sábado, mayo 18, 2013

BIRTH OF DEPRAVITY- The coming of the ineffable (2012)

El Death griego no ha parado de crecer en los últimos tiempos, con nombres de largo recorrido como OBSECRATION a los que se han ido añadiendo los más recientes DEAD CONGREGATION o RESURGENCY. El equivalente en el Brutal Death serían los ya clásicos INVERACITY junto a grupos asentados durante este milenio como MASS INFECTION, HUMAN REJECTION o TERRORDROME, y finalmente nuevas incorporaciones como CEASE OF BREEDING, ABNORMAL INHUMANE o BIRTH THROUGH GORE (nombre parecido al de quien nos ocupa, y más proclive aún a la confusión si pensamos que su disco del 2012 se titula “Reign of depravity”). Ciertamente, la tendencia a la endogamia está presente en todas partes del planeta, apenas hay escuelas nacionales -salvo donde las hubo desde un principio, caso de Holanda o los países nórdicos- y tampoco en Grecia se libran, como queda claro. Al menos estos BIRTH OF DEPRAVITY aportan cosas propias que les ayudan a llamar la atención en medio de la avalancha de compatriotas.

En principio esto es Brutal Death a la americana sin más misterio, pero sobre esta base bien conocida añaden ciertos elementos: el más llamativo, el gusto por moverse en la tesitura aguda más que en la grave, de manera que las guitarras parecen ejecutar una sucesión continua de frases solistas. El resultado es algo parecido a imaginar a SPAWN OF POSSESSION creyéndose DISGORGE. No está nada mal, y desde luego ofrece más posibilidades que el quedarse sólo en los primeros trastes del instrumento, registro que también usan cuando les conviene (“Enslaved in somnium”, “Misconceived superiority”, etc.), demostrando que no rehúyen los riffs simples y de pocas notas, pero que tampoco es ésa su principal aspiración.

Otro punto a su favor es que la batería se integra bastante bien con los demás instrumentos a la hora de estructurar los riffs y no se limita a marcar el ritmo sin más. A diferencia de tantos discos en los que acaba siendo poco más que un elemento de fondo y dando la sensación de que un mismo patrón podría acompañar cualquier riff por distinto que fuese, aquí la batería sí tiene relevancia. Aparte de colaborar en los riffs, también dirige los cambios de unas partes a otras dentro de los temas, y en general todos los músicos trabajan juntos. Además, pese a ser Brutal Death, muy a menudo los tempos rápidos no están hechos a base de blasts, sino a la manera tradicional de batería rápida a contratiempo, lo que le da un punto bastante retro y una variedad interesante.

Sin embargo, no siempre siguen los procedimientos explicados y muchas veces caen en lo previsible y lo ordinario, e incluso dentro de sus riff/leads no todo el material es interesante o igualmente inspirado. El resultado, como tantas veces, es que la mayoría de los temas se parecen demasiado. Por otra parte, la variedad rítmica no va mucho más allá de los dos tempos principales, el rápido y el ultrarrápido, y las ocasionales partes pesadas en medio, de manera que al final la aportación de los leads continuos pierde chispa y se difumina en ese mar indiferenciado. El paso de “Patterns of hatred” a “Dehumanization by Hellfire” es un claro ejemplo, de hecho son tan parecidos que uno se pregunta si lo han hecho adrede.

La voz también podría mejorar y ganar en variedad, aunque al menos tiene dos registros, el gutural de siempre y uno áspero y rasgado que a veces recuerda a los NAPALM DEATH más vociferantes. Lo mejor lo consiguen  cuando superponen los dos, como en “Dehumanization by Hellfire” o ya desde el primer tema, “Enormous voracity”. Y la producción, mediocre y con un sonido poco más que decente, les quita buena parte de la potencia que podrían tener, aunque refuerza el carácter retro tan peculiar ya mencionado.

Para el final dejan el estupendo “The coming of the ineffable”, que demuestra por contraste todo lo que he dicho: este tema sí tiene personalidad, respira y fluye mejor que la mayoría, también usa las fórmulas descritas (voz, leads, batería, ritmos) y consigue no caer en los errores del resto del álbum. En realidad lo que plantea da para mucho más e inexplicablemente lo dejan poco más que esbozado, otra prueba de que el grupo tiene talento pero aún debe pulir muchas cosas. En general ésa es la impresión que deja el álbum, la de contar con ideas propias -de las que tal vez ni son conscientes del todo-, talento, inquietud y sobrados recursos técnicos, y sólo les falta ordenarlo bien para poder sacarle el máximo partido.

(Originalmente publicado en Xtreemmusic.com)

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