Otro grupo surgido en la prolífica Alemania y que tal como llegó se marchó... Eran los primeros 90 y a estos tipos no se les ocurrió nombre más extraño para un grupo de Death Metal que LEMMING PROJECT. No sabemos si tan curiosa elección les perjudicó o no (probablemente no, porque no es ni de lejos el más absurdo que circulaba por esos mismos años), lo que sí está claro es que su trayectoria fue tan efímera como peculiar su nombre: dos discos en dos años y adiós muy buenas. Siempre me suelen llamar más la atención los debuts de los grupos, creo que en ellos condensan mejor que nunca su verdadero potencial, su naturaleza más auténtica, su creatividad en un estado de "inocencia" y espontaneidad aún no condicionado por la reacción del público, las expectativas creadas, la relación con los medios, la intervención de la discográfica, el aprendizaje acumulado que a veces se convierte en premeditación... Y aunque está claro que la madurez les llega después -a menudo el tercer disco es un buen indicador de esa evolución y en varios casos ha marcado un momento decisivo-, los estrenos discográficos están para mí tocados siempre por un halo irresistible de pureza. En el caso de LEMMING PROJECT esto influye a la hora de rescatar y reivindicar "Extinction" frente a su "Hate and despise" de 1992, aunque no solo, porque realmente me parece superior en la manera de plasmar todo lo que tenía de especial la música del grupo.
Como en tantas ocasiones, no solo la banda como tal pasó pronto a mejor vida, sino que los propios componentes se desvanecieron en el limbo de los tiempos (salvo por la participación en los iconoclastas e irreverentes SONS OF TARANTULA de Volker Schmitz, que en este disco tocaba la guitarra y que para el siguiente sería sustituido por un tal Efcimios Fintrilakis, único cambio de formación en la breve historia de LEMMING PROJECT). Y es una pena, porque sin ser una propuesta rompedora, ofrecían un Death-Thrash oscuro, pesado y poderoso que, para tratarse de 1991, sí suponía una visión personal de los géneros extremos, una asimilación rápida y profunda y sobre todo bien hecha de las posibilidades de hibridación de los mismos. Como digo, esto es Death en la medida en que es claustrofóbico y lúgubre, porque los tempos arrastrados de los temas contribuyen a esa sensación, por las armonías, por el ambiente y por la expresividad, pero el diseño de los riffs se mueve libremente entre ambos géneros y el sonido -salvo por la voz- está claramente más cerca del Thrash, con esas guitarras cortantes hechas de pura electricidad. Son un ejemplo más de cómo muchos grupos supieron empaparse de los escasos diez años de existencia del Metal extremo, interiorizarlo, hacerlo propio y entregar al mundo su propia aportación.
En lugar de elegir seguir un camino y solo un camino a partir de los rasgos de estilo ya asentados, como si de un manual de fabricar churros se tratase, LEMMING PROJECT se inventan temas directos y a la vez largos como el fabuloso "Dust", con un arranque aplastante y un desarrollo aún mejor, crean interesantes ritmos y texturas en "Ovens" gracias a un inspirado sentido armónico, superan de nuevo toda duración y complejidad en la poderosa "Zerfall", se marcan furiosas estampidas en "Experiments", pintan sugerentes atmósferas en la cambiante "Sperm of the new generation", se permiten caprichos como la breve instrumental "Rejection" o terminan con una decidida apuesta por el Death más inconfundible con "H". Toda una demostración de talento y de libertad como máximo estandarte creativo, a la vez que consiguen dar vida a una criatura dotada de personalidad propia, sin fisuras ni estridencias. Al escuchar este disco se puede pensar en grupos como CANCER, MASTER, BOLT THROWER, algo de BENEDICTION, también algo de OBITUARY... referencias e influencias todas ellas de primer orden, porque LEMMING PROJECT se acercaron mucho a ese nivel. Quizá les faltó lograr temas más pegadizos, quizá no supieron plasmar en su continuación del 92 el aliento que hacía tan especial a este debut, o quizá simplemente no tuvieron suerte. Quién sabe...
Como en tantas ocasiones, no solo la banda como tal pasó pronto a mejor vida, sino que los propios componentes se desvanecieron en el limbo de los tiempos (salvo por la participación en los iconoclastas e irreverentes SONS OF TARANTULA de Volker Schmitz, que en este disco tocaba la guitarra y que para el siguiente sería sustituido por un tal Efcimios Fintrilakis, único cambio de formación en la breve historia de LEMMING PROJECT). Y es una pena, porque sin ser una propuesta rompedora, ofrecían un Death-Thrash oscuro, pesado y poderoso que, para tratarse de 1991, sí suponía una visión personal de los géneros extremos, una asimilación rápida y profunda y sobre todo bien hecha de las posibilidades de hibridación de los mismos. Como digo, esto es Death en la medida en que es claustrofóbico y lúgubre, porque los tempos arrastrados de los temas contribuyen a esa sensación, por las armonías, por el ambiente y por la expresividad, pero el diseño de los riffs se mueve libremente entre ambos géneros y el sonido -salvo por la voz- está claramente más cerca del Thrash, con esas guitarras cortantes hechas de pura electricidad. Son un ejemplo más de cómo muchos grupos supieron empaparse de los escasos diez años de existencia del Metal extremo, interiorizarlo, hacerlo propio y entregar al mundo su propia aportación.
En lugar de elegir seguir un camino y solo un camino a partir de los rasgos de estilo ya asentados, como si de un manual de fabricar churros se tratase, LEMMING PROJECT se inventan temas directos y a la vez largos como el fabuloso "Dust", con un arranque aplastante y un desarrollo aún mejor, crean interesantes ritmos y texturas en "Ovens" gracias a un inspirado sentido armónico, superan de nuevo toda duración y complejidad en la poderosa "Zerfall", se marcan furiosas estampidas en "Experiments", pintan sugerentes atmósferas en la cambiante "Sperm of the new generation", se permiten caprichos como la breve instrumental "Rejection" o terminan con una decidida apuesta por el Death más inconfundible con "H". Toda una demostración de talento y de libertad como máximo estandarte creativo, a la vez que consiguen dar vida a una criatura dotada de personalidad propia, sin fisuras ni estridencias. Al escuchar este disco se puede pensar en grupos como CANCER, MASTER, BOLT THROWER, algo de BENEDICTION, también algo de OBITUARY... referencias e influencias todas ellas de primer orden, porque LEMMING PROJECT se acercaron mucho a ese nivel. Quizá les faltó lograr temas más pegadizos, quizá no supieron plasmar en su continuación del 92 el aliento que hacía tan especial a este debut, o quizá simplemente no tuvieron suerte. Quién sabe...