El sello holandés Vic Records ha reeditado este portentoso disco que durante muchos años estuvo fuera de catálogo y del cual no se hacían nuevas reimpresiones. Ahora por fin recibe el trato que se merece y que está a la altura de su fantástico contenido musical. No se entiende que alguien haya tardado tanto en dar el paso, ya que se trataba de una de las obras supremas del Black Metal, un objeto de culto quizá no muy conocido por las grandes masas pero decididamente toda una joya, una gema oculta, una maravilla que ahora tendrá la oportunidad de poder ser conocida y valorada por quien aún no la conozca.
Al margen de que el grupo lo fundara Pest de GORGOROTH a finales de los 80, la contribución de OBTAINED ENSLAVEMENT ya solo por este disco no se puede pasar por alto. Salió en el año 1994 y marca todo un paradigma de Black primitivo, corrosivo y desquiciado, con todo su despliegue de voces agónicas, riffs funestos, melodías emblemáticas, ritmos épicos junto a terribles estallidos de velocidad, arpegios, blasts, pesar y muerte a partes iguales en un disco cuya escucha supone toda una aventura para los sentidos y el espíritu.
Y ocupándonos ya de la propia reedición, que en realidad es de lo que trata la reseña, hay que decir que… le ha faltado poco para alcanzar la perfección, la misma que sin ninguna duda atesora el álbum original. Han añadido -remasterizadas- las dos Demos del 92 y el 93, de seis temas cada una de ellas, con lo que el disco ofrece 21 temas en una hora larga de música y, sobre todo, brinda la ocasión valiosísima de escuchar al grupo haciendo Death Metal cavernoso y gutural antes de cambiar de estilo, todo un documento impagable.
Lo malo, la decepción y la gran ocasión perdida, es que el “libreto” ni siquiera es tal, sólo es una hoja doble con unas notas de agosto del 2010 a cargo de Pest y la lógica lista de créditos y datos técnicos. Se supone que hay unas “rare pics”, pero son pequeñas y tampoco son nada del otro mundo, y sobre lo del “new artwork” que pregona la misma pegatina promocional… no veo qué ventaja supone, más bien al contrario: la portada original, aun siendo casi igual, tenía un aire más sobrecogedor, y el reborde labrado también le daba cierta maléfica majestuosidad. Creo que no han podido conservar el diseño original por problemas de concesión de derechos, vale, pero el logo… ¿por qué cambiar el logo, aunque sea mínimamente? ¿por qué “aclararlo” y hacerlo más legible, por qué quitarle esa fascinante reminiscencia que tenía del de los primeros NAPALM DEATH y unía a los dos grupos en un mismo aura de genuinos y oscuros pioneros, lo que en verdad eran ambos?
Pero lo peor no son esas “minucias” casi decorativas, sino sobre todo el no haber hecho un libreto extenso que dé cuenta de la biografía del grupo, traiga las letras de los temas e incluya fotos verdaderamente impactantes, como mínimo. Era el momento perfecto y lo han desaprovechado. Y además: estamos en el año 2011 y no se puede ignorar el hecho fundamental de que los “discos” deben ofrecer más que un contenido musical que, como todos sabemos, tiene vías mejores para ser transmitido.
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