No sé qué criterio
siguen o el grupo o la compañía para decidir que esto es una Demo, pero es un
pedazo de disco como la copa de un pino. Un disco acabado, maduro y además
impresionante, surgido del infierno más pútrido y del horror más abyecto, una patada
de Death Metal repugnante como si cien hordas de demonios le comiesen las
tripas a Jesucristo clavado en la cruz. Una especie de abominación contra la
vida y el ser humano convertida en música oscura y asfixiante, sin rollos retro,
sin imitaciones a los suecos, sin oportunismo de revival Old-School, sólo Death
crudo y denso, por momentos arrastradamente Doom, y poseído por un sentido de
maldad y esoterismo sencillamente irresistible.
Basta el comienzo para
entrever de qué va esto, bastan los primeros segundos, el primer grito, el primer
riff, el sonido, la atmósfera… Todo es hipnótico, lúgubremente hipnótico. Cada
instrumento se une a los demás para crear una música distinta, poderosa a la
vez que tétrica y con un poder de sugestión inmediato. Especialmente la
batería, gracias a su imaginación, variedad y eficacia, metiendo redobles,
cortes, cambios, infinidad de sonidos… Aunque las guitarras también tienen enorme
culpa en el resultado, con un feeling difícil de encontrar hoy día, en las
antípodas de lo digital y lo aséptico, repletas de bendings, slides, arpegios
tenidos, trémolos casi Black, y en general un despliegue de efectos fabuloso… Y
qué decir de las voces -y las nombro en plural porque son muchas-, tan
tenebrosas e inhumanas como todo lo demás… La verdad es que cuesta elegir quién
sobresale aquí, y si he mencionado la batería ha sido casi por casualidad.
Gritos, desgarros, gruñidos
cavernosos, fuerzas maléficas que emergen desde el abismo, seres sin rostro vagando
entre tinieblas… Y todo para ejecutar unos temas que rebosan inspiración, buenas
ideas y riffs directos -incluso durante los diez minutos y medio de “The mother’s
blade”-, pero cuyo mérito no es sólo causar una fuerte impresión de primeras, sino
que soportan el paso del tiempo y todas las escuchas repetidas que uno quiera
darles. Hay infinidad de detalles en los que fijarse, tanto de sonido como de
ejecución, las guitarras tejen texturas alucinantes a base de planos
superpuestos, se contestan una a otra, dibujan frases agudas que se oponen a acordes
y arpegios, la batería no cede en su incansable repiqueteo paroxístico ni en su
exploración sonora, las voces se responden, se alternan, se solapan… El disco
se puede escuchar en su vertiente más descarnada y primaria, o se le puede
prestar atención a toda esa gama de detalles y sutilezas, y en ambos casos
resiste a la perfección.
Volviendo al principio,
esto es una Demo más que nada porque se ha publicado en formato cassette, pero elegir
un determinado soporte físico no tiene que ver con el nivel de preparación, la
calidad de la grabación y el acabado final, que en este caso son todos
sobresalientes, mientras que el concepto de Demo se asocia más con un producto provisional
hecho de forma rápida. La edición de “MMXIII” es de hace poco más de un mes,
pero rápidamente las copias del grupo se agotaron entre venta directa y envíos
a diferentes distribuidoras, el sello Invictus Productions ha seguido con su
comercialización y anuncia planes para editarlo en formato CD y también
posiblemente en vinilo, además de tenerlo disponible como descarga en su
Bandcamp a un precio muy razonable. Lo que no he podido encontrar son las letras,
pero si realmente hablan de algo tan poco habitual pero a la vez tan apropiado
para el género como las predicciones demográficas de Thomas Malthus, será un
aliciente más para confirmar el extraordinario nivel de este engendro venido
del inframundo.
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