Vaya, con esta portada
quién podría esperar que este no fuese uno más de tantos discos clónicos de
Thrash Metal ochentero. Pues no lo es, o no con la desvergüenza de otros.
HELL’S DOMAIN no eligen a un grupo para hacerle un duplicado exacto, como
BONDED BY BLOOD hacen con EXODUS, NEKROMANTHEON con KREATOR, los ANTICHRIST
suecos con SLAYER, los AMOK escoceses con ANTHRAX, etc., sino que tocan un
Thrash estilo Bay Area que, inevitablemente, no puede escapar de sus
influencias obvias, lo cual es muy distinto.
Como decía, la portada
de Ed Repka despista mucho. Gracias al revival del retro-Thrash, el célebre
ilustrador de clásicos a cargo de grupos como MEGADETH, NUCLEAR ASSAULT, TOXIC,
VIO-LENCE o EVILDEAD ha trabajado en lo poco que llevamos de década tanto como
en los años 80, y considerablemente más en este siglo que en el anterior, de ahí
que esta carátula haga pensar en todos los MERCILESS DEATH, PITIFUL REIGN, LOST
SOCIETY o ULTRA-VIOLENCE que básicamente no han aportado nada del otro mundo. Es
más, el calvito que la protagoniza recuerda mucho al del disco de este año de
los citados en último lugar, y algo menos al del “State of insurgency” del 2008
de HEXEN. A estas alturas es un riesgo pedir los servicios de alguien con tanto
recorrido como Repka si se quiere evitar la marea del anonimato, pero estos
daneses consiguen salir bastante bien parados.
Son muchas las
similitudes evidentes con METALLICA, TESTAMENT, SLAYER y EXODUS, y casi nada en
este disco se sale de ellas, pero es lo que tiene practicar un retroestilo, sea
el que sea: que todo consiste en seguir modelos ajenos. De vez en cuando hasta
se les cuela algún parecido más descarado de la cuenta, como la parte lenta
central de “In the trenches” (¿“Angel of Death”?), alguna línea vocal tipo
Hetfield o la intro acústica de “Crawling in the shadows”, con solo rasgado
incluido, pero en general la música de HELL’S DOMAIN alcanza el estatus de
homenaje honesto. Es decir, se inspiran conscientemente en los grandes y
reelaboran su legado dándole actualidad y continuidad, aunque al mismo tiempo sí
introducen un elemento distintivo en las voces, a menudo más melódicas de lo
que cabría esperar. Por lo demás, mucha potencia, riffs por un tubo,
estribillos directos, buen equilibrio entre partes rápidas y medios tiempos, y
estructuras sólidas con cambios de ritmo bien integrados. Y de propina, versión
de un viejo tema de sus compatriotas CRIONIC.
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