miércoles, mayo 21, 2014

PAVOR- A pale debilitating autumn (1994)

Hace veinte años aparecía este primer disco de los alemanes PAVOR, un trabajo bastante poco conocido, aunque la condición de "oculto" siempre está sujeta a la limitación del observador, yo en este caso. Pero por lo que sé, pocos testimonios hay en España de este álbum, y la repercusión internacional que tuvo en su momento no consiguió prolongarse en el tiempo. Es solo un año posterior al debut de CYNIC o al final de la excelsa trilogía inaugural de ATHEIST, pertenece a una época en que el Death Metal Técnico tal como hoy lo entendemos se estaba asentando y, sin embargo, iban ya muy por delante. Por supuesto, también estaban DEATH, que ya habían alcanzado el cenit varias veces -según el disco que cada cual elija-, pero DEATH siempre tuvieron elementos Thrash, melódicos y progresivos que, todos juntos, les alejaban del Death con mayúsculas y que al mismo tiempo les daban su portentosa e irrepetible personalidad. La diferencia es que PAVOR sí hacen Death Metal 100%, frente a la búsqueda aún indefinida de ATHEIST y a las marcianadas de CYNIC, sobre todo en el aspecto vocal, o las del "Spheres" de PESTILENCE. Aquí ya no hay ecos del proto-Thrash-Death pero tampoco excesos jazzísticos ni coqueteos con la música de Fusión: esto es Death Metal de la cabeza a los pies y, en un momento en que GORGUTS aún no habían publicado "Obscura", tenía un nivel de técnica propio del grado de especialización que ha llegado a alcanzar en el siglo XXI, o aun superior. 

No sé si lo hicieron adrede, pero el comienzo es una apisonadora y solo necesitan cinco segundos para dejar claro lo que acabo de exponer. La voz brutal, el riff técnico, la batería enrevesada, el cambio de ritmo... Debe de ser una de las presentaciones más completas en solo cinco segundos de la historia de los debuts discográficos. Luego pasan a los detalles, cómo no, pero ese comienzo es glorioso. Luego, de hecho, se atreven con todo: solos, blasts, momentos de calma, cambios de tempo, complejidad rítmica, virguerías técnicas, enredos mil... y ese bajo... Dios santo, ese bajo lo que es capaz de hacer. A la vez que toma el protagonismo hasta niveles insólitos consigue seguir dentro del Death Metal más intachable, expandiendo de verdad los límites estilísticos pero desde dentro. Y del despliegue técnico solo cabe decir que muchos de los actuales acróbatas extremos del mástil deberían echarle un vistazo, para contraponer lo que de verdad es música técnica frente a las meras exhibiciones de arpegios y escalas. Una cosa es la gimnasia de dedos y otra las esencias del Tech-Death tan magistralmente depuradas en este disco, que, no lo olvidemos, era solo un debut, lo cual lo convierte en toda una hazaña.

El estilo me recuerda por momentos a CORONER, por el diseño y la concepción de los riffs, luego le añaden la voz y una pizca extra de brutalidad y ya tienen la fórmula magistral. No me vienen más grupos a la cabeza, nadie en quien me haga pensar la música a medida que se suceden los temas de este "A Pale Debilitating Autumn". Son como los CORONER clásicos haciendo Death Metal técnico. El eslabón perdido que todos los VIRAEMIA, ANOMALOUS o MONUMENTAL TORMENT del planeta harían bien en conocer si es que quieren ser algo más que un estéril ejercicio mecánico y aspiran a acercarse a unos ARSIS, PSYCROPTIC o SPAWN OF POSSESSION. En el caso de OBSCURA y NECROPHAGIST damos por hecho que los conocen, por aquello de ser compatriotas y también porque se aprecia que han asimilado su estilo. Al igual que estos grupos, PAVOR dominan de sobra sus instrumentos pero no tienen como finalidad demostrarlo, sino usarlo para crear música. Y cuando se ponen a hacer Death contundente y pesado lo hacen de maravilla y les salen temas como "Corpses" o "Pavor". Quizá la joya del disco sea la larga "Imperator Of An Ashen Bane" (por desgracia, el único tema que no parece estar disponible en youtube), con sus más de ocho minutos de duración, sus guitarras acústicas y sus alternantes ambientes Doom. "Fucked by darkness" es un título ya de por sí llamativo, como lo es la música que esconde, y tras él acaban con otro formidable "Symbols Of Depravity", el último de ocho temas que brillan por igual en cuanto a calidad e intensidad.

Nueve años después publicaron "Furioso", un álbum probablemente superior aún a este, pero el mérito de ser un primer trabajo y el año de su publicación son dos buenas razones para haber escogido "A Pale Debilitating Autumn" como herramienta para reivindicar a PAVOR. Al parecer nunca han dejado de estar activos, tienen página de Facebook y también una página oficial (www.pavor.com), donde se pueden consultar algunas de las reseñas y los comentarios que provocó la aparición en 1994 de este fantástico debut.


domingo, mayo 11, 2014

BARBARIAN PROPHECIES- XIII (2013)

A finales del año pasado apareció el segundo álbum de lo que BARBARIAN PROPHECIES gustan de considerar su verdadera trayectoria, la que iniciaron dos años antes con el excelso "Remember The Fallen". Hace alrededor de mes y medio tuvieron la amabilidad de enviarme el disco, en formato físico porque su devoción por la tradición es total, y si la reseña se me ha retrasado ha sido por una buena razón, y es que el disco, como las buenas esencias, lleva su tiempo, un tiempo que merece la pena dedicarle para conocerlo a fondo, pasear por cada uno de sus recovecos, sus ambientes, descubrir un sinfín de detalles... Al principio, qué duda cabe, no es una escucha fácil, y no solo por su duración, de nuevo superando la hora, sino porque todo está hecho con ese mismo sentido de magnificencia, a lo grande, con ambición a todos los niveles. Cada tema es un monumento de feroz Death Metal a la vieja usanza, un monolito poderoso que se impone por su propio peso, y todos juntos conforman un disco sólido, exuberante y sin apenas fisuras.

Los cambios de ritmo, las intros, las partes acústicas, las guitarras dobladas, los solos melódicos pulcramente fraseados con ese sentido clásico tan arraigado en la banda... son solo algunos de los muchos detalles que uno se encuentra a lo largo y ancho de estas nueve composiciones. Trece temas (cómo no, en un disco llamado "XIII" y publicado en el 2013) que recorren las muchas referencias del Death Metal a lo largo de su dilatada historia. Sin salir del primer tema, "The Hidden", tenemos todos los elementos mencionados pero también unos apabullantes blasts, mucha furia y energía, momentos más sosegados que recrean atmósferas evocadoras, y en todo momento esa sensación de que nos encontramos ante un disco atemporal, y es que el grupo es especialista en combinar todos los sabores y aromas del Death clásico con mayúsculas, sin sonar ni especialmente retro ni especialmente moderno. Es Old-School consciente, devoto y orgulloso, pero no en plan añejo ni cavernoso, y aunque derrochen vitalidad y tengan incursiones de brutalidad, no es Brutal Death, y al mismo tiempo podrá gustar tanto a unos como a otros.

Sin desmerecer a ninguno de los otros músicos, hay que destacar la gran labor del batería Julio G. Valladares, por su precisión y su firme pulso que sirven de fuerza motora al conjunto, guiando la música, marcando los cambios, dando el carácter propio a cada sección y distribuyendo las dinámicas. La voz solista en el disco es la de Kike Rodríguez, quien actualmente ya no está en el grupo y ha sido sustituido por Xavier Lobelle, y pese a tener un timbre y un registro muy apropiados para el estilo que practican, su ejecución resulta por momentos algo monótona y desaprovecha una posible diversidad de recursos que se limita a insinuar de vez en cuando. El sonido y producción del álbum buscan, como la propia música, el término medio y no resultan ni muy digitales y modernos ni muy lúgubres y oscuros, es una sabia decisión por su parte. Todos los temas, salvo "Engulfed", del que hablaremos luego, y la intro de "The Hidden", han sido compuestos y arreglados por el grupo al completo, tanto la música como la letra, otro rasgo más de cohesión en este rocoso disco.

Tras un comienzo magnífico con "The Hidden" y "Anger", llega "Towards Nowhere" con sus fugaces armónicos y su riff elemental, un tema algo deslavazado al que sigue un estupendo "Into The Infinite Void", de nuevo un tema pegadizo y de nuevo con blasts tremendos, además de la aportación novedosa de una voz rasgada y áspera que alterna con el registro rugiente. "Twilight Of Mankind" vuelve a ser algo más flojo y menos pegadizo, pero resurgen -en lo que parece una clara alternancia entre temas pares e impares- con "Embrace Of Insanity", muy pegadizo no solo por la breve parte que hace las veces de estribillo, sino todo él, incluida la sección central antes de los solos (largos, muy largos, fomidables). "Dreadful Game" incorpora ese grito de "Hostility dominates us!" que invita a participar de la música a pleno pulmón. "Nameless Shadows" se queda por debajo, no solo en el apartado vocal (con toda probabilidad unos de los pocos puntos flacos del álbum), sino en los propios materiales que pone en juego, es decir, los riffs y las frases melódicas.

"Punishment Of Oblivion", aunque tiene un principio prometedor, no llega a la altura alcanzada unos temas atrás, las guitarras dobladas y los elementos melódicos quedan contrarrestadas por un parón en el que se quedan como estancados y un final demasiado abrupto. "Defeated" sigue sin conseguir remontar el vuelo, al menos en las estrofas, porque en el estribillo logra recuperar pegada gracias a la bajada de velocidad y al "Lie to me" repetido por la voz, luego pasa por varias partes y velocidades, pero difícilmente conectadas entre sí, y al final le ocurre lo contrario que a "Punishment Of Oblivion" en lo que viene a ser un larguísimo fade-out de minuto y medio. "9 Days Of Storm" es sin duda uno de los momentos cumbre del álbum, el tema más largo (en realidad el único verdaderamente "largo", ya que ningún otro llega siquiera a los seis minutos) y también el más lento y atmosférico, de ritmo marcial y poderoso; poco antes de la mitad da paso a varias secciones algo más rápidas y luego regresa al carácter majestuoso del principio, para cerrar con un largo y obsesivo pasaje melódico, y pese a su longitud es claramente el tema de construcción más sólida y austera.

Y ya poco antes del final llegamos a "Engulfed", tema rescatado de la Demo de ABSORBED "Unreal Overflows", de 1992: música de Óscar Ínsua Jumpin', guitarrista y vocalista en aquella grabación, que colabora habitualmente con la banda y que ya aparecía en dos temas de "Remember The Fallen", y letra de Javier Zarco, bajista en dicha Demo. Aunque tiene una orientación por momentos más cercana al Death melódico y su tempo rápido no es el que prevalece en el resto del disco (salvo quizá en "Punishment Of Oblivion"), "Engulfed" se integra perfectamente bien, además de compartir el mismo gusto por los cambios constantes. Óscar contribuye a la ejecución renovada del tema aportando el solo de guitarra (también lo hace en "Embrace Of Insanity") y se encarga también de la voz solista, con un timbre algo más rasgado que el de Kike Rodríguez y unas inflexiones más alargadas que le dan mayor agresividad e incluso un aire lejanamente Black. El disco se cierra, cómo no, con "XIII", el tema número trece, una pieza exclusivamente acústica que pone el broche de oro a esta larga travesía.

En conclusión, pese a que los temas son más cortos que los de "Remember The Fallen", han metido quizá demasiadas cosas en algunos, cosas que además no siempre merecen la pena, cosas a veces poco o nada pegadizas, y además la forma de enlazarlas es en ocasiones demasiado brusca. Un tema como "Embrace Of Insanity" es un ejemplo fantástico de todo lo contrario, de cómo alternar partes, ritmos y cambios sin pasarse, conservando siempre una cierta economía de materiales y también buscando para los cambios unos ritmos y ambientes que no corten de golpe lo que ha sonado justo antes. En el otro extremo está, por ejemplo, "Towards Nowhere". Por otra parte, algunas estrofas son bastante genéricas, y la voz en general se acaba volviendo algo repetitiva (no se entiende que no la cambien más veces como en "Into The Infinite Void" o que no la doblen como en "Nameless Shadows"). Si el disco no alcanza la perfección es por estas pocas razones. Les habría venido bien aligerar ciertas cosas, desbrozar la espesura, ahuecar por aquí y por allá y dejar que el aire soplara con más libertad. Material hay de requetesobra, y la enorme diversidad del álbum no se habría visto comprometida. Al mismo tiempo hay que alabar que con la creatividad y ambición desplegadas en sus dos discos otros habrían hecho tres o hasta cuatro. y aunque la ambición no garantiza que el resultado sea perfecto, discos grandilocuentes y arriesgados como este son, frente a trabajos más conformistas y previsibles, un auténtico placer.

Por último, algunos datos técnicos: el disco se grabó en los estudios Sadman de Madrid en diciembre del 2012 y fue masterizado nada menos que por Mika Jussila en los renombrados estudios Finnvox de Helsinki, Finlandia, en febrero del 2013. Fue producido,sonorizado y mezclado por Carlos Santos, que ha trabajado previamente con grupos como HYBRID, FREQUENCY, HUMAN MINCER, WORMED o DULCAMARA. La edición física es en formato digipack, el más parecido a un disco de los de siempre, esos en los que todo es especial e insustituible: nada de cajitas de plástico clónicas en las que burdamente se mete un libreto de dos hojas y que podemos cambiar por otra si se rompe o sufre el inevitable desgaste del paso del tiempo, sino un disco en el que el propio continente es parte de la obra, dando lugar a una experiencia global en la que todo es importante, porque aquí todo está cuidado al detalle, el recipiente, la portada, las letras, las imágenes, por supuesto la música, la composición, ejecución y grabación, todo es fruto de la pasión y está hecho por y gracias a la devoción hacia esta música, y eso se nota de principio a final.