Vaya, vaya, vaya…
¿Quiénes son estos VIRULENCY del año 2013? Desde luego no los mismos que hace
un año editaron el primerizo “Unbearable Martyrdom Landscapes” en forma de EP.
Qué diferencia, y qué sorprendente capacidad de avanzar y de llevar su propuesta
a unas cotas de maduración insospechadas hace sólo unos meses. Los músicos son
los mismos, pero el grupo se ha transformado como de la noche al día. De
aquella primera tentativa no queda nada, y la impresión de búsqueda de
identidad que recorría el EP ha desaparecido por completo. Estos dos temas son
dos moles, rocosos, salvajes y directos. Ya no hay titubeos y está claro que
han optado por un tipo de Brutal Death muy concreto y hasta sus últimas
consecuencias.
GORGASM, REGURGITATION,
CINERARY, primeros PATHOLOGY o INCINERATE, y en Europa DESPONDENCY, PUTRIDITY,
EXHUMER… por ahí va la cosa, velocidad y brutalidad sin compasión. Queda
claro que se han pasado al Brutal americano más radical, gutural y bestia, tocado
a mil por hora y con intención de no dejar piedra sobre piedra. Dentro de la
orientación señalada no siguen la rama de DISGORGE y DEEDS OF FLESH que luego
se ha exportado cual franquicia bajo nombres como DISAVOWED en Holanda,
DEFEATED SANITY en Alemania y un largo etcétera, sino que se tiran a la yugular
sin más miramientos, y por momentos hasta traen a la mente el espíritu y las
maneras de unos BRODEQUIN.
Y ciertamente lo hacen
muy bien, eso es innegable. Se decantan por riffs básicos, sin complejidades ni
mares de notas y con ritmos sencillos, por lo general regulares, de manera que
es la batería la que literalmente vuela como un misil supersónico por encima de
la debacle de guitarras y gruñidos. El sonido es crudo, muy orgánico, quizá
algo opaco, ya que a veces cuesta distinguir qué hacen las guitarras (todo lo
contrario que la batería), aunque la sensación que transmite es devastadora y
en este caso la pérdida de nitidez -excesiva en su debut- se compensa gracias a
este efecto. La voz también ha ganado en cantidad de registros, trucos e
inflexiones, añadiendo incluso espeluznantes “predator croaks” inspirados en
Joe Wolfe (CLEAN FLESH, HEINOUS KILLINGS).
Las estructuras tampoco
pretenden complicarse mucho la vida: hay cambios, por supuesto, y distintas
secciones (más en el segundo tema, “Mephistophelian Aesthetic Eroticism“), pero
lo llamativo es que los cambios de velocidad se mueven entre lo rápido y lo
hiper-rápido, dejando a Rubensick con el morrocotudo trabajo de oscilar
continuamente entre los blasts medidos y los blasts incontrolados “a toda
leche”, pasando por cortos fragmentos que sirven para ensamblar unas partes con
otras, en un verdadero alarde de precisión. Los escasos pasajes lentos o
pesados tienen la virtud de durar muy poco, lo cual le da muchísima agilidad a
los dos temas porque evita la tan habitual sensación de que el frenético
impulso inicial se pare de golpe y la fuerza se desvanezca hasta una nueva y
previsible estampida. Aquí no, aquí todo dura muy poco y no da tiempo a bajar la
guardia ni a considerar nada como previsible.
Como conclusión, el
drástico giro que han dado VIRULENCY les sienta de maravilla. No creo que se
les pueda echar en cara falta de personalidad o haber querido reinventarse de
forma oportunista y sin espontaneidad, más bien creo que es la evolución
natural tras unos primeros pasos indecisos y la culminación honesta de su
autobúsqueda. Por cierto, el otro título aparte del ya mencionado es
“Immeasurable Gigantomastic Phenomenology”, de diseño muy parecido a aquel.
También la música de ambos se parece mucho, quizá demasiado, y la única
preocupación que me causa esta Promo es que si el disco entero va a seguir a
rajatabla estos derroteros, corre el riesgo de volverse un poco monótono,
aunque incluso así estoy convencido de que será un trabajo digno de ser
publicado en un sello como Sevared Records o Comatose Music. ¿Apostamos?
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