No
sé por cuántos discos habrán firmado HOUR OF PENANCE con Prosthetic
Records, pero tiene toda la pinta de que esto sigue el patrón de "cada
dos discos discográfica nueva y cambio de estilo". Tampoco han cambiado
tantísimo, es sólo que sus dos discos con Unique Leader siguieron una
senda completamente distinta a los dos primeros con Xtreem Music, y
ahora este quinto álbum vuelve a buscar derroteros nuevos. O han
decidido juntar los dos estilos de esas épocas y tratar de sacar lo
mejor de ambas. Eso que ganan, porque la etapa en UL fue de una pobreza
musical soberana, mucha ultrabrutalidad, mucho ser los emperadores del
blast estratosférico, pero poquito de personalidad, menos de imaginación
y nada de variedad. Si bien "Paradogma" daría tímidas muestras de
apertura, "The vile conception" era un álbum insufrible en su monotonía,
aunque muy disfrutable en su extremismo. La ultravelocidad sin
variación es una forma de extremismo, sí, igual que lo es la
ultralentitud del Doom o la ultrarrepetición del Drone, por definición
cualquier cosa llevada al límite lo es, pero el riesgo de monotonía
siempre está ahí. HOUR OF PENANCE parecen haber querido recuperar ahora
el portentoso equilibrio entre extremismo y creatividad que llevaron a
su cima en "Pageantry for martyrs" del 2005.
Sigue la emulación de BEHEMOTH -los primeros compases de "Enlightened submission" ya lo dejan claro y temas como "Ascension" lo confirman-, sigue la libre recreación de HATE ETERNAL (otros maestros de la monotonía que han acabado por reinventarse y han logrado además superar toda expectativa imaginable), y de la fusión de ambas tendencias sale un producto muy bien elaborado y rematado. Esta vez hay espacio para todo, la técnica, la velocidad y la variación rítmica. Hay riffs moderadamente sencillos que se quedan sin problema en la cabeza ("Decimate the ancestry of the only god", "Deprave to redeem", etc.), parones para que la batería marque la entrada de una nueva parte, melodías solistas que se elevan sobre la despiadada base rítmica ("The cannibal gods", entre otros muchos), cambios de ritmo constantes, partes pesadas (la citada "Ascension" es particularmente llamativa), solos chirriantes... Es evidente que han querido dar un giro a su estilo y el resultado es para descubrirse: este álbum es el fruto depurado de toda una carrera, el estadio final de un largo aprendizaje y una demostración mayúscula de sabiduría en un momento en que aún no han perdido ni una milésima de brutalidad. HOUR OF PENANCE a pleno rendimiento de nuevo. Poco importa si es consecuencia de una decisión premeditada, si la espontaneidad que parecen demostrar es real o no, el caso es que el disco es tremendo. Eso sí, sería mucho mejor si hubieran logrado sonar personales y no "recordar" tanto a grupos consagrados. Lo hicieron en sus comienzos y podrían volver a hacerlo, y sería la única forma de que ellos mismos estuvieran en situación de llegar a ser un grupo consagrado.
Sigue la emulación de BEHEMOTH -los primeros compases de "Enlightened submission" ya lo dejan claro y temas como "Ascension" lo confirman-, sigue la libre recreación de HATE ETERNAL (otros maestros de la monotonía que han acabado por reinventarse y han logrado además superar toda expectativa imaginable), y de la fusión de ambas tendencias sale un producto muy bien elaborado y rematado. Esta vez hay espacio para todo, la técnica, la velocidad y la variación rítmica. Hay riffs moderadamente sencillos que se quedan sin problema en la cabeza ("Decimate the ancestry of the only god", "Deprave to redeem", etc.), parones para que la batería marque la entrada de una nueva parte, melodías solistas que se elevan sobre la despiadada base rítmica ("The cannibal gods", entre otros muchos), cambios de ritmo constantes, partes pesadas (la citada "Ascension" es particularmente llamativa), solos chirriantes... Es evidente que han querido dar un giro a su estilo y el resultado es para descubrirse: este álbum es el fruto depurado de toda una carrera, el estadio final de un largo aprendizaje y una demostración mayúscula de sabiduría en un momento en que aún no han perdido ni una milésima de brutalidad. HOUR OF PENANCE a pleno rendimiento de nuevo. Poco importa si es consecuencia de una decisión premeditada, si la espontaneidad que parecen demostrar es real o no, el caso es que el disco es tremendo. Eso sí, sería mucho mejor si hubieran logrado sonar personales y no "recordar" tanto a grupos consagrados. Lo hicieron en sus comienzos y podrían volver a hacerlo, y sería la única forma de que ellos mismos estuvieran en situación de llegar a ser un grupo consagrado.
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