sábado, marzo 29, 2014

FALSE PROPHET- The second death (1991) 2014 CD/2LP Reissue

Algo más de dos décadas han hecho falta para que exista una edición íntegra de la discografía de FALSE PROPHET, pero la espera ha merecido la pena, porque se trata de una reedición por todo lo alto, exhaustiva y detallada, como debe ser. El grupo tuvo corta vida, aunque tocó bastante en directo y tuvo cierta repercusión local en su país, pero no consiguió ni un buen fichaje, ni cruzar el océano ni mantenerse en el tiempo. Una pena, dadas sus tremendas cualidades y su desbordante talento para fundir Thrash y Death en un momento singularísimo para ambos géneros, el del cambio de década al llegar los años 90. El único consuelo posible era reeditar como se merece su potentísimo material, y gracias a la iniciativa del sello estadounidense Heaven And Hell Records ha sido posible.

El sello en cuestión se planteó llevar a cabo esta reedición para su colección "Lost Relics", en formato CD, y posteriormente el sello sueco Blood Harvest se ha encargado de la edición en vinilo doble. La tarea de remasterización fue encargada a Jamie King, quien ha trabajado en su estudio The Basement Recording Studio en Winston-Salem, Carolina del Norte (estado del que proceden FALSE PROPHET), produciendo, sonorizando, mezclando y masterizando a un montón de grupos, si bien en su mayoría no muy conocidos, salvo BETWEEN THE BURIED AND ME y KILLWHITNEYDEAD. La reedición, aparte de sonido mejorado, incluye nueva portada (que al menos respeta el concepto de la de 1991), nuevo artwork y galería de fotos, y en cuanto a la música abarca, como ya hemos dicho, todo lo que grabaron en estudio estos mozalbetes, bien como FALSE PROPHET o bien bajo el efímero nombre de INFERNAL HEIRARCHY que adoptarían poco después. Es decir, lo que corresponde a los años 1989, 1991 y 1993. De regalo se incluyen también dos temas en directo de una breve grabación de 1990 (que ya editó el año pasado el citado sello Heaven And Hell) y que son un extra perfecto, ya que se trata de los dos únicos temas de ese EP que no aparecen en ninguna grabación de estudio.

El álbum no sigue una secuencia cronológica, y presenta el material en este orden:

"The Second Death" (1991 Full-length):
Diabolic Rites (Intro)
The Second Death
Holy Deception
In Satan's Name
Forgotten Souls
Bring Back A Memory

"Sign Of The Cross" (1989 Demo):
Red Dawn
Sign Of The Cross
Devil's Meat
False Prophecy

INFERNAL HEIRARCHY- "Infernal Heirarchy" (1993 Single):
First Born
False Prophecy

"Murder Or Mercy" (1990 Live EP):
Murder Or Mercy
Knights Of Salem

En cuanto a los sobradísimos méritos musicales de "The Second Death" remito a la reseña de su edición original y que se puede leer aquí mismo (en la sección "Tesoros ocultos"). El resto del material de la reedición puede que no esté a la altura en cuanto a sonido, pero las composiciones son igual de impactantes y de valiosas, porque el grupo verdaderamente era un ciclón de creatividad, ideas y energía. Y respecto a la edición como tal no se puede aspirar a nada mejor que lo que se ha hecho aquí: está todo, está actualizado y está mejorado. Hora y cuarto de música que hace un recorrido completo por la existencia de FALSE PROPHET y de INFERNAL HEIRARCHY. Esfuerzos así solo pueden recibir alabanzas, ya que están hechos con el anhelo de recuperar en toda su dimensión el trabajo y la aportación de un grupo que no tuvo suerte. Es una manera de hacerles justicia a ellos y a la vez de ofrecer a los fans un material de primerísima calidad. Insuperable, se mire por donde se mire.

domingo, marzo 23, 2014

HOLY ORDER- Demo 1988

A veces algo muy pequeño puede tener gran valor, como esta Demo de 1988 a cargo de HOLY ORDER, en la que el hecho de ofrecer solo dos temas (aunque originalmente tenía más) no impide que merezca ser rescatada del olvido. En 1988 el Thrash ya había dado sus mayores frutos y se dirigía con rapidez hacia el estallido de una nueva década plagada de dificultades para el género. Estaba ya en marcha el giro de muchas bandas hacia terrenos más técnicos y hacia la grabación de discos cada vez más enrevesados, pero no era la única tendencia. En Canadá había cinco chavales anónimos -tampoco después de HOLY ORDER llegarían lejos- con una visión poco usual del Thrash para tratarse de esa fecha, un estilo más propio del comienzo de la década en el cual fusionan -especialmente en el primero de los dos temas- Speed, Thrash, algo de Heavy Metal, elementos técnicos y hasta algún toque de Power con una naturalidad pasmosa, logrando que nada resulte chocante ni brusco. Las influencias de cada género están ahí y son perceptibles, y hasta se pueden aislar si uno se empeña en una disección exhaustiva, pero el gran logro, lo que hace que en solo dos temas el grupo roce la gloria, es precisamente el conseguir fundirlo todo en una única y poderosa superaleación.

En el primer tema, "Born Into Hatred", uno puede escuchar reminiscencias de SLAYER, de SAVAGE GRACE, de METALLICA, de IRON MAIDEN o de SCANNER, por increíble que parezca poder amalgamar a todos esos grupos en una sola entidad. El segundo, "Sorry For The Inconvenience" deja de lado los elementos melódicos y apuesta más claramente por el Thrash a medio tiempo, es decir. ritmos contundentes y riffs cargados de notas, pero sin abandonar del todo el sentido de eclecticismo bien entendido que preside esta Demo; aquí los ecos sonoros remiten a AGENT STEEL, HEATHEN, HOLY TERROR o NASTY SAVAGE, grupos que configuran quizá un universo más homogéneo que los anteriores, pero que ya de por sí son bandas caracterizadas por cultivar la mezcla de géneros, y todas con gran acierto.


Pero el estilo por sí solo no es garantía de calidad, si no, cualquiera que se dedique a la hibridación estaría en el olimpo del Metal. Es necesario, en primer lugar, hacerlo con total naturalidad, sin que nada chirríe, punto en el que ya hemos visto que HOLY ORDER se licencia con honores, pero sobre todo hacen falta buenos temas, y también ahí los canadienses triunfan. Son casi doce minutos de música, repartidos prácticamente por igual entre ambas composiciones. Estrenarse con semejantes duraciones en un debut es síntoma de ambición, pero si además dominan las amplias dimensiones, como es el caso, es prueba de maestría. Talento, ambición y maestría en un grupo tan joven deberían haberles llevado a un destino más ilustre, pero, misterios de la vida -o de la industria-, no fue así. Volvamos con los temas: cada uno de ellos discurre por diferentes pasajes, riffs, frases y secciones, pero todas están ensambladas en una estructura sólida y coherente, y el grupo domina especialmente el difícil arte de las transiciones entre las partes, consiguiendo desenvolverse con éxito en estructuras tan amplias. En "Born Into Hatred", por ejemplo, la segunda sección vocal -lo que sería como una segunda estrofa, tras el cambio de ritmo poco después del minuto y medio- dobla sutilmente el ritmo de batería sin que las guitarras cambien de riff para introducirnos grácilmente en la siguiente sección, en la que al poco tiempo y como por arte de magia reaparece el riff principal de las guitarras armonizadas. Todo fluye de forma espontánea pero a la vez con una lógica aplastante, dando la sensación de que todo está donde debe estar. No contentos con ello, cada vez que aparece la estrofa principal, la de las guitarras armonizadas, el batería se recrea cambiando de ritmo o marcando con los platos los acentos de la voz. Colosal. Luego vienen los solos, donde introducen partes nuevas antes de retomar los elementos ya expuestos, dando lugar finalmente a una estructura que en realidad es de lo más clásica, más propia del HM que del Thrash. Culminan el tema repitiendo la intro del principio, en un gesto de simetría que deja bien claro cómo les gusta hacer las cosas, y así a lo tonto se han ido seis minutos que parecen un suspiro. "Sorry For The Inconvenience" es igual de denso y de bien trabado, aunque aquí los cambios de ritmo ya no son nada sutiles y las transiciones se limitan a un simple parón, pero se trata de un tema más áspero, con un estilo más agresivo y menos directo y en el que la estructura ya no es tan clásica, todo lo cual favorece que experimenten más y que cueste seguir el hilo, pero al mismo tiempo es ese carácter áspero lo que le da cohesión expresiva al conjunto, y estructuralmente al final consiguen poner orden tras los solos y recuperar el sentido de unidad retomando las secciones iniciales y, nuevamente, volviendo a la intro para rematar el tema.

La ejecución es todo lo agresiva e intensa que cabe esperar de un grupo que empieza y que se deja la piel en cada nota, todo está tocado con furia, con verdadera energía juvenil, al más puro estilo de lo que pasaba en la década que les vio nacer como banda. Y, por último, el sonido... habrá quien no guste de las producciones caseras como es el caso de esta Demo: gustos aparte, la grabación es buena, todo se oye con claridad y separado y el balance entre los instrumentos es el correcto, pero para quien disfrute del sonido crudo y descarnado, esto será un goce continuo, porque suena como si estuvieran tocando delante de ti, o como si tú estuvieras en el local de ensayo viéndoles tocar en directo, tiene esa fantástica sensación de realidad propia de las Demos y que mucha gente encuentra insustituible.

Quien quiera satisfacer su curiosidad y escuchar la Demo puede ir a la página Tim Gorman, uno de los guitarristas del grupo (timgorman.net), y en la sección Holy Order encontrará los dos temas para descargarlos (también los de su siguente Demo, posteriormente editada como EP, tan fabulosa como la primera y de la que también algún día merecería la pena hablar). Ahí además se hace un repaso de la breve historia del grupo y de sus comienzos, y se cuenta que esta primera Demo en realidad constaba de cinco temas. Una pena que solo sea posible acceder a estos dos. Digo yo que alguien en Canadá tendrá una copia de la Demo original en cassete y no alcanzo a comprender cómo es que aún no se la han hecho llegar al tal Gorman, pero al menos nos queda la esperanza de que algún día aparezca y podamos escuchar completo el debut de esta talentosa banda tan poco aprovechada.

jueves, marzo 20, 2014

TROCOTOMBIX - Psicopompos (2013)

¡Los valencianos atacan de nuevo! Así es, poco antes de que acabara el pasado año sacaron este segundo trabajo completo, para mayor gloria de su esquizofrenia musical y su particular odisea psicotrópica, plasmadas ambas de nuevo en títulos delirantes y, sobre todo, en una propuesta compositiva sin rivales en el ámbito nacional. Esta vez su estilo se inclina más decididamente en la dirección del Grindcore convencional, el de siempre, el de toda la vida, en el sentido de que es menor la presencia de elementos que no sean los propios del género, frente a las partes acústicas, melódicas y técnicas que se paseaban libremente por su debut. Aun así la diversidad de ritmos y de riffs que ponen sobre el tapete es igual de alucinante, incluso tiene más mérito, porque lograr esa sorprendente variedad sin recurrir a usar un montón de elementos ajenos es aún más difícil. Básicamente cogen los presupuestos del Grindcore y los estiran hasta sus límites. Se sacan de la manga un catálogo de ideas a cual más imaginativa pero limitando siempre el nivel de extravagancia, todo gracias a una inspiración en estado de gracia. Encima la brutalidad es la propia de cualquiera de los exponentes más cafres del género, ¿qué más se le puede pedir?

La batería vuelve a ser la gran protagonista en la sombra, la responsable de dar las puntadas que mantienen unido el tejido. Todo está encajado con precisión ultrasónica y cada cambio de ritmo (y son incontables) entra donde debe y siempre conducido por la sabia mano de Daniel Ayala. Redobles, fill-ins, blasts, contratiempos, acentos en los platos, cada cual cumple su función, sin llamar la atención, sin alardear de virtuosismo, pero basta prestar un poco de atención para valorar su contribución como se merecen. Las cuerdas, por su parte, se llevan lo más vistoso del espectro compositivo, como es de esperar. Yo no sé qué se meten estos tipos, de qué se alimentan o a qué dios invocan, pero es una proeza cómo consiguen hacer temas Grindcore con frases y riffs tan distintos entre sí, tan ocurrentes sin resultar forzados, tan poco comunes en el género, pero que a la vez te patean la cara de principio a fin. Es perfecto para los amantes de la brutalidad directa y también es perfecto para los que se quieran parar a apreciar los detalles y a admirar su desbordante creatividad. De nuevo, ¿qué más se puede pedir?

Las letras también siguen en su línea: cortas y concisas, a caballo entre lo social y lo surrealista, combinando imágenes oníricas y elementos sacados de la realidad más inmediata. Violencia y rabia destiladas en perlas de extraña naturaleza, como todo lo que crean. Por ir terminando, lo que han hecho TROCOTOMBIX es ir un paso más allá que en su anterior trabajo, buscar el "más difícil todavía" y conseguirlo pero no a base de añadir recargamiento o querer ir de raritos por la vida, sino todo lo contrario. Eso sí que es difícil. Sacar del Grindcore lo que ni el propio Grindcore sabía que tenía es digno de alabanza. Fuerzan un poquito las cosas a veces, sí, también es cierto, y algún momento aislado puede chirriar, pero es ocasional. Creo que no solo a nivel nacional, sino más allá de nuestras fronteras no hay mucho más de media docena de grupos con esta prolífica inventiva y con una aproximación tan indomable y fresca a un género a menudo asfixiado en su propio reduccionismo.

El disco ha sido coeditado por Noma Records, Hecatombe Records, Nooirax Producciones, Discos Macarras y el propio grupo, por ahora en formato vinilo (la edición en CD quizá se la planteen más adelante), incluyendo las letras y un interesante artwork, y limitado a quinientas copias. ¿A qué esperas para hacerte con una?

martes, marzo 18, 2014

RAPED BY PIGS- Squealing to the new world (2014)

Primer larga duración de los peruanos, tras una serie de complicaciones que retrasaron su salida, en principio prevista para septiembre del año pasado, hasta las primeras semanas de este 2014. Lo que ofrecen en este disco no se aleja mucho, estilísticamente, de lo que pululaba en los temas de su MCD "Gushing Orgasms 2", pero me temo que esta vez el formato completo les ha venido un poco grande. En aquella ocasión presentaban temas nuevos y rescataban otros anteriores, y las dimensiones reducidas de la entrega "por fascículos" demostraron ser un terreno en el que se movían a sus anchas. Ciertamente dieron en el clavo con la fórmula de temas variados en los que la economía de materiales era exprimida de forma magistral hasta sacarle todo su jugo. Ahora, en cambio, la ampliación de esa misma estrategia al gran formato da como resultado un conjunto demasiado heterogéneo, y lo que, dentro de su peculiar modo de componer, resulta una virtud se vuelve aquí motivo de irregularidades varias.

En general predomina el Slam bruto e instigador de lesiones cervicales, los ritmos machacones, los riffs sencillos y el imprescindible cerdismo gutural en las voces, aunque al mismo tiempo parece que hay algunas más partes Death que antes. En todo caso, el equilibrio se mantiene en niveles bien conocidos para los habituales del sector. Me apresuro a decir que la voz es tan espectacular como cabía esperar, César Pigs tiene una variedad de inflexiones formidable, aparte de un maravilloso gusto por lo más estridente, ruidoso y molesto del espectro vocal. La batería también mantiene el alto nivel establecido ya como seña del grupo, sin necesidad de deslumbrar pero conduciendo la maquinaria con pulso firme a lo largo de todos los cambios y ritmos que recorren el álbum. Y ahí viene el primer problema, que estos cambios son demasiados y demasiado aleatorios.

RAPED BY PIGS siguen logrando un alto nivel en todo lo que sea hacer arreglos, trabajar los materiales, introducir variaciones sobre un mismo patrón, explotar las combinaciones instrumentales, etc. Como dicen en el norte, son capaces de sacar leche de las piedras, y es que la habilidad en los mencionados terrenos es su mayor baza como compositores, pero la parte creativa de un disco no acaba ahí. Los temas no tienen identidad porque no siguen ninguna idea individual, son una sucesión de partes que dan la sensación de que podrían estar en cualquier otro sitio y el resultado sería el mismo o parecido. Y, por otra parte, pese a la mencionada habilidad, los materiales de por sí son demasiado genéricos, muy poco originales, y ni con todo su ingenio para darles la vuelta, estirarlos, contraerlos y zarandearlos hasta agotar sus posibilidades consiguen que dejen de serlo, y es que si el punto de partida es pobre, al final se nota.

La producción tampoco ayuda a paliar estas carencias, se echa en falta más contundencia en los graves, ya que el bajo por momentos parece ausente. Por todos es sabido que el género gana mucho con un sonido cuanto más redondo mejor, para poder machacar al oyente con una bola de sonido que le aplaste la cara contra el suelo, y aquí falta esa densidad que permite que incluso un riff de una nota suene como si llegara el final de los tiempos y el planeta se cayera sobre tu cabeza. Las guitarras son afiladas y cortantes, sí, cada cosa está en sitio, el sonido es claro y todo se entiende, pero casi habría sido preferible transigir con una pérdida de nitidez si se hubiera ganado en potencia. No es el mayor de los convenientes, pero la producción le hace flaco favor a los temas, ya de por sí normalitos. Eso sí, en directo y con un buen sonido, asistir a la devastación gorrinácea de estos enfermos tiene que ser toda una experiencia.