sábado, junio 04, 2011

CHILDREN OF TECHNOLOGY- It's time to face the Doomsday (2010)

Otra pandilla de camaleones jugando a querer ser alguien que no son. Será dejarme llevar por prejuicios, pero después de ver fotos de estos italianos la percepción de su música ya no es la misma, después de ver cómo se han currado a conciencia el uniforme completo hasta reunirlo todo: las cadenas, las crestas, los parches de grupos escogidos, las camisetas en la misma línea, pantalones raídos, tachuelas, alcohol, tabaco y, por supuesto, la pose. Todo perfectamente deliberado y todo reconstruido hasta el último detalle, todo muy premeditado y artificial, hasta convertirlos en unos auténticos punkis de postal, como decían en sus tiempos LA POLLA RECORDS.

Estamos en pleno siglo XXI y estos tipos no son G.B.H., ni DISCHARGE, ni los EXPLOITED, ni ASSÜCK, ni la cafre de Wendy O. Williams cresta en ristre montando broncas de verdad en medio de cargas policiales y escándalos públicos, y es inevitable sentir un tufillo a niños bien metidos a punkis de fin de semana por parte de estos CHILDREN OF TECHNOLOGY. Al fin y al cabo hoy día todo el mundo tiene un grupo y al final en un 99% se trata de bandas de aficionados, así que no es difícil ponerse el disfraz y hacer un poco el ganso el sábado por la noche, mamarse, tirar unas fotos, tocar tres riffs mediocres y creerse alguien.

Quizá me esté equivocando, pero estas cosas se notan, se ven de lejos, y encima en este caso la música lo confirma: la pose externa se prolonga en el saqueo sin escrúpulos que llevan a cabo con la música de POISON IDEA. Lo que aquí se traduce en ocho temas ramplones que mezclan los rasgos más previsibles de VENOM o MOTÖRHEAD con regustos de grupos como BROKEN BONES o CHAOS UK pero en pretendida versión festiva. Y luego está toda la supuesta ambientación post-nuclear, que en realidad no va más allá de cuatro tópicos y unos títulos descaradamente ostentosos y que no se aproxima ni de lejos a la que encontramos en los debuts de grupos como ATTILA o, sobre todo, CARNIVORE.

Y el caso es que luego la música resulta entretenida, pero “entretenida” es tanto como decir que da para un rato y ya. Concretamente, para los veinticinco minutos que sus cabezas han sido capaces de engendrar, lo que tampoco dice mucho de ellos. Como digo, es resultona, da el pego y te hace llevar el ritmo durante un rato mientras estás a otra cosa, pero que no sea desagradable o molesta no la convierte en música valiosa, y pasado ese rato de entretenimiento facilón e impersonal quizá sea más interesante volver a grupos infinitamente más originales, creativos y además auténticos como AMEBIX o CRUMBSUCKERS. O, ya puestos, a los propios POISON IDEA.

No hay comentarios: