lunes, agosto 20, 2012

CRYPT INFECTION- Haruspication (EP, 2010)

No es de extrañar que Sevared haya rescatado este disco originalmente autoeditado en el 2010 y lo haya publicado un año después, con ligeros cambios en la portada como la ubicación del nombre del grupo o el tamaño y color del título, pero por lo demás sin ninguna alteración. Lo presentan como EP más que nada, digo yo, porque tiene seis temas, pero con menos de sus 26 minutos de duración otros muchos alardean de “full-lengths”, sin duda les vendría bien tomar nota de lo que es cada cosa a partir de buenos ejemplos como éste.

Y vayamos con la música: nada más comenzar “The one percent” el sonido ya te conquista, con ese bajo tan redondo y prominente, también lo hace el riff, clásico y con armonía típicamente Death, junto a un blast que va a saco desde el principio. Poco después entra la voz y ahí termina la carta de presentación, en apenas veinte segundos. Eso sí que es ir al grano y saber aprovechar el inicio de un disco, momento clave para captar la atención del oyente y cuya importancia no todos los grupos saben ver.

A partir de entonces mantienen estas líneas como base y comienzan a enriquecerlas mediante un amplio repertorio que incluye solos, arpegios agudos, voces más rasgadas, etc., y que en ningún caso se sale de la ortodoxia más puramente Death a la americana. Cambios de ritmo, baterías ultraveloces –pese a ser claramente el instrumento menos destacado-, un bajo que jamás descansa y que además tiene sus líneas propias, riffs de guitarra simples a base de frases cortas, acordes, armónicos o trémolos junto a otros mucho más técnicos dotados de mayor abundancia de notas. Y cómo explotan el juego de las dos guitarras, que se contestan, se doblan o se reparten papeles distintos, especialmente cuando la solista se dedica a sus cosas propias, hasta el punto de que logran hacer de ello un rasgo de estilo  y una seña de identidad.

Puede que el álbum peque de una apariencia un tanto invariable, como si no hubiera grandes diferencias a medida que se suceden los temas, pero las hay, solo que cuesta verlas porque ciertamente el aspecto externo, visto en conjunto, resulta demasiado homogéneo. Pero basta aguzar el oído para descubrir un sinfín de ideas tremendas, sofisticación instrumental, brutalidad y contundencia y en general una elaboración de primera categoría. Un tema como “Genetic defect”, por ejemplo, pasa él solo por todos los elementos descritos y aúna todas las virtudes mencionadas. Seguramente sin tanta acumulación de elementos en todos y cada uno de los temas habrían logrado diferenciarlos más y evitar esa impresión general de cierta monotonía, pero es que de haber sido así, y más aún en un EP de estas dimensiones, estaríamos hablando de la perfección. Todavía no han llegado ahí, pero visto lo visto, apuntan alto.


miércoles, agosto 15, 2012

CHAOS INCEPTION- The abrogation (2012)


No sé cómo fue su debut ""Collision with oblivion" del 2009, pero este disco es una pasada se tenga o no en cuenta que es su segundo trabajo, aunque tenerlo en cuenta hace pensar que el grupo puede llegar muy lejos. Sin haber inventado nada en absoluto, han hecho un álbum de Death/Brutal técnico y a la vez digerible muy por encima de la media actual. Por su velocidad y técnica se puede comparar con lo que deberían haber hecho KRISIUN desde hace años si no se hubieran vuelto tan mecánicos y sin alma. La ventaja de CHAOS INCEPTION es múltiple: añaden continuamente unos "leads" fantásticos cuya función no es el mero lucimiento instrumental sino que tienen peso dentro de cada tema, en segundo lugar juegan con el ritmo permitiendo a los temas respirar gracias a pequeñas rupturas de los blasts, ya que variedad rítmica como tal no tienen mucha, pero así al menos evitan la monotonía, y por último se trata de una música densa, crujiente y viva. Rizando el rizo, sería como un híbrido inverosímil entre los citados brasileños y la crudeza de INCANTATION, no su pesadez ni su sonido de ultratumba, desde luego, pero sí esa sensación de oscuridad y cierto aire a clásico que emanan estos americanos. O entre DEEDS OF FLESH sin tanto exceso de notas y los primeros SEVERANCE, en cualquier caso algo muy americano. Y si se le puede llamar Brutal Death es por su velocidad misilística y por los continuos blasts y redobles de bombo, pero en realidad la confección de los riffs tiene un alto porcentaje de Death a secas e incluso un sabor por momentos casi añejo. La combinación, como digo, da un resultado formidable, lleno de matices, detalles y posibles escuchas distintas.

Por otra parte, el mencionado carácter digerible o "accesible", y que nadie se escandalice por ello porque no es para tanto, recuerda a grupos recientes como FRACTURED INSANITY o CEREBRAL BORE. Aparte de que cada uno tenga su estilo, todos comparten un punto de amenidad que se agradece frente a propuestas más arduas. Por lo demás, a CHAOS INCEPTION les vendría bien darle más variedad al ritmo de sus riffs, que demasiadas veces recurren a patrones regulares (de ahí les viene en parte su aire atemporal, junto a un registro vocal igual de clásico, rugiente pero en absoluto gutural). Lo compensan muy bien con otros elementos, sobre todo las aludidas guitarras solistas, o mediante una sólida construcción de los temas, pero creo que podrían abrir más ese campo sin renunciar a su estilo y sin tener tampoco que usar ritmos modernos ni nada por el estilo. En caso contrario, la fórmula se puede agotar pasado un tiempo y el riesgo de empezar a repetirse siempre estará ahí. Pero hoy por hoy han hecho un disco soberbio que brilla por sus propios méritos y que les sitúa en una envidiable posición para seguir mejorando.

viernes, agosto 10, 2012

PSYCROPTIC- The inherited repression (2012)


Si algo se les da bien a PSYCROPTIC, e incluso mejor con el paso del tiempo, es que saben hacer "temas", ese extraño elemento unitario tan a menudo desaparecido en el mundo del Metal extremo, más aún dentro del Death Metal y con mayor riesgo en los terrenos del Tech-Death. Pero por encima de la habitual disgregación de trozos sin relación entre sí, estos australianos crean temas con sentido y con identidad propios, puede que también sin grandes hallazgos ni ideas deslumbrantes en los últimos tres discos, y además demasiado parecidos entre sí, pero al menos bien construidos. Basta escuchar el inicial "Carriers of the plague" para comprobar cómo rentabilizan todos los relativamente escasos materiales, cómo los usan de maneras distintas hasta explotar todo su potencial, en una demostración del "menos es más" más propia de otras tendencias y que dentro de este género denota sabiduría a la vez que veteranía. Cómo no, sobra decir que también se les da bien el dominar sus instrumentos y el demostrar una sobrada pericia técnica, pero es que partimos de que esto es Death técnico y ya con un quinto disco el grupo no tiene que demostrar nada en este sentido. Por otra parte, la técnica es más que gimnasia de dedos, torrentes de notas y velocidades ultrasónicas, así que vamos con eso.

La idea es que sea o no Tech-Death, estamos valorando unas composiciones, más allá de la agilidad mecánica de los músicos. Correcaminos del mástil los hay a patadas en todas las escuelas y academias del mundo, esto es otra cosa. Y aquí lo que encontramos es que demasiado a menudo los riffs tienen la misma estructura, una primera mitad más "convencional" y calmada y una segunda en la que brota como un destello el floreo, adorno o arpegio de turno, que de esta forma está metido un poco con calzador y como de relleno. Son pocas las veces en que las partes técnicas estructuran verdaderamente los riffs, y menos aún los temas. Hay excepciones, por supuesto, como las hay en otros apartados de esta reseña, y el tema "The throne of kings" es un buen ejemplo de cómo un diseño técnico cobra verdadero protagonismo. En el lado contrario, pero sirviendo también como excepción a lo dicho, hay temas como "Become the cult" y "Deprivation" donde aparecen partes verdaderamente sencillas que se atreven a llevar el peso de la música sin necesitar el auxilio de esas florituras un tanto frívolas.

Por otra parte, creo que hay demasiado tapping y demasiado sweep-picking agudo, en general demasiado registro agudo, al final todo es tan liviano, casi tan etéreo que suena un poco insustancial, lo que viene a ser una de las peores cosas que se le pueden achacar a un disco de Tech-Death. Pero al mismo tiempo ese es el estilo de PSYCROPTIC, esa especie de tirabuzón musical aligerado por dentro, casi hueco. Es un rasgo de identidad y desde luego que se trata de un grupo reconocible de lejos, ese es otro de sus méritos, pero creo que les vendría bien más potencia y una base más contundente. En general también hay demasiada guitarra, quiero decir que tratándose de Death técnico el bajo y la batería están muy apagados, particularmente el primero, en su mayoría ausente o como mucho doblando la guitarra, y la segunda se limita a cosas muy corrientitas, casi como un mero acompañamiento que se encarga de marcar el tempo, lanzar algunos blasts y poco más, lo cual sería normal en muchos otros géneros pero no en este, donde se espera que todos los instrumentos dialoguen y vayan tejiendo juntos el entramado de notas, ritmos, acentos, arreglos, detalles y otras mil sutilezas o virguerías, según el caso.

La voz... en fin, no puedo evitar pensar que "no pega". No digo que Jason Peppiatt no sea un buen cantante, pero las audacias vocales de Matthew Chalk y su incomparable gama de registros sonoros estaban a otro nivel, y eso es algo que al parecer PSYCROPTIC perdió y que muchos consideran una merma insustituible. No tengo nada en contra del estilo de Peppiatt, pero encajaría mejor en el Deathcore, el Metalcore o hasta el Hardcore, mientras que en el Death se queda coja. Algo así como cuando CRYPTOPSY tenían a Mike DiSalvo, que lo hacía muy bien, era estupendo y se lo curraba mucho, pero no terminaba de encajar. Y estoy convencido de que el contrapunto de unos buenos guturales le vendría de maravilla a la parte instrumental y le daría un contraste y una dinámica al grupo tremendos.

Por último, la producción es ciertamente floja, el disco suena blando y le falta pegada. Quizá Joe Haley debería empezar a pensar que componer, tocar, grabar, producir, sonorizar y mezclar son demasiadas cosas para una sola persona, más aún si encima graban en su estudio personal. Todo esto va en detrimento de la sensación de conjunto como grupo y empeora lo que ya he dicho sobre que este parece el disco de un guitarrista con unos modestos acompañantes. Sin duda es un álbum muy atractivo para los guitarristas, para que se pongan a aprender los temas y vayan descubriendo y flipando con los recovecos técnicos de las seis cuerdas, pero para los oyentes, como simple objeto de escucha, se queda corto en muchos sentidos y tal vez sea eso lo que han olvidado PSYCROPTIC como punto de partida.


domingo, agosto 05, 2012

PUTRID PILE- Blood fetish (2012)


Cuarto disco de uno de los proyectos en solitario más conocidos dentro del Death Metal americano, el formado en exclusiva por Shaun LaCanne. Las directrices de sus tres trabajos anteriores no cambian para este "Blood fetish", aunque se puede decir que sí mejora el resultado, la forma de plasmar tanto sus gustos musicales como su tendencia estilística: los temas van directos a la médula mediante riffs sencillos pero eficaces, ritmos variados y contrastantes y una notable gama vocal. Con grupos como PUTRID PILE uno siempre sabe lo que va a encontrar y el margen para las novedades está descartado, pero al menos se puede esperar que lo que hace lo haga con gracia y sin repetirse más de lo aceptable, y ambas cosas se cumplen aquí.

El mayor mérito de este disco, incluso frente a sus predecesores, es que deja total libertad para que los cambios vayan y vengan a su aire y la música no se vuelva aburrida ni monótona. Es la decisión más inteligente cuando el punto de partida es grabar todo la misma persona y además con batería programada. Otro acierto es que los riffs siguen también esta idea principal de alejarse de lo más previsible. Ciertamente son riffs de factura Death intachable, pero introducen a menudo motivos melódicos o partes llamativas que les dan un aire más fresco de lo habitual en estas propuestas. El disco consigue así un buen nivel de amenidad sin renunciar a sus presupuestos básicos de brutalidad y sin traicionar el género.

Aun así, el lastre de una batería excesivamente maquinal se deja notar al cabo de poco rato, al igual que la producción demasiado lineal, sin relieve y falta de dinámicas. Ambas cuestiones se potencian entre sí y dan como resultado una creciente indiferencia a medida que pasa el tiempo. Recuperan la atención y la capacidad de sorpresa con el riff principal de "Tortured soul" y a partir de ahí rentabilizan el incluir dos temas que no llegan al minuto de duración y que le dan un renovado sentido del contraste a lo que queda por sonar. Entre unas cosas y otras al final el objetivo se cumple y el disco, sin ser una joya, resulta interesante y ofrece un más que entretenido rato de Death Metal machacón a la americana con unas cuantas buenas ideas de por medio.