Ya no es por discutir
el asunto de la duración de los discos, que si menos de media hora es demasiado
poco, que si mejor eso que meter rellenos, que si sigue valiendo la máxima del
“Keep it simple”… pero es que este disco no llega a los catorce minutos de música,
y eso es un hecho objetivo. Su anterior EP era más largo, incluso descontando
la versión de PROSTITUTE DISFIGUREMENT. Porque luego parece que a uno le gusta
quejarse por costumbre, si es corto porque es corto y si tiene relleno porque
tiene relleno, pero no es así: el problema es que ocurran las dos cosas al
mismo tiempo. Los rellenos sólo molestan precisamente cuando el resto es escaso,
o malo, o ambas, y en este disco ocurren todas estas cosas a la vez y a lo
bestia.
Siete temas, con la
mencionada duración global, acompañados de una intro ambiental de dos minutos,
una outro que la retoma y continúa a lo largo de nada menos que cuatro minutos,
que ya hay que tenerlos cuadrados, y de propina un remix en plan Techno
maquinero que no pega con nada de lo que musicalmente plantea el grupo en los
temas “normales”. Y estos, por su parte, son iguales a los de otras cien mil
bandas de Slam cruzado con Goregrind, son genéricos, prescindibles y faltos de
toda personalidad. Temas que se mueven por debajo de los tres minutos junto a
otros que parecen simples bocetos o retales sobrantes. Sólo el tema-título y la
final “Ignoring rules” parecen algo más sólidos y exhiben además suficiente variedad
rítmica.
Para colmo, abusan de
los armónicos en casi todos los temas, hasta el punto de que varios empiezan
casi igual, muchísimos riffs tienen la misma estructura, las partes Slam son de
lo más previsible y la voz repite una y otra vez las mismas inflexiones. El
nombre del grupo era llamativo, parecía distinto y hasta interesante, al igual
que la portada del disco, y además lo publica un sello que está muy activo en
el género y en general bastante acertado descubriendo grupos como sus
compatriotas 7 H TARGET, pero aquí han patinado estrepitosamente. La música es
entretenida dentro de su impersonalidad, es brutal y cafre y cerda, y la
producción no está mal, pero el disco en su conjunto parece un chiste.
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