sábado, marzo 31, 2012

HOUR OF PENANCE- Sedition (2012)

No sé por cuántos discos habrán firmado HOUR OF PENANCE con Prosthetic Records, pero tiene toda la pinta de que esto sigue el patrón de "cada dos discos discográfica nueva y cambio de estilo". Tampoco han cambiado tantísimo, es sólo que sus dos discos con Unique Leader siguieron una senda completamente distinta a los dos primeros con Xtreem Music, y ahora este quinto álbum vuelve a buscar derroteros nuevos. O han decidido juntar los dos estilos de esas épocas y tratar de sacar lo mejor de ambas. Eso que ganan, porque la etapa en UL fue de una pobreza musical soberana, mucha ultrabrutalidad, mucho ser los emperadores del blast estratosférico, pero poquito de personalidad, menos de imaginación y nada de variedad. Si bien "Paradogma" daría tímidas muestras de apertura, "The vile conception" era un álbum insufrible en su monotonía, aunque muy disfrutable en su extremismo. La ultravelocidad sin variación es una forma de extremismo, sí, igual que lo es la ultralentitud del Doom o la ultrarrepetición del Drone, por definición cualquier cosa llevada al límite lo es, pero el riesgo de monotonía siempre está ahí. HOUR OF PENANCE parecen haber querido recuperar ahora el portentoso equilibrio entre extremismo y creatividad que llevaron a su cima en "Pageantry for martyrs" del 2005.

Sigue la emulación de BEHEMOTH -los primeros compases de "Enlightened submission" ya lo dejan claro y temas como "Ascension" lo confirman-, sigue la libre recreación de HATE ETERNAL (otros maestros de la monotonía que han acabado por reinventarse y han logrado además superar toda expectativa imaginable), y de la fusión de ambas tendencias sale un producto muy bien elaborado y rematado. Esta vez hay espacio para todo, la técnica, la velocidad y la variación rítmica. Hay riffs moderadamente sencillos que se quedan sin problema en la cabeza ("Decimate the ancestry of the only god", "Deprave to redeem", etc.), parones para que la batería marque la entrada de una nueva parte, melodías solistas que se elevan sobre la despiadada base rítmica ("The cannibal gods", entre otros muchos), cambios de ritmo constantes, partes pesadas (la citada "Ascension" es particularmente llamativa), solos chirriantes... Es evidente que han querido dar un giro a su estilo y el resultado es para descubrirse: este álbum es el fruto depurado de toda una carrera, el estadio final de un largo aprendizaje y una demostración mayúscula de sabiduría en un momento en que aún no han perdido ni una milésima de brutalidad. HOUR OF PENANCE a pleno rendimiento de nuevo. Poco importa si es consecuencia de una decisión premeditada, si la espontaneidad que parecen demostrar es real o no, el caso es que el disco es tremendo. Eso sí, sería mucho mejor si hubieran logrado sonar personales y no "recordar" tanto a grupos consagrados. Lo hicieron en sus comienzos y podrían volver a hacerlo, y sería la única forma de que ellos mismos estuvieran en situación de llegar a ser un grupo consagrado.

jueves, marzo 29, 2012

ABSURD UNIVERSE- Habeas corpus (2011)


He aquí un caso agudo de doble personalidad: ABSURD UNIVERSE son los cinco miembros actuales de SINISTER pero con otro nombre. Es decir, son SINISTER haciendo una música que no es la de SINISTER, aunque tampoco demasiado alejada. No voy a entrar a repasar quién es quién y de dónde viene, porque el culebrón es interminable y tampoco aporta mucho. El caso es que Aad Kloosterwaard se quedó solo otra vez el año pasado al frente de esa institución del Death Metal holandés que es SINISTER, y una vez más decidió reflotar el barco con nuevos mercenarios. Esos mismos cinco tipos montaron ABSURD UNIVERSE como proyecto paralelo (la verdad es que no sé qué fue antes, según Metal Archives primero fue AU y luego la reconstrucción de SINISTER, pero de verdad que, vista la trayectoria y los bandazos del amigo Aad, no importa demasiado). Lo que está claro es que esta no va a ser la banda prioritaria, y así lo confirma la música.

No es que sea de segunda categoría, ni muchísimo menos, y de hecho resulta mucho más excitante que bastantes de las cosas que ha grabado la banda madre. Pero es más elemental, se ve que está hecho con menos detenimiento y que su meta no es tan ambiciosa, lo cual no le quita ni pizca de interés, porque su inmediatez y despreocupación le dan una potencia tremendamente atractiva. Es Death Metal sin etiquetas, sí, pero con un ingrediente grande de los SLAYER del "Hell awaits", ese momento en que las tropas de King & Hanneman podrían haber seguido perfectamente un camino hacia el Death con la misma continuidad con que lo siguieron hacia el Thrash, ese punto oscuro, tétrico, macabro que en "Reign in blood" desapareció del todo. Pues ahí se sitúa en parte este "Habeas corpus", en ese delicioso momento de estilo híbrido que tan pronto es una cosa como la otra y siempre con total naturalidad, aunque predominando claramente el Death.

Temas rápidos que apenas salen de la misma velocidad (salvo la primera mitad de "Ships of enslavement" y otros momentos aislados en los imprescindibles cambios de ritmo), riffs muy sencillos y en general un planteamiento simple pero nunca simplón. Van a lo que van y dan toda la caña que se espera de este estilo. Los riffs iniciales de "Blood collector", "A stone for your skull" o "Red water" son SLAYER a más no poder, luego entra la voz Death y para entonces la mezcla se vuelve completamente adictiva en su sencillez. Una pena que abusen tantísimo del mismo tempo, o que todos los temas tengan la misma estructura (salvo el citado), o que algunos riffs parezcan retales sobrantes de proyectos de mayor altura. Pero se trata de una banda paralela, y como tal da la talla con mucha entereza. Además al final se redimen con un fenomenal "New world domination" en el que la estructura es distinta, varían los tempos y hasta dan con un estribillo simple pero efectivo. Y, por supuesto, los riffs a lo SLAYER que vuelven a recordar a "Praise of death", "Necrophiliac" o "Kill again". Disfrute seguro y dolor de cuello garantizado.

miércoles, marzo 28, 2012

OVERKILL- The electric age (2012)


¡La vieja guardia está que arde! Menudo discazo que se han sacado de la manga estos "chavalitos", estos OVERKILL totalmente rejuvenecidos, tanto que parecen una panda de quinceañeros rebosantes de testosterona. ¿De dónde han sacado la energía para grabar este trallazo? Porque es un trallazo en toda regla, un álbum imparable y desbordante de energía. Más que rejuvener parece que hubieran viajado en el tiempo, porque esto es una vuelta sin fisuras al más puro estilo OVERKILL clásico, pero sin asomo de nada que parezca retro, y muy superior a su anterior "Ironbound" del 2010. Ya entonces estaba claro que se trataba de una decisión consciente y un giro premeditado, pero ahora el resultado tiene toda la naturalidad necesaria para que sea creíble y desate la locura.

E insisto: ¿qué les pasa a los grandes pioneros de los distintos géneros? En el Death CANNIBAL CORPSE, en el Grind NAPALM DEATH y ahora en el Thrash OVERKILL (puede que nunca hayan sido un grupo plenamente Thrash, pero convengamos que es el estilo más apropiado para situarlos)... ¿Es un virus, una epidemia, van juntos al psiquiatra? Sea lo que sea, han renacido después de unos álbumes correctos pero insípidos y están haciendo una música genuina, fiel a su propio estilo pero sin autoplagiarse. No aportan nada a sus respectivos géneros ni renuevan su base musical, sino que vuelven a ella con una frescura y una claridad de mente asombrosas. Y que conste que soy el mayor escéptico en lo que se refiere a viejas glorias, siempre me parece que viven de las rentas y que fabrican discos cerebrales y predecibles, así que ninguna de estas alabanzas es gratuita. Si acaso, todo lo contrario.

Pero volvamos a OVERKILL: como decía, han apostado al 100% por reforzar su orientación Thrash original, aquella que quedó definida con nitidez en "Taking over" y a la cual han ido y vuelto de forma intermitente a lo largo de una larguísima carrera (dieciséis discos completos con este último, aunque ellos cuentan 17 incluyendo el EP "Overkill" de 1984, como se deduce de títulos como "Killbox 13" y "ReliXIV"). Un regreso que complace en extremo a todos los que habían despotricado de sus flirteos groovy durante muchos años. Son los mismos OVERKILL que se labraron a finales de los 80 un nombre por derecho propio y para siempre entre los grandes del género a base de discos antológicos como "The years of decay". Aun así esto no lo digo como un elogio en sí mismo, sino como una mera descripción. No creo que volver a un estilo sea bueno de por sí, ni tampoco que lo sea el cambiar a uno nuevo. Los músicos siempre son libres de tomar la dirección que quieran, y después los fans lo son para seguirles o no. Y puestos a confesar gustos personales, a mí me gustaban mucho más las búsquedas rítmicas de "Immortalis" o el rollito groovy de "From the underground..." o "Necroshine", así que en todo caso mis alabanzas en este punto tampoco serían gratuitas, sino todo lo contrario. En cualquier caso, la gran noticia no es que en este aplastante álbum vuelvan a ofrecer su peculiar visión del Thrash, ese deje suyo tan personal que tiene un gran componente de Heavy acelerado sin tampoco ser Speed, sino que esta vez lo hacen con muchísima más inspiración. OVERKILL en estado puro y a pleno rendimiento, una maravillosa noticia para quienes estaban esperando este retorno desde hace mucho.

En "The electric age" predominan los tempos rápidos y las guitarras furiosas, la mayoría de temas son veloces -salvo "Black daze"- y van al grano, aunque luego atraviesan pasajes diferentes y otras velocidades. Son diez temas en cincuenta minutos, tres de ellos por encima de los 6 minutos, pero no llegan a las magnitudes del citado "The years of decay", que se les fue un poco de las manos. Son temas amplios, de arquitectura sólida y con una estructura coherente, y a la vez amenos y asequibles. No se trata de liarse con desarrollos instrumentales ni de lucirse a base de técnica, porque ese no es el rollo de OVERKILL, pero sí de ofrecer la necesaria variedad y que los temas tengan enjundia. Por supuesto, hay estribillos de los de toda la vida ("Electric rattlesnake", "Save yourself", "Drop the hammer down", "All over but the shouting"), como no podía ser menos, pero no es música de "fast-food". Es Thrash Metal en versión OVERKILL.

Hay todo eso y más: a los estribillos pegadizos, riffs básicos, velocidad y energía, cambios de ritmo, estructuras interesantes... hay que añadir unos solos particularmente expresivos, más de lo que lo han sido desde hace muchos años. No en vano esta formación del grupo es la más estable y llevan ya con ella una década larga, y eso al final se nota, todas las piezas están perfectamente engrasadas y a la vez esa seguridad les permite incluir otro tipo de detalles que ya aparecían en "Ironbound", como algunas frases solistas que quedan muy bien, ocasionales guitarras dobladas, los habituales gang-chorus en muchos temas, elementos melódicos que logran incorporar sin que desentonen,... Variedad y frescura a raudales, eso está claro. Y la producción, en su línea: sonido limpio y cada instrumento en su sitio, las guitarras afiladas, la voz con sus chillidos rabiosos -impresionantes en un veterano como Bobby Ellsworth- y el bajo de D.D. Verni retumbando y guiando una vez más la nave.

Y lo mejor de todo es que su inspiración compositiva también parece haber regresado a tiempos mejores. OVERKILL son un grupo con una carrera muy homogénea y una gran constancia, pero quizá no cuentan con un catálogo de "hits" tan descomunal como otros pioneros, y sus últimos discos tampoco contribuían a mejorarlo. Es más, su último "Ironbound" presentaba los mismos elementos compositivos de este álbum pero muchos pasajes recordaban descaradamente a temas anteriores del grupo, y sobre todo volvían a caer en un error que venía de lejos: la falta de ideas en las melodías vocales. Desde "Necroshine", de 1999, hemos oído innumerables veces la línea del estribillo de ese tema en un montón de canciones y discos de OVERKILL, y en "Ironbound" rozaba límites escandalosos, apareciendo ya desde la primera estrofa del primer tema, en la parte central del tema título, en el estribillo de "The goal is your soul"... No sé si era cosa de Bobby Ellsworth, pero el problema ha desaparecido del todo y por fin cada tema es un mundo en sí mismo y no recuerda a otros anteriores, ni en los riffs ni en las líneas vocales (sólo se les ha escapado que "Old wounds, new scars" empieza -y después utiliza bastante- con un riff clavado al "Set me free" de SWEET que versionaron HEATHEN en su "Breaking the silence" de 1987 y SAXON tres años antes en el álbum "Crusader"). Y eso que el disco tampoco es una obra maestra en cuanto a potenciales nuevos clásicos, e incluso abusa del mismo tempo rápido más de la cuenta, pero los temas respiran, se quedan a la primera y tienen unos estribillos fantásticamente sencillos, inspirados y pegadizos. El resultado es que todos se distinguen entre sí y cada uno se alza individualmente en medio de una discografía tan extensa como la de estos gigantes de Nueva York. Todo un logro, una increíble sorpresa y una gozada para los fans. Como KREATOR den también la campanada, este 2012 va a ser de infarto.

martes, marzo 27, 2012

HARPOON- Deception among birds (2011)


Disco peculiar este segundo de los americanos de Chicago HARPOON: empieza con una velocidad hardcoriana que pronto alcanza dimensiones de Grindcore agresivo y algo experimental, pero que poco después se desinfla inexplicablemente. Y no porque amplíe lo experimental, sino porque pierde fuerza, sin más, a base de bajar la velocidad y de distraerse con pasajes sin apenas relevancia. La tónica general es de una indeterminación estilística que despista bastante. Si la cosa hubiera ido de mezcla de estilos, podría haber dado resultados insólitos y sorprendentes, pero no es el caso. En su lugar, la violencia no termina nunca de estallar del todo y las partes más meditativas se vuelven un tanto sosas, en vez de resultar evocadoras. Lo de alternar blasts, voces limpias, partes melódicas y gritos furiosos no logra potenciar las cualidades de lo uno ni lo otro, sino dar una sensación de quedarse a medias en todos ellos.

Claro, que todo esto está visto desde el prisma del Metal extremo, y en realidad este disco va mucho más allá (o se queda más acá, mejor dicho). Tiene una base de Hardcore a la que han superpuesto componentes un tanto eclécticos y que a menudo no pasan del ámbito del Rock en general, sin etiquetas. Si se ve de esta forma resulta un álbum intenso y variado, y hasta atrevido, y tal vez tenga buenas críticas en revistas y medios más generalistas que abarquen también estilos musculosos. Pero dentro de los géneros extremos anda un poco perdido y se queda en tierra de nadie. Por eso no cabe hablar de mala música, falta de ideas, poco trabajo ni ningún otro lastre achacable al grupo ni al disco, es simplemente que durante mucho rato se mueven en terrenos distintos de los que aquí nos suelen ocupar. Un tema como "Troglodyte's delight" es seguramente la prueba más clara de ello, aunque "Dreadnought" le anda cerca. El resto de pasajes "ambiguos" están diseminados entre blasts, riffs brutotes y hasta ritmos Metalcore -como en el tema-título- con sus correspondientes berridos incluidos. Allá ellos. Habrá que dar por hecho que son conscientes de lo que hacen y que asumen el riesgo de no destacar en ninguna faceta habiendo probado tantas.

domingo, marzo 25, 2012

PICTURES OF PAIN- The reckoning (2010)


Primer disco completo para estos noruegos tras un par de Demos en los años 2005 y 2006. En numerosos sitios se los presenta como Metal Progresivo, pero quizá no sea lo más acertado, o no en todo momento. Cierto que tienen un aire a formaciones clásicas como FIFTH ANGEL, CRIMSON GLORY o FATES WARNING, pero no llegan ni de lejos a sus complejidades y se quedan por debajo en cuanto a calidad. Lo suyo es Heavy de gesto grandilocuente, sonoridades duras junto a voces melódicas, estructuras ambiciosas y aires épicos, pero tanto como Progresivo... Sería más bien algo como unos QUEENSRYCHE con elementos de JUDAS PRIEST o hasta de HELLOWEEN -quitando su velocidad-, y está más cerca de bandas como METALIUM o MASTERPLAN que de los primeros mencionados. Y de Death nada de nada, por más que haya algunos blasts disperos.

Dicho esto, hay que admitir que el álbum arranca muy bien, de manera convincente, con un sonido magnífico y unos buenos arreglos que dan una gran impresión de conjunto. Guitarras afiladas sirven de base para melodías fantasiosas y de clara capacidad seductora. Pero al mismo tiempo se aprecian ya elementos un tanto "chocantes", básicamente los gritos super-jebis-de-la-muerte -falsete y vibrato incluidos- que no le pegan nada, esa especie de Halford histérico que le quita gran parte de su sofisticación a la música. En general el vocalista se mueve en otros registros, principalmente voces limpias, a veces rasgadas, algún deje a lo Ozzy... variedad tiene de sobra y este es un gran mérito, pero cuanto más se aleja de la chabacanería jebi más gana el grupo entero.

El segundo tema, "Far beyond" es la culminación de todas sus virtudes y un punto álgido del disco. Épica llevada a su máxima expresión, guitarras agresivas y unas melodías sabiamente rematadas en un estribillo antológico. Son más de seis minutos que recorren distintos pasajes, como muestra de la citada ambición estructural, pero no siempre están bien engarzados o contribuyen a crear un diseño homogéneo, carencia que será continua a lo largo de todo el álbum. Y a partir del tercero asistimos a un descenso de la inspiración melódica (recuperada después en "Years of disgrace") y sobre todo a una llamativa repetición de recursos: intercalan una y otra vez pasajes acústicos a los que casi siempre llegan de golpe, vuelven los berridos mezcla de Udo Dirkschneider con Eric Adams, siguen acumulando pasajes inconexos y planteando bruscos cambios de tempo, y la armonía se lleva quizá la peor parte, ya que abusa bastante del VI-IV en modo menor como forma de expresión épica y al final les pasa como a IRON MAIDEN, que las primeras 518 veces tiene su gracia, pero todo tiene un límite.

Los solos de guitarra son un buen punto del disco, y además tienen un sonido rasgado que subraya la gran emotividad con que están interpretados. El resto tiene demasiado de apariencia y le falta contenido. La impresión final es la de un trabajo bastante pretencioso, más dado a querer impresionar que a crear mostrando verdadero talento, y que se presenta como heredero de una tradición a la que en realidad aporta muy poco y de la que se limita a robar unos cuantos clichés ensamblados con poca fortuna.

sábado, marzo 24, 2012

BRUTOLOGOS VIII


¡Ya está aquí el cartel completo del BRUTOLOGOS 2012! Una nueva edición de brutalidad extrema y toda una prueba de resistencia física y mental. Sólo apto para lunáticos, cafres, masocas y brutólogos en general!!!

Si la edición del año pasado ya fue desquiciada, la de este pretende poner el listón muy alto y desafía a la peña con 24 horas seguidas de extremismo musical. En mi caso el año pasado fue la primera edición a la que iba, y fue tan flipante que este año he comprado la entrada ultra-anticipada antes de saber qué grupos tocaban!! Daba igual, sé cómo hacen las cosas la gente de Produccionesraras y uno se puede fiar a ciegas de que el festi será insuperable... hasta el del año siguiente!!!

2 de junio - Palencia - BRUTOLOGOS - Moriremos todos

viernes, marzo 23, 2012

FUNERAL WHORE- Step into damnation (2012)


Holanda es tierra de Death Metal, qué duda cabe, y de allí vienen estos FUNERAL WHORE que publican ahora su primer álbum completo tras una intensa producción de formatos menores como Demos, EPs y Splits. Pese a la procedencia, esto tiene mucho más de Death sueco que de ASPHYX o PESTILENCE -y ni qué decir de SINISTER-, y de hecho entra de lleno en el revival del Old School, con todas sus señas de identidad. Sonido denso y oscuro, guitarras crujientes, riffs simples, voz profunda y rugiente pero no excesivamente gutural... Y hay que reconocer que tiene un atractivo inmediato y no suena a refrito, aunque ciertamente no aporte nada de nada. Pero engancha, qué demonios. Es llamativo y recrea a la perfección todo el ambiente lúgubre del buen Death añejo. Tras un inicial "Eternal genocide" que despliega estos y otros encantos, su continuación con "Wasteland of corpses" se introduce en tempos arrastrados y ritmos pesados, con lo que la atmósfera gana en posibilidades y nos abre a nuevos registros.

Pero ahí acaba lo bueno. El resto del disco se aleja poco del puncha-puncha del tema de apertura, el ritmo movido tan característico del género. Es cierto que lo alternan a menudo con otros pasajes (especialmente en "Pierce my flesh") e incluso algunos temas lo evitan por completo ("El Salvador Death Squad", uno de los mejores momentos de todo el álbum), pero en general abusan de él como tempo fundamental para articular los temas y el disco se acaba convirtiendo en una repetición de sí mismo. En medio de un panorama así de monótono los temas se difuminan unos frente a otros, cuesta situarlos e identificarlos -más aún teniendo en cuenta lo genérico de bastantes riffs-, y al cabo de un rato la estimulante emoción del principio ha perdido buena parte de su capacidad adictiva. Es uno de esos discos que se disfrutan intensamente por piezas, oyendo un par de temas sueltos o usándolo para configurar una variada lista de reproducción, pero todo del tirón se desinfla a medida que avanza. Sus méritos de sonido y ambiente nada pueden en la distancia larga y al final caen ante la falta de un planteamiento global más ameno y que hubiera sabido distribuir mejor los puntos de interés.

miércoles, marzo 21, 2012

DEAD TO THIS WORLD- Sacrifice (EP, 2011)


DEAD TO THIS WORLD es el grupo del exbajista de IMMORTAL, Iscariah, y "Sacrifice" es su nuevo EP tras el álbum completo del 2007 "First strike for spiritual renewance". Producido por la propia banda (que se completa con el guitarra Skyggen (GORGOROTH, TORTORUM), el bajista Thurzur (TAAKE, GAAHLSKAGG) y M:A Fog (ex-MORTUARY DRAPE, BLACK FLAME) a la batería), este trabajo es una pequeña pero mortífera dosis de buen Black/Thrash. Directo, accesible y tan malévolo como cabe esperar de su artífices. Se hace corto, y eso que dura unos nada despreciables 25 minutos, lo que viene a ser un halago y también una prueba de sus virtudes. Cautivadoras melodías guitarreras entre riffs sencillos pero imaginativos, unos arreglos satisfactorios y una más que correcta producción dan a este disco una dimensión más propia de los grandes formatos que de los habitualmente modestos EPs.

El tema-título "Sacrifice" tiene un estribillo adictivo, tanto en la parte instrumental como en la vocal, y de nuevo deja claro que lo que mejor se les da a estos noruegos es dar con ideas efectivas. Aquí no hay exhibición instrumental ni pirotecnias huecas, pero sí mucha inspiración y un sentido clásico de cómo componer buenos temas. Los demás tampoco se le quedan a la zaga al mencionado, aunque "Death courageous" parece perder fuerza por momentos y quizá le perjudica su monotonía rítmica. La versión del "The malefice" de los chilenos PENTAGRAM marca un curioso punto de inflexión, dada su diferencia estilística. Y rematan el EP con "Altar of Mahakali" y sus cinco minutos de pesadez y esoterismo (los últimos tres son en realidad una outro medio ambiental unida al propio tema). El álbum ha sido publicado como Digipack-CD y como vinilo negro de 180 gramos incluyendo un póster DIN A3.

lunes, marzo 19, 2012

NOXBLEED- Progress in dementia (2011)


Desde Guipuzcoa vienen estos NOXBLEED, formados en el 2009 y presentando su primer trabajo discográfico en forma de álbum completo con once temas a lo largo de unos 47 minutos. Lo que ofrecen es un interesante Death Metal sin etiquetas pero claramente impregnado de ritmos modernos (que no "modernetes") y frecuentes pasajes hardcore ("Hate from the womb", "Waiting for glory", "Digging our own grave", etc.). Nada de Old School y muy poquito de Brutal, es Death abierto a nuevas influencias y que no se pone barreras, con el consiguiente abanico de posibilidades. Las mezclas siempre tienen esta ventaja de partida, que se mueven en un campo creativo más amplio. En este caso prevalecen los ritmos entrecortados y los riffs de pocas notas -a veces de una sola-, pero no tienen problema en hacer riffs ligeramente más complejos ni en clavar un buen blast (como en "Isolated" o en el tema-título, entre otros muchos) o en recrearse en partes más pesadas o unos buenos power-chords, además de los citados fragmentos hardcorianos. El aludido "Isolated" sería un buen ejemplo de cómo lograr un conglomerado de todo ello en un solo tema.

Se aprecia energía, inquietud creativa y buenas ideas, mucha variedad compositiva y, en general, un marcado gusto por querer hacer las cosas bien. Su limitación por ahora viene del hecho de juntar todo eso sin mucho orden: los temas no tienen un punto focal claro y no se sabe muy bien hacia dónde van. Incluyen secciones a veces más llamativas y a veces menos, pero les falta una dirección, un momento de énfasis que conduzca la atención del oyente. La sensación de "conglomerado" que mencioné antes juega a menudo en su contra, porque impide que cada tema tenga una identidad propia. Pero es el resultado, como decía, de querer plasmar todas las ideas que les bullen en la cabeza, toda esa efervescencia que hace que el disco resulte tan atractivo. Seguro que en el futuro un criterio más afinado al estructurar los temas hará mejorar este apartado, porque material hay de sobra.

Otro punto débil del álbum es que la grabación es algo básica y por momentos da una cierta sensación de "boceto" más que de obra completa y rematada. En parte podemos suponer que por puros impedimentos técnicos o limitaciones de presupuesto, y que una producción más elaborada les haría más justicia, pero la parte estrictamente instrumental también carga con lo suyo: a lo primero puede achacarse que apenas haya arreglos ni remezclas en las guitarras -aunque sí las hay en las voces, cuya alternancia entre los dos registros es lo más ameno desde el punto de vista sonoro-, pero musicalmente el bajo está poco aprovechado, al igual que la tesitura aguda de la guitarra, y la batería es excesivamente simplista y se limita a marcar los ritmos sin más. Y me atrevo a opinar que, para lo variado de su música y el tipo de ideas que exhiben, una sola guitarra no es suficiente. En algunos momentos se insinúan pasajes más pulidos, como las disonancias de "The fall" y especialmente "Hate from the womb" -con sus ecos de SEPULTURA-. También será un interesante capítulo que podrán desarrollar en próximas entregas, porque está claro que tienen mucho que ofrecer. De momento con este disco un tanto primerizo han demostrado talento y un gran potencial, que, unidos a la imprescindible maduración, habrá que ver hasta dónde les llevan.

viernes, marzo 16, 2012

SYPHILIC- A composition of murder (2011)

Impresionante giro en la carrera de SYPHILIC, o, lo que es lo mismo, Brian Forgue, ya que se trata de un proyecto individual que el susodicho concibe, compone y ejecuta en solitario (aunque recibe diversas ayudas que luego indicaré). Con esta forma de trabajo ha publicado ya tres discos completos y un EP, pero este tercero marca un cambio muy claro y una superación tremenda de todo lo hecho antes. Sus entregas previas eran brutales pero ramplonas, y tan convencionales que costaba diferenciarlas entre sí y frente al panorama general, aparte de que las grabaciones eran mecánicas y frías (un problema habitual en este tipo de formaciones). Pero ahora... ¿de dónde le ha venido dar este giro drástico, y de dónde ha sacado las ideas para superarse tanto a sí mismo? Misterios. Pero hasta la propia portada ya anuncia esta revolución, alejándose de las anteriores imágenes de sadismo misógino, de nuevo tan previsibles.

No diré que "ha madurado" ni esas sandeces, porque eso suena a que se haya vuelto menos extremo, cuando es todo lo contrario. Este disco asusta. Y en todos los sentidos. Puede que la portada no sea tan explícita ni truculenta o que haya dejado atrás las depravaciones sexuales, pero el planteamiento lírico del disco no se anda por las ramas: un álbum conceptual sobre Carl Panzram, asesino en serie de principios del siglo XX al que algunas crónicas de la época denominaron "The world's worst murderer". Doce temas sin título. Y todos enlazados entre sí. Libreto desplegable de 36x36, es decir, 9 cuerpos del tamaño de la carátula del libreto por cada lado, y de ellos 16 ocupados totalmente por las letras junto a fotos reales del tal Panzram (imposible seguir las letras mientras suena la música, y ni siquiera sé si en realidad serán las letras)... La impresión del conjunto es la de una fijación macabra, una especie de perturbación tal que uno no sabe si intimida más el personaje descrito o el autor de la obsesiva descripción.

Y la música es igual de enferma y desquiciada: Brutal Death Metal pero del que no se suele oír, alejado de la linealidad frecuente del género y de la monotonía rítmica habitual. Lo que hay aquí es un frenesí salvaje de riffs y blasts y guturalidad infrahumana, pero con unos ritmos tan inasibles que cuesta muchas escuchas empezar a retener algo. ¿Y esto es una ventaja? Sí, porque mientras tanto el disco es una gozada y su atractivo es inmediato desde el primer segundo. Además está surcado por momentos insólitos como el tema 1, de una rara épica creciente, el tema 6 donde se repite el uso del piano y aparece una buena cantidad de solos de guitarra y de frases melódicas (sin duda, uno de los temas más atractivos), el número 4 con amenazantes arpegios, el 9 con más frases melódicas en el registro agudo (una constante a lo largo de todo el disco), brutalidad sin paliativos en todos los temas, voces en off que van narrando atrocidades a modo de retazos sueltos... y un tema 12 que recoge la frase del bajo que abría el disco para culminarlo con un nueva alusión a la necrofilia entre risas de la audiencia.

La única pega es que la producción es aún algo aséptica, demasiado digital, incluso siendo muy superior a sus anteriores trabajos. La batería no está mal para ser programada, pero no deja de notarse que es lo que es y se echa de menos el relieve propio de un batería humano (siempre que no abuse de los triggers) y los matices que puede aportar. Al mismo tiempo, el carácter casi impenetrable de este pedazo de monolito musical hecho disco puede echar para atrás a algunos oyentes, y lo que le da su identidad más obsesiva puede a la vez hacer que resulte poco accesible. En todo caso, este último punto ya es cuestión de gustos personales.

Y de propina la prometida lista de colaboraciones: Forgue se ha encargado de todo pero como bajista de estudio ha contado con Brian Baxter, y como vocalistas invitados con Nick VanderHeuvel de GUTTED OUT, Alex de THE VIRALLY ENTHRONED, Shaun y Shane Stiles de INTESTINAL ALIEN REFLUX, Jeremy Sawnson de SAPROGENIC y James Lee de FACE OF OBLIVION. Los solos de guitarra han sido interpretados por "Metal" Matt Martin (WULFHOOK) y el piano corrió a cargo de Mary Pitcher, la portada es obra de Tony Cosgrove y hasta la tipografía del título tiene autor, en este caso Carlo Facci. Qué mejor forma de acabar que transcribiendo la lista de agradecimientos al final de la página de créditos: "I hate the whole damned human race, including myself".

martes, marzo 13, 2012

Split Torso Trauma - 5 Way Split (2011)


He aquí el último álbum por el momento de todas estas bandas, cinco, para ser más preciso. Y todas ellas con dos discos completos a sus espaldas, salvo los italianos ANTROPOFAGUS con uno menos, pero en el caso de estos caerá pronto su nuevo "Architecture of lust", de aquí a un mes. También publicarán pronto discos nuevos -el tercero en su caso- los españoles INFECTED FLESH, "Concatenations of severe infections", y los griegos MASS INFECTION (tanta infección seguida quizá ya huele un poco, haciendo un chiste fácil, pero en parte es verdad). Y evidentemente son todos artistas fichados por Comatose, aunque los también italianos PUTRIDITY publicaron su último "Degenerating anthropophagical euphoria" con Willowtip, una asociación de lo más llamativa y casi hasta poco comprensible.

En lo que también coinciden casi todos los grupos de este Split es en venir de países del Mediterráneo: a los cuatro mencionados hay que añadir a los argentinos PRION y la lista queda completa. Como se ve, hay muchos y variados motivos de homogeneidad entre estas bandas, y la música también cuenta con este rasgo. Son diez temas, a dos por grupo, de un convencional Brutal Death Metal, como no podía ser menos, con diferencias interesantes pero en general manteniendo una regularidad muy alta en todos los aspectos.

El estilo de cada grupo, pese a todo, es perfectamente reconocible, sobre todo el de MASS INFECTION, fieles a su habitual simplicidad de medios y al uso de riffs y frases poco complejas, y más aún el de PRION por situarse lejos de la onda americana que prevalece en los demás casos. Lo suyo es un estilo mucho más cercano a MORBID ANGEL, con más medios tiempos, partes pesadas y guiños rítmicos, y por eso mismo también algo más variado y con más facetas que mostrar, aunque todos frecuentan los conocidos e imprescindibles cambios de ritmo propios del género. Tampoco se queda ninguno atrás en brutalidad y efectividad, pero sí a menudo en originalidad o ideas frescas.

ANTROPOFAGUS suenan cortantes y muy metalizados, con una batería quizá demasiado lineal y alta en la mezcla y una producción algo aséptica, devastadora pero fría. En las antípodas se sitúa la producción de PUTRIDITY y de INFECTED FLESH, de sonido grueso y crepitante, tal vez también demasiado inclinados por el extremo opuesto, y es que al Brutal Death ese sonido sucio no siempre le sienta bien. Una vez más hay que reconocer a PRION, y en cierta manera a MASS INFECTION, un muy logrado punto intermedio por su sonido agresivo pero bien integrado en una producción orgánica. Y en el lado negativo, qué decir de la tacañería de PUTRIDITY, que para este Split hecho totalmente a base de temas exclusivos sólo entregan una versión del "Necropedophile" de CANNIBAL CORPSE junto a un tema propio que ya incluían en su álbum del 2007 "Mental prolapse induces necrophilism". De nuevo una excepción con la que se rompe la sólida homogeneidad que, en general, preside este Split.

viernes, marzo 09, 2012

CANNIBAL CORPSE- Torture (2012)

No voy a entrar en las controversias que tan a menudo provocan CANNIBAL CORPSE con cada nuevo disco (si cambian porque cambian, si no cambian porque no cambian, que si todos los discos son el mismo y se repiten o que si son un modelo de constancia y fidelidad a sí mismos... el eterno debate y la historia de siempre). Objetivamente son una de las mayores bandas de Death Metal de todos los tiempos, en cifras tanto de ventas de discos como de giras interminables por todo el mundo, en popularidad, en influencia, en número de imitadores y también en capacidad de generar polémica y de levantar pasiones entre defensores y detractores. Pero en esto, como decía, no voy a entrar.

Centrándome en la música, lo único que cabe decir es que han vuelto a engendrar un disco demoledor y de una fuerza imparable, todo un modelo de Death Metal en pleno siglo XXI, un catálogo de ritmos, riffs y gruñidos que cualquier grupo novel querría para sí. Y creo que este es un buen enfoque para alejarse de prejuicios: si un disco así lo hubiera grabado un grupo nuevo le lloverían los elogios (junto a las críticas por haber copiado a CANNIBAL CORPSE con el mayor descaro). Esto es Death al 100%, con sonido agresivo y producción devastadora, estructuras complejas, cambios de ritmo, violencia visual y lírica y el inconfundible estilo del grupo, tan reconocible como siempre. Al margen de la opinión de quienes se aburren con el carácter monolítico de su vasta discografía y que preferirían verles ampliar el estilo, no puede decirse que CANNIBAL CORPSE se plagien a sí mismos ni que haya frases, riffs o estribillos que recuerden a otros anteriores, y eso en un grupo con semejante trayectoria es todo un mérito. Que cambien o no y que esto contente o desagrade a los fans será cuestión de gustos, pero llevan doce discos evitando el autoplagio y sin repetir sus propias ideas.

El disco ha tenido una campaña de promoción en la que se nos habían anunciado algunas novedades, junto al recurso a fórmulas ganadoras ya probadas antes. Entre estas, el usar a Erik Rutan como productor, al igual que en los dos álbumes previos, o el volver a grabar en los estudios Sonic Ranch de Texas, como ya hicieron en tres discos alrededor del cambio de milenio. Si algo funciona, para qué cambiarlo. En el capítulo de "novedades" se había prometido una vuelta a la crudeza de sus comienzos. Bueno... sin ser del todo cierto, sí es verdad que han rebajado el nivel de tecnicismo que en trabajos recientes amenazaba a veces con asfixiar al oyente. Por supuesto que hay riffs complicados y montones de notas y más notas, pero lo han equilibrado con mayor presencia de partes simples e ideas directas, desde el mismo comienzo del disco. Riffs sin demasiadas florituras pero con la esencia del Death americano intacta, y por supuesto sin caer jamás en la monotonía. Y este es otro capítulo importante: la variedad de velocidades y cambios es pasmosa (quizá no tanto la de ritmos en los riffs), otro rasgo de identidad tanto del género como de su estilo personal. Un disco dinámico, variado y lleno de detalles. Y además lo redondean con solos veloces e incisivos, arreglos de guitarras armonizadas, algún pasaje con arpegios amenazantes -en "Followed home then killed"- y un Alex Webster que está verdaderamente inconmensurable al bajo.

Y por citar temas concretos donde se plasma todo esto, habría que destacar la pesadez arrastrada de "Scourge of iron", el estribillo pegadizo de "As deep as the knife will go" (que recuerda a la etapa "Gore obsessed", una tendencia sensiblemente rebajada en este álbum), la estampida violenta de "Encased in concrete" o el propio arranque del disco con "Demented aggression", un tema que desde hace un par de meses se podía oír en la red como adelanto. También tienen importante presencia de las partes pesadas -siempre combinadas con otras- "Crucifier avenged" y más aún "Caged... contorted", tema más interesante rítmicamente y en el que Webster literalmente vuela en varias partes que casi son un solo de bajo. Y sus alardes prosiguen en "The strangulation chair", robando protagonismo a las guitarras y demostrando, como lleva tiempo haciendo, que su presencia y nivel técnico son iguales, si no superiores. El disco se cierra con una furiosa "Torn through", uno de los temas más rápidos y una muestra más de que aquí no hay rellenos. Aunque en sus últimas entregas flojearan un poco con una propuesta demasiado lineal, CANNIBAL CORPSE conocen las fórmulas casi perfectas para grabar una y otra vez discos apabullantes con matices distintos entre sí, eso es lo que saben hacer y en este nuevo disco lo siguen haciendo muy pero que muy bien.