domingo, julio 27, 2014

HIERONYMUS BOSCH- The human abstract (1995)

Baste este disco como carta de presentación de los tres que editaron durante su trayectoria HIERONYMUS BOSCH y como reivindicación de toda su carrera. No sé si tendrán renombre en su Rusia natal, pero en nuestro contexto occidental pocas veces los he oído mencionar, y eran un gran grupo dotado de imaginación, de gancho, de sutileza, de técnica y de buenos temas. Hacían algo que en general puede llamarse Death Metal Progresivo, pero que en realidad daba cabida a más tendencias propias o no del Death y que además no siempre era progresivo: a veces tenía algo de Death técnico, otras veces de melódico, a veces de sinfónico y ocasionalmente hasta de ambiental. Todo siempre muy bien integrado entre sí, muy discretamente, sin grandes aspavientos. Su estilo da sensación de pulido y sus temas de cosa hecha con esmero y bien rematada. Cada uno tiene su propia personalidad y es reconocible, sin necesidad de perderse en filigranas técnicas para alardear ni de complicar los ritmos ni las estructuras más de la cuenta. Hacen la música que les gusta, y la música que les gusta se queda constreñida en las barreras convencionales del Death clásico y tiene que ir más allá por un impulso natural y necesario.

El grupo se separó hace poco más de cuatro años tras haber publicado una discografía notablemente escasa: tres discos en diecisiete años. Escasa y escueta, porque aparte de estos discos no se diversificaron mediante Splits, EPs, directos ni, al parecer, ningún otro formato que les distrajese de esta línea principal de actividad. Eso sí, hay que contar que entre el debut y su continuación pasaron la friolera de diez años. Realmente el grueso de su obra pertenece ya al siglo XXI, no solo por volumen de producción, sino por calidad, por refinamiento, por madurez total. Aun así elijo este debut como estandarte del grupo porque es un justo representante de las virtudes del mismo a lo largo de toda su carrera, incluso aunque esta mejorase mucho hacia el final. Sin ser el mejor de sus tres discos, es un trabajo excelente, creativo, inspirado, de una rara calidad musical a todos los niveles. Se queda corto y a la vez le sobran algunas cosas, pero incluso con esto alcanza una altura sorprendente, más aún tratándose de un debut.

Probablemente su disco más logrado es el "Artificial emotions" del 2005, el de mayor plenitud y el más equilibrado, mientras que su último "Equivoke" del 2008 puede resultar por momentos demasiado recargado y padece quizá de cierta artificialidad en algunas composiciones, aunque esto es cuestión de gustos y ciertamente es un trabajo inmenso, en todos los sentidos. En este primer álbum se presentan con toda su frescura y a la vez con verdadera fuerza, siempre dentro del deseo global de crear una música ambiciosa y sin ataduras. Sin embargo, de sus nueve temas dos son meros pasatiempos de poco más de un minuto: "Black Lake Blues", un blues en toda regla que pega un cantazo terrible y no encaja ni con calzador, y el breve epílogo "Expectation of autumn", que por carácter parece querer ser algo más que un 'outro' pero que luego no llega al nivel de un tema normal, no se entiende muy bien que, con la inspiración e imaginación que demuestran, bajen el nivel con este amago de 'outro', o que al menos no lo estiren en forma de una verdadera instrumental a modo de cierre, remansada, tranquila, con unas evocadoras frases melódicas por encima de sus insistentes tres acordes repetidos una y otra vez... Estos dos temas claramente rompen la tónica del disco, y si mentalmente los borramos y vemos el conjunto sin ellos, se queda reducido, como decía, a siete temas en media hora. Muy poco para el carácter de su música y para el poderoso impulso creativo del grupo.

Habrá que considerarlo un fallo achacable a su falta de experiencia y a su condición de grupo nobel, y, mejor aún, habrá que disfrutar del resto de temas. "Petra Scandali" -todo un temazo y uno de los mejores momentos del álbum-, "Mental perfection" y "Doubt soul" representan lo más genuinamente progresivo, con sus disonancias, ritmos irregulares, expansiones técnicas y cambios de todo tipo. El tema-título y la apertura con "The apogee" se adentran en aspectos más melódicos, sobre todo el primero, y alcanzan un altísimo nivel de sugerencia y expresividad gracias a sus motivos melódicos agudos y sus ambientes de ensoñación. Luego está el extraño "Thought racism forms", y digo extraño porque es un tema de más de cinco minutos en el que durante casi su primera mitad ocurren pocas cosas, prevaleciendo los valores ambientales, por momentos casi de banda sonora de película, y hacia el final se enredan más de la cuenta en la repetición de ciertas frases. Y por último merece un lugar especial la instrumental "The gardens of earthly delights" (título del celebre tríptico del pintor que da nombre al grupo), un tema redondo, magnífico, sólidamente construido y brillantemente ejecutado, en el que cada instrumento se expresa dando lo mejor de sí mismo. La reedición del 2004 incluye como bonus dos de los cuatro temas de la Demo de 1994 "Petra Scandali", justo los que no regrabaron para este debut, aunque podrían perfectamente haberlo hecho, ya que tienen el mismo estilo y la continuidad estaba asegurada. Es un buen extra que compensa las pequeñas deficiencias del disco y que lo confirma como una excelente puerta de entrada para todo el que quiera descubrir y conocer a estos HIERONYMUS BOSCH.

No hay comentarios: