de forma anecdótica.

Y llegamos al 2011 y a este “Awaken to the suffering” con un nuevo giro de tuerca: más Slam que antes, solos de guitarra en la mayoría de temas, un par de instrumentales (una de ellas una breve acústica para cerrar), letras decididamente centradas en temas políticos y sociales, producción aún más brillante y sonido perfectamente nítido suponen un buen puñado de novedades, mientras que en el capítulo del continuismo tenemos los riffs asesinos, la voz cadavérica y una batería que sigue funcionando como si fuese un martillo hidráulico, es decir, las bases del universo PATHOLOGY intactas. Algunos pasajes les han quedado algo genéricos, sobre todo ciertos riffs cromáticos en palm-mute (es un ámbito que de por sí no ofrece mucha variedad, y si no que se le pregunten a tantas y tantas bandas Slam), pero salvo esos detalles los temas brillan con luz propia y dan la talla más que sobradamente, con momentos especialmente estelares en “Opposing globalization” o “Humanity’s cesspool”.

Con este último trabajo no creo que nadie eche de menos tiempos pasados ni en la música ni en la voz, porque los PATHOLOGY actuales son los mejor engrasados, más personales, incisivos y depurados que hemos visto desfilar hasta ahora, pero no han perdido ni una pizca de brutalidad. Han dejado atrás, es cierto, la pertenencia al sector más cerril y cafre del género, que también es el más limitado a la hora de confeccionar una trayectoria de largo alcance. Algún fundamentalista habrá que los maldiga, pero su música de hoy día es mucho más rica y creativa y su contundencia y agresividad son exactamente las mismas. Este disco supone un nuevo paso adelante en la admirable carrera de uno de los grupos extremos con un futuro más esperanzador para el género.


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