Comatose no suele
editar discos malos o por debajo de un mínimo de calidad, es un sello profesional
que se ha ganado un merecido prestigio a lo largo de los años, pese a no
prodigarse mucho (o quizá justamente por eso). EXHUMER cumplen con su segundo
disco todas estas previsiones y mejoran con creces el debut de hace cinco años,
pero tampoco es que vayan mucho más allá. Si aquel disco, de puro obsesivo y
extremo, resultaba indescifrable, ahora se han alineado junto a compañeros de
sello como DISFIGURED o NECROTIC DISGORGEMENT, bandas de la “competencia” como
HORDE CASKET, ABDICATE o FUMES OF DECAY, o recién llegados tipo EUPHORIC
DEFILEMENT, todos ellos caracterizados por practicar un Brutal Death rápido y
de corte inequívocamente americano, pero a la vez dinámico, fresco y nítido, en
la estela de luminarias como LUST OF DECAY o los PATHOLOGY post-gore. Hasta la
portada recuerda a las de “Amputated gorewhore”, “Slab of infinite butchery” o
“Devouring the excavated”, con el santo y seña del inconfundible Jon Zig.
De aquel debut sólo
permanecen el bajista y el guitarrista, suficiente para conservar el núcleo
compositivo. Las nuevas incorporaciones a la batería y a la voz hacen su papel
como podrían haberlo hecho un millón de músicos más, es decir, sin desviarse un
milímetro del registro más convencional y ortodoxo y sin aportar nada
propiamente individual. La música es, como apuntaba, amena, inteligible y bien
fraseada, y sus detalles son expuestos en primer plano gracias a una diáfana producción.
Lástima que esos detalles se queden a medio explotar, porque todos los temas se
parecen demasiado y se ciñen a unas pocas pautas, sobre todo en los ritmos de
batería y en las estrofas vocales, ya que en el diseño de los riffs hay que
alabar el intento por alejarse de la regularidad rítmica y un notable uso del
registro medio-agudo. Viene a ser una continuación de su limitación letrística:
“necrosis”, “corroded remains”, “decomposition”, “putrescine”, “enzimas
podridas” (así, en español)… Que sí, que nos ha quedado claro que el disco se
titula “Degraded by sepsis”, pero ni esto es un álbum conceptual ni el asunto
da para tanto, aparte de que en su debut andaban ya mareando con putrefacciones
y necropsias, pero al menos entonces lo recargaban tanto que resultaba
atractivo.
El primer tema resulta excitante
y prometedor porque ofrece de golpe todos los rasgos positivos de esta nueva
orientación de EXHUMER, lo malo es que tras él no hay más en ninguno, los
blasts terminan por aburrir -aparte de que están algo altos en la mezcla- y los
riffs incluso se parecen entre sí no pocas veces. Aun así el disco mejora hacia
el final, desde “Adipocere corporal glue”, luego surge misteriosamente el
fenomenal tema-título “Degraded by sepsis”, que relanza el interés, la variedad
y la inspiración perdidos por el camino, y cierra “Putrescine” manteniendo
bastante alta la media. Por último, hay que reprocharles seriamente a estos
italianos que no sean capaces de componer más de veinte minutos de música por
disco, incluso mediando cinco años entre uno y otro. Los tres temas ambientales
son lo que son y no se les puede llamar de otra forma: relleno. Ni interludios,
ni creación de atmósferas, ni dosificación de la intensidad ni pamplinas en
vinagre: relleno puro y duro. No sé en qué piensan cuando hacen estas cosas,
pero estos pseudotemas no se graban solos, son fruto de una decisión
consciente, en algún momento alguien en el grupo tiene que haber hecho la
propuesta, tiene que haber habido conversaciones sobre cómo serán, cuántos
serán, cuánto durarán, y al final del todo los han grabado. ¿Y en ningún
momento se les pasa por la cabeza si no le estarán echando morro ni tienen un
instante de autocrítica?
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