sábado, junio 11, 2011

IN FLAMES- Sounds of a playground fading (2011)

Todas esas reseñas que se basan en decir “este disco es malo porque ya no hacen Death” o cosas parecidas me parece que equivocan el tiro. Los grupos son libres de cambiar de orientación si les da la gana y nadie es quién para criticarles por ello. Hoy día nadie compra un disco sin haberlo oído antes y no vale la queja de que te han estafado incumpliendo las expectativas creadas, como pasaba hace unas décadas. Si quieren cambiar son libres de hacerlo, y si a ti te parece mal no lo compras y en paz, pero eso no lo convierte en un mal disco. El “Reload” no era malo porque METALLICA hubieran dejado de hacer Thrash Metal, sino porque era malo, sin más. Malísimo. Pero si en vez de eso hubieran grabado, qué sé yo, el “Powerslave” o el “Defenders of the faith”, estos no dejarían de ser buenos sólo por el cambio de estilo, y de igual manera CRYPTOPSY pueden grabar un disco acojonante de Deathcore o KREATOR en su día uno de Gothic y habría que juzgarlos como tales discos de Deathcore y de Gothic. Supongo que se entiende por dónde voy y cómo enfoco los discos de los muy vilipendiados IN FLAMES.

En cualquier caso, en este su décimo disco apenas hay Nu Metal ni Metalcore, para tranquilidad de la parroquia, sólo Metal melódico moderno, muy melódico y muy moderno. Los suecos parecen haber terminado de encontrarse a sí mismos en un punto de equilibrio fabuloso, donde maduran toda su evolución más reciente con pleno convencimiento y orgullosos de lo que hacen. Y lo hacen muy bien, mejor que en todos sus últimos intentos. Están inspirados y lo plasman en trece temas descaradamente diseñados para ser recordados y coreados a pleno pulmón. Estribillos muy pegadizos, pegajosos incluso, basados en las líneas vocales, de fácil escucha y rápida asimilación.

Es una fórmula de consumo rápido y poco perdurable, sí, pero ese es el terreno en que se mueven y, partiendo de esa premisa, lo hacen verdaderamente bien, aunque también es cierto que abusan de las armonías maidenescas y de las bajadas de tempo al llegar al estribillo, y cuando ya han usado este recurso varias veces empieza a oler un poco. La impresión final es que el disco tiene un aire ligeramente premeditado, pero en el fondo es normal, no son unos novatos, están en una gran compañía y calculan bien lo que hacen a partir de una idea previa, sin que tampoco se pueda decir que el disco les venga más de la cabeza que del corazón, porque no sería verdad.

Y, por otra parte, la producción es excelsa: la cantidad de detalles superpuestos, de capas sonoras y de arreglos de sintetizador son dignos de oír una y mil veces, sobre todo con cascos. Un trabajo de estudio sublime y perfectamente ponderado para que nunca resulte recargado. Siempre pienso que un gran tema es el que puede defenderse lo más a pelo posible porque lo respalda una gran idea, y quizá en este disco los temas no dan lo máximo posible, pero la producción sí, y un disco, que al fin y al cabo es lo que se valora aquí, es más que unos temas, es el arte gráfico, la portada, las letras, la producción, etc.

Al mismo tiempo el disco es guitarrero de narices y tiene riffs en cantidad más que aceptable, en el mencionado estilo de Metal moderno pero riffs, y además con un sonido crujiente y denso. También usan guitarras acústicas, con muy buen gusto y con un magnífico sabor clásico (el propio principio del disco es un buen ejemplo), hay solos armonizados en bastantes temas, como “Deliver us” o “Where the dead ships dwell”, y breves partes aún más melódicas, casi soñadoras, como en “All for me” o una más larga, meditativa y nostálgica en “A new dawn”. Y luego está esa joya llamada “Fear is the weakness”, con un ritmo trepidante y un crescendo portentoso hacia el estribillo, un tema además que por estilo casi podría estar en el disco “Colony”, con esas florituras melódicas de las guitarras, nuevamente armonizadas al estilo que en otro tiempo era lo habitual en el grupo.

También añaden dos temas más relajados, a modo de interludio o para dosificar la intensidad y dar un respiro, “The attic” y “Jester’s door”, dos temas estratégicamente situados, distintos entre sí pero ambos de ambiente y carácter sombrío, sobre todo el segundo. El disco, como se ve, es variado en ambientes y sonoridades, también en velocidades, con canciones rápidas como “The puzzle”. Quizá en conjunto resulte algo largo y le sobre algún tema, tal vez “Darker times”, algo más anodino que los demás, y también sobraría el minuto final de “The puzzle”, mientras que el minuto y medio final de “Liberation” está justificado por ser el final del disco. Este último tema, por cierto, es estupendo, y eso que es el último: un tema de estribillo cautivador y método compositivo Pop, es decir, melodía acompañada por acordes y sin que haya riffs que lo articulen, un estribillo que podrían haber compuesto perfectamente SCORPIONS (de hecho cada vez que lo oigo no puedo dejar de imaginarlo sonando con la voz de Klaus Meine). Y con esto concluye el disco. Para gustos hay colores, y cada cual que juzgue, decida y disfrute con lo que más le guste, que la oferta es amplia.

2 comentarios:

Kolikotron dijo...

Peazo de disco!!
Descargado, oido y funcionando a todo volumen en mi mp4, gracias por la recomendacion...
Saludos

P.I.G. dijo...

Me alegro! Un saludo.