viernes, julio 29, 2011

GUTTED (Hun)- 2010- Mankind carries the seeds of Hell

Los húngaros GUTTED regresan con su tercer ataque mortal de Brutal Death, esta vez algo menos marcado por la irregularidad rítmica en beneficio de la ultra-brutalidad, también algo más inteligible y en general bastante más completo. No se salen de su estilo y siguen creando una música destructiva como pocas, que se sitúa en los límites de la complejidad y la técnica unidas al salvajismo más atroz. Pero por encima de su anterior “Human race deserves to die” ahora han logrado sonar un poco más comprensibles, sólo lo justo para no dejar de hacer el bestia pero permitir al oyente que se entere de algo de lo que está pasando.

Tras su debut “Defiled” hace una década, engendraron el mencionado segundo opus, emparentado estilísticamente con monstruosidades como DEATH DU JOUR o los primeros EMETH, pero ahora han optado por poner una pizca de orden en aquel caos y el resultado es verdaderamente demoledor. Blasts estratosféricos y casi permanentes y riffs que viajan a la velocidad de la luz, todo con una producción superior y un sonido bastante apropiado. En realidad ahora son más veloces que antes, pero siguen arrastrando en parte la dificultad de percibir en su música una clara sensación rítmica, la presencia de acentos, algún patrón identificable y bien marcado.

Ese es el principal factor que hace necesarias no unas pocas, sino unas cuantas escuchas para poder retener algo, y la verdad es que el disco acaba siendo apto sólo para amantes de esta especial radicalización del Brutal Death llevado a su extremo. Y, por paradójico que resulte, al final lo que consiguen es exigir una atención muy pormenorizada y ofrecer un tipo de placer un tanto intelectual y no tan visceral como otros subgéneros de Death Metal. Aun así, hay pasajes en que bajan el pistón y producen ritmos reconocibles y más inmediatos (la final “The fountain” compensa mucho el balance total), pero en general es un hecho objetivo que abusan de los blasts, y aunque este álbum supone su obra más equilibrada, aún podrán superarse en próximas ocasiones.

miércoles, julio 27, 2011

CANNABIS CORPSE- Beneath grow lights thou shalt rise (2011)

Para quien no conozca a CANNABIS CORPSE urge explicar que se trata seguramente de uno de los casos más singulares en el panorama extremo de los últimos años: un grupo que parece creado sólo para hacer unos chistes con juegos de palabras sobre títulos de CANNIBAL CORPSE pero que en realidad lleva ya tres discos y un EP produciendo uno de los más alucinantes, pegadizos e inspirados ejemplos de Death Metal de la actualidad. La tremenda paradoja de este grupo es que no sabemos si su presentación jocosa les ha servido para darse a conocer masivamente o si les está perjudicando porque evita que la gente les tome en serio y les mire como algo más que una broma. Me inclino a pensar que en un principio ha ocurrido lo primero y que ahora mismo se enfrentan al riesgo de que suceda lo segundo.

El grupo se formó como proyecto paralelo del actual bajista de MUNICIPAL WASTE, Philip Hall, que aquí se encarga de bajo y guitarra, y han mantenido estable la misma formación que ha grabado sus cuatro entregas hasta ahora, con la única adición de Nick Poulos (PARASYTIC, VOLTURE) a la guitarra a partir de su segundo disco completo.

Todo su universo lírico e iconográfico ha girado siempre en torno a la marihuana, pero enfocado exclusivamente a través de títulos de los de Buffalo que han alterado casi siempre con mucha gracia: sus anteriores discos se titulan “Blunted at birth” y “Tube of the resinated” y el EP “The weeding”, e incluían temas como “Force fed shitty grass”, “I will smoke you”, “When weed replaces life”, “Sentenced to burn one” o “Experiment in horticulture”. La cosa tiene guasa y da para unas cuantas risas, pero increíblemente la música ni es un chiste ni está hecha a base de retales o sobras, como ocurre con tantos proyectos paralelos: es todo un cañón, Death Metal con todas las letras y muy por encima de muchísimos grupos “importantes”.

Sin embargo, en esta nueva entrega amplían el objeto de sus parodias verbales a otros grupos como MORBID ANGEL y DEICIDE y sorprenden con títulos como “Lunatic of pot’s creation”, “Where the kind lives” o “Gateways to inhalation” (o el propio título del álbum), en lo que quizá sea un primer paso de alejamiento de sus limitaciones anteriores y una puerta a mayores ambiciones en todos los sentidos, quién sabe. La música es tan variada, fresca y adictiva como antes, o más aún, porque con cada disco se han superado a sí mismos. Esto es Death Metal 100%, con caña, estructuras complejas, riffs agresivos, voz rugiente y ritmos trepidantes, pero con la fórmula privilegiada para engendrar temas de un atractivo inmediato, algo casi prodigioso.

Con cada disco han aumentado la duración total y la cantidad de temas, pero su inspiración no sólo no merma sino que va también en aumento, y temas como “Blame it on bud”, “Dead by bong” o “Immortal pipes” están repletos de ideas formidables y de riffs que dan ganas de oír una y mil veces. Si le sumamos un trabajo admirable de guitarras rítmicas entretejidas con motivos melódicos y partes solistas, cambios de ritmo naturales y fluidos, y además una producción intachable, tenemos una de las mayores sorpresas del año, incluso para quien ya les conociera y supiera de lo que eran capaces.

jueves, julio 21, 2011

DELTA CEPHEID- Entity (2010)

Desde Alemania llega este exponente de Death contemporáneo con estructuras enrevesadas. Ellos mismos se definen como Death progresivo en su página web, pero no creo que esa denominación sea en todo momento la más acertada: desde luego no es lo más importante del mundo ponerse puntillosos definiendo un género, pero sí es útil para el lector saber a qué nos referimos al mencionar uno u otro (o a qué se refiere el propio grupo, como en este caso), y el disco está plagado de cambios de ritmo y secciones distintas, ciertamente, lo que le da un carácter continuo de complejidad, pero no toda la música “compleja” o enrevesada es progresiva.

Su complejidad consiste precisamente en acumular y acumular partes que poco o nada tienen que ver entre sí y sorprender al oyente con cambios bruscos y hasta inverosímiles, pero no logran crear temas coherentes, estructuras unitarias, algo que cuente una sola historia en lugar de enlazar un montón de fragmentos dispersos. Uno se pierde si intenta llevar la cuenta de las velocidades, ritmos y riffs por los que pasa cada tema, pero si fuera por eso entonces también DYING FETUS serían Death progresivo, y en realidad buena parte del Death es de por sí complejo y enrevesado.

Por zanjar la cuestión, si al hablar de grupos progresivos nos referimos a un estilo vanguardista, me vienen a la cabeza los belgas IN-QUEST, los canadienses AUGURY, los italianos SADIST o por supuesto UNEXPECT, y si nos referimos a grupos con largos desarrollos instrumentales pensaría en HIERONYMUS BOSCH, FRACTAL POINT, LYKATHEA AFLAME o evidentemente CYNIC y ATHEIST, todos ellos alejados de este “Entity”. DELTA CEPHEID ofrecen una amalgama de pasajes contrastantes donde los rasgos de progresividad son los compases y ritmos irregulares, el uso de algunas disonancias y un trabajo bastante cuidado de guitarras rítmicas.

Ahí sí que consiguen resultados verdaderamente brillantes: cada guitarra suena por un canal y cuando cada una se dedica a una frase o riff distinto el juego es interesante y además muy bien conjuntado. Lástima que no lo exploten más a menudo. Aun así, siendo esta su mayor virtud, el resultado es quizá demasiado intelectual y ofrece un tipo de disfrute ocasional y muy poco inmediato, que es en general lo que le sucede a todo el álbum, sobre todo oyéndolo entero de un tirón.

martes, julio 19, 2011

VREID- V (2011)

Quinto disco, como no podía ser menos con este título, de los WINDIR post-Valfar: VREID. Un álbum que se mueve en un estilo poco común, con una base instrumental prácticamente Heavy (entre otras varias orientaciones) y una voz que marca el vínculo más estrecho que mantienen con el Black. Entre una y otra fluyen como por arte de magia inclinaciones hacia el Death melódico, partes Black más convencionales, fragmentos gloriosamente épicos y viajes hacia paisajes sonoros de lo más variopinto.

El resultado es una música con una notable ambición estilística y que no se pone ningún límite previo. Hay riffs agresivos, melodías de guitarra dobladas, pasajes acústicos, algunos blasts, arreglos de cuerdas, frases de órgano, minuciosas líneas de bajo (“The blood eagle”) e igualmente una gran diversidad de ambientes, atmósferas y sensaciones, aunque prevalece el tono entre épico y pagano muy por delante de tendencias violentas, siniestras o diabólicas propias de otros exponentes del género. Como decía, el elemento que subraya con más fuerza la procedencia Black es la voz, pero incluso esta alterna en casi todos los temas con voces limpias, aunque de forma breve y esporádica (“The sound of the river”, “Fire on the mountain”, etc.).

Hecha esta descripción general del estilo hay que aclarar que, si bien en sí mismo es toda una virtud, la validez de los temas siempre va más allá del propio género, incluso cuando de entrada es uno tan fértil como el de este disco. Y en ese sentido hay quizá varios momentos en que la intensidad decrece, y no me refiero a los pasajes más líricos o soñadores, cuya eficacia para resaltar la dinámica de la música y crear contrastes es fabulosa, sino a otros en los que hay un abuso al repetir riffs, o una cierta monotonía rítmica, o ideas melódicas un tanto endebles.

Hay momentos brillantemente inspirados, como la apertura con “Arche”, pero otras muchas veces prevalece su habilidad como compositores sobre la inmediatez de las ideas, la chispa, el fogonazo genial de inspiración, y así es como logran sacar adelante, por ejemplo, los diez minutos largos de “The others and the look”, a base de veteranía y experiencia. En todo caso, se trata de un disco de una enorme riqueza, personal, honesto y hecho con esmero y enorme gusto por los detalles.

domingo, julio 17, 2011

TRAP THEM- Darker handcraft (2011)

Apabullante, de principio a final, esto es toda una lección de Hardcore-Crust metalizado y rabiosamente actual. Un disco que no se ciñe al manual de ningún estilo pero que no cae en rarezas ni experimentos híbridos, sino que suena coherente y rebosa personalidad, y al mismo tiempo tiene tal variedad que parece mentira que dure media hora. Lo he oído no sé ya ni cuántas veces durante varias semanas y siempre acabo con esa sorprendente sensación de tener que preguntarme si no estará mal el reloj del reproductor.

Y todo ejecutado con una furia y una energía descomunales, una voz que se desgañita gritando, guitarras crepitantes pero afiladas, un bajo que igual retumba que cruje a base de distorsión bulldozer (como en “Every walk a quarantine”), y una producción salvaje pero clara. Los temas son a menudo rápidos, pero en realidad abarcan una pasmosa variedad de tempos que va desde blasts hasta algún momento Sludge como “Drag the wounds eternal”, pasando por ritmos lentos y pesados y otros casi con aire de marcha (“Evictionaries”).

No se les puede comparar fácilmente con ningún grupo, porque hay influencias tan diversas como la propia música que despliegan, y mientras algunas partes suenan a CONVERGE o BURNT BY THE SUN, otras parecen unos CROWBAR o EYEHATEGOD acelerados, o unos NASUM sin los elementos más puramente Grind. Estos, de hecho, no aparecen hasta bien avanzado el disco, en temas como “Saintpeelers” o “Sovereign through the pines”. Eso sí, de Death aquí nada de nada.

Encima es brutalmente pegadizo, con temas distintos entre sí y plagados de riffs y frases memorables, pero no de forma facilona, porque en realidad hacen falta unas cuantas sesiones hasta que se te acaba metiendo bajo la piel, con momentos estelares como “The acts” o “Scars align”. Y por si todo esto fuera poco, el disco mejora según van pasando los minutos y los temas, y al final, en una rara paradoja, se suma a la incredulidad de que hayan ocurrido tantas cosas en tan poco tiempo la rabia de que el disco se acabe tan pronto, una vez más.

sábado, julio 16, 2011

RESISTANT CULTURE- All one struggle (2008)

RESISTANT CULTURE es el grupo de Anthony Rezhawk, vocalista en TERRORIZER desde su segundo “Darker days ahead”, además de letrista y creador de su portada. También incluye en sus filas a la que ahora es nueva guitarrista de los míticos grinders sustituyendo a Jesse Pintado, Katina Culture (de manera que con la vuelta de David Vincent, TERRORIZER son hoy día mitad MORBID ANGEL, mitad RESISTANT CULTURE), y el propio Jesse había empezado a colaborar estrechamente con ellos poco antes de morir. Vienen de Los Ángeles y se definen a sí mismos como Tribal Grind Crust Punk (también es frecuente verlos etiquetados en diversos medios musicales como “Crusty Grindcore”). Al margen de lo pintoresca que resulta esa descripción, lo cierto es que hacen una especie de Hardcore acelerado que por momentos se inclina hacia el Death (“Warning civilization ahead”, “Surviving in darkness”, aparte de la propia voz) y otras veces flirtea con el Grindcore.

Dejando a un lado la iconografía del grupo, su compromiso político o su preocupación por los nativos norteamericanos y las poblaciones indígenas de Suramérica, si nos centramos en la música hay varios aspectos que vuelven un tanto aburrido este disco. El primero es el estilo, que, como se ve, podría haber dado lugar, bien conducido, a temas de lo más variado o a un resultado muy personal y nada limitado por las convenciones de un solo género. Sin embargo, con todo a su favor el grupo acaba limitándose a sí mismo a base de repetir ritmos y ambientes desde el mismo comienzo. Especialmente repetitivas resultan tanto la batería como la voz, la una con sus D-beats casi invariables (o sólo sustituidos por los blasts) y la otra con sus patrones rítmicos previsibles y monótonos (“Animal nations” es un buen ejemplo, pero hay muchos otros, por desgracia). Si le sumamos que las guitarras no aportan tampoco momentos especialmente imaginativos, nos quedamos sin mucho de donde tirar para salvar este “All one struggle”.

Además, la producción es tosca y el sonido demasiado opaco y sin brillo, incluso para este género. Sí, muchos riffs suenan gloriosamente parecidos a NAPALM DEATH en sus momentos más Crust y algunos otros son un cruce de DISCHARGE con BOLT THROWER, pero eso no basta para que el disco destaque por sus propios méritos. Se salvan de la quema momentos como el tema “Runaway”, capaz de sobresalir y diferenciarse del resto, o el simpático y pegadizo “Natural law”, además de esas frases vocales con aires tribales que aparecen en “Beneath the concrete”, “Mending the hoop” y “New sun”, que parece ser lo que justifica su exótica nomenclatura, aunque se trata de elementos aislados y puramente anecdóticos, poco más que un adorno sonoro.

En general no parece acertado por su parte proclamar que su sonido “es un desarrollo de la música extrema y la música tribal que entreteje la flauta indígena, la carraca, el canto y la percusión tribales con el punk y el metal contemporáneos configurando un tapiz fluido y orgánico”. Suena muy bien, y ojalá lo hubieran plasmado de verdad en los temas del disco, pero lo cierto es que no es así y que cuando aparecen esos rasgos lo hacen de forma superficial. En todo caso, la presencia e importancia de elementos indígenas en su música se ha aminorado desde su anterior disco, “Welcome to reality”.

Para rematar las cosas, hay diecisiete temas a lo largo de cuarenta minutos, lo que contribuye aún más a que la experiencia resulte un tanto cargante. Al menos uno de ellos es un interludio (“Ominous”) y “The return” cierra el disco con una convincente ambientación de sonidos, efímeras melodías y frases que nos recitan un mensaje final sobre el poder y la credulidad del pueblo.

“All one struggle” se publicó originalmente en el año 2008 y dos años más tarde salió a la luz la edición en vinilo transparente con carpeta doble, coincidiendo con la tercera reimpresión del mencionado “Welcome to reality”. Lo dicho, no está mal y hay caña de sobra para pasar un buen rato, pero el disco se queda muy lejos de desarrollar todo su potencial, y es una pena que un grupo con tan altas aspiraciones acabe produciendo una mayor cantidad de merchandising y de consignas que de música realmente valiosa.

jueves, julio 14, 2011

INSISION- End of all (EP, 2011)

Este es uno de esos MCDs que por la variedad de su contenido se quedan como a medias de querer ser un disco completo con todos los méritos y ambición propios de este formato. Son cinco temas y una intro en algo más de veinte minutos donde hay cabida para el Death de siempre, incursiones más brutales, blasts, ritmos pesados, tempos medios, algún pasaje solista y sobre todo muchos, muchos riffs.

Las guitarras no dejan de bombardear con su asalto de riffs cortantes, rasgados que incitan a cabecear, trémolos, escalas y adorno varios, pero el resto del grupo se limita a seguirlas o a servirles de apoyo. Tanto la voz como la batería se vuelven algo invariables al cabo de un rato y los temas, en consecuencia, se parecen demasiado entre sí, aparte de que no hay ningún fragmento especialmente llamativo. Lo más destacable del álbum es la mencionada variedad y una gran constancia en la intensidad que transmite, pero le vendría bien algo más de inspiración, algo que siempre le ha hecho falta a INSISION.

El disco supone la primera colaboración de la banda con el sello SEVARED, con quienes publicarán un álbum completo en fechas próximas. Mención especial para la fantástica portada de Toshihiro Egawa, conocido por sus trabajos con grupos como LIVIDITY, CENOTAPH, DEVOURMENT o BEHEADED, y para el diseño del libreto, obra de Fredrik Lindgren.

miércoles, julio 13, 2011

ILLIDIANCE- Damage theory (2010)

Parece mentira que con lo que ha subido el nivel musical en las últimas décadas se sigan publicando engendros como este disco, un híbrido monstruoso de melo-Death con bases Techno y ramalazos Emo en el que no hay nada, absolutamente nada, que pegue ni con cola. Y lo dice alguien que aprecia sobremanera las fusiones y la mezcla de géneros, pero cuando la mezcla no pega, no pega y punto.

Pero no es sólo eso, es que encima el grupo no da la menor señal de variedad en sus composiciones: todos los temas, TODOS, siguen literalmente el mismo patrón, el mismo orden, los mismos tempos, las mismas armonías, el mismo giro melódico al llegar el estribillo, los mismo coros “malotes” respondiendo en éste… Pero si hasta los temas “I want to believe” y “Fading away” empiezan igual: tras los 26 segundos de intro de este último, son idénticos salvo por el ritmo de la batería. Y cuando un grupo se autoplagia dentro de un mismo disco creo que todo queda dicho.

Y volviendo al estilo y a la “composición” de los temas, que es lo verdaderamente sangrante: ¿en qué estaban pensando? O simplemente ¿se han creído un cruce de TOKYO HOTEL y SONIC SYNDICATE? Porque por muy simplones y escasos de méritos musicales que sean estos dos grupos, no se les puede negar el poder de seducción y los muchos méritos comerciales que les han hecho tener éxito, cada uno a su nivel. Pero es que ILLIDIANCE son unos horteras de cuidado y tienen un mal gusto supremo. ¿Acaso sueñan con que les fiche NUCLEAR BLAST, creen que van a ser los próximos FILTER, ALL ENDS o MNEMIC, o qué tenían en la cabeza cuando grabaron esto? Y evitaré compararlos con IN FLAMES, porque la sola mención sería ofensiva para los suecos.

En una cosa tengo que corregirme: el tema “CyberGore generation” es más rápido que los demás y presenta, por tanto, un momento de variación frente a la monotonía permanente. Pero poco importa, sobre todo ante aberraciones como los teclados de “Infected”, de auténtica vergüenza ajena incluso aunque los hubieran parido en plenos ochenta con un Casiotone, que en realidad es lo que parece que han hecho. Por más que lo escucho no doy crédito, de verdad, y no consigo entender cómo este es ya su tercer disco ni cómo puede haber una discográfica que se ofrezca a publicarlo.

martes, julio 12, 2011

ILLDISPOSED- There is light (But it's not for me) (2011)

En su décimo disco completo ILLDISPOSED plantean una curiosa muestra de Death pesado con base electrónica (o adornos, porque tampoco es para tanto) y algunos elementos melódicos, con un resultado y una apariencia general bastante modernos y considerablemente alejados de la oscuridad de aquel inaugural “Four depressive seasons” del 93. Pero después de veinte años de existencia es normal que haya algún cambio, y de todas formas la mezcla está hecha con buen tino y sin asperezas, al margen de que luego a cada cual pueda o no gustarle.

Aunque la presencia de los teclados es continua, lo cierto es que casi nunca llevan el papel protagonista de los riffs -salvo momentos como el principio de “Heaven forbid”- ni se puede decir que articulen la estructura de los temas, más bien están de relleno o son un complemento que le da un aire peculiar, incluso exótico, al sonido del grupo. Los elementos melódicos, que ya aparecían en discos recientes, van más por el lado de los momentos solistas que tienen las guitarras, un campo que dejan sólo insinuado y que podría haber dado mucho más de sí, mientras que parece haberse atenuado la inclinación por el estilo Goteborg.

En varios aspectos les falta frescura, como son la voz o los tempos de las canciones. Pocas veces usan más de una sola voz, con excepciones como “Our words betrayed”, “Sunday black” o sobre todo “The taste of you”, con su reminiscencia a los últimos y más asequibles KATAKLYSM, que por supuesto son bienvenidas. Y los ritmos recurren demasiado a menudo a ese estilo pesado y contundente que parecen querer hacer su seña de identidad pero del que quizá les convendría no abusar, y en este sentido se agradece la aparición de temas rápidos como “Step into my winter”. El disco se vuelve algo monótono al cabo de un rato, mientras que cada tema, por separado, resulta más ameno y atractivo.

lunes, julio 11, 2011

LOCK UP- Necropolis transparent (2011)

Si fuera por intensidad, este disco se llevaría un diez, o un cien, o lo que haga falta. Es tremendo, qué energía, qué contundencia, qué fuerza tan bestial despliegan en los diecisiete temas del disco y qué manera de abrumar al oyente sin darle tiempo a recomponerse. Dicho esto, y hechos los innegables honores, hay que pensar que un disco no sólo consiste en la ejecución, sino también en otras cosas como la propia grabación, la producción, los arreglos o, de forma especial, la composición. En todos esos apartados salvo el último la valoración también es entusiasta, pero sobre esa última excepción cabe decir muchas cosas.

Esto es Grindcore, por supuesto, pero hasta en este estilo hemos asistido a la aparición de grupos que han aportado sangre fresca y nuevos aires, sin bajar ni una milésima parte de brutalidad o incluso aumentándola. LOCK UP van a tiro seguro: se atienen a las convenciones más ortodoxas del género, sacan a relucir su sobradísima experiencia individual y dan a luz un disco aplastante pero demasiado ceñido al manual. Llega un momento en que uno tiene la sensación de que todos los temas consisten en: un riff cualesquiera + un blast acojonante + una voz rabiosa a morir, y listos y a por otro. Y les salen como churros y son una gozada, pero al igual que los churros, en exceso empalagan. Hay muchos pasajes normalitos, entre otros directamente olvidables, es decir, más o menos lo mismo que en sus dos anteriores entregas.

Pongamos por caso “Through the eyes of my shadow self” y su riff inicial, cuya regularidad rítmica hace más evidente lo de “cualquier serie de notas vale como riff”. Entre eso y que está ya cerca del final del disco, es uno de los ejemplos más claros de que LOCK UP se han tirado a lo fácil de forma descarada. Y luego está el asunto de que muchos fragmentos o temas enteros suenan más de la cuenta a NAPALM DEATH -algo habitual en esta formación-, de manera especial “Unseen enemy” entre otros como “Discharge the fear”, tanto que al final uno es inevitable preguntarse si Shane Embury no andará metido en demasiadas movidas como para dar lo mejor de sí mismo en todas ellas. Por último, y rebajando un tanto sus méritos interpretativos, la voz es insufriblemente monótona a lo largo de todo el disco.

Pero claro, entre la promoción, el renombre de la discográfica y la reputación y prestigio de los miembros del grupo, cuesta mucho mirar con actitud crítica el disco y escapar a todo ese cúmulo de apriorismos. Pero si se hace, vemos que sus mayores méritos -colosales sin la menor duda, como queda dicho- son la formidable producción del disco y la brutalidad de la ejecución, pero es una pena que semejante agrupación de musicazos no consiga de una vez por todas crear un álbum verdaderamente antológico.

sábado, julio 09, 2011

DYING FETUS- Killing on adrenaline (1998) 2008 CD+DVD Reissue

Lo que quiero comentar no es sólo el disco en cuestión sino además la reedición en formato CD+DVD que hizo el sello holandés Displeased Records justo una década después de la publicación original a cargo de Blunt Force Records. En todo caso, el disco también merece la máxima calificación posible: el mejor momento del grupo gracias a la fusión perfecta entre brutalidad, ritmos groovies y técnica. Fue el punto de mayor equilibrio entre todas esas tendencias, la época más inspirada a nivel compositivo y, sin duda alguna, la etapa en que el grupo forjó su personalísima identidad.

1998 fue el año en que DYING FETUS abrieron vías en el Death Metal que después han demostrado ser tremendamente influyentes además de prolíficas, y este disco recogía el sonido de esa revolución, sólo igualado por el también apoteósico “Destroy the opposition” dos años más tarde, antes de que el grupo se acomodara en la repetición de sus propias fórmulas y de que dejasen por el camino a Jason Netherton. Muchos consideran -yo entre ellos- que ni MISERY INDEX por su lado ni los DYING FETUS actuales alcanzan la altura del tándem Netherton-Gallagher, aunque esto es otra cuestión.

“Killing on adrenaline” lo tenía todo, nuevos aires, un sonido destructivo, una asombrosa personalidad y una impecable serie de temas que también lo tenían todo: la inmediatez de “We are your enemy”, el humor macabro de “Kill your mother/Rape your dog”, el culmen de lo pegadizo en el tema-título y la ambición compositiva del resto de temas, muy especialmente “Procreate the malformed”. ¡Y hasta una versión de INTEGRITY! ¿Qué más se puede pedir? Sólo la monstruosa guturalidad de la voz de Gallagher, pero también estaba ahí, y además creando contraste entre su timbre ultragrave y los ladridos rabiosos de un insuperable Jason Netherton.

La de Displeased es un ejemplo de reedición modélica, porque rescata el disco original para mostrarlo tal cual fue y añade un generosísimo material nuevo, y aunque actualiza algunos elementos no altera en absoluto la esencia del original. Todo ha sido respetado escrupulosamente: las fotos del grupo en el reverso y el interior del libreto son las mismas, también lo es la imagen de la página central, las listas de agradecimientos y datos técnicos son iguales -sólo han cambiado su ubicación- y la portada es la original, aunque cambiando ligeramente la distribución de su superficie. Aparte de estos pequeños ajustes, han incluido una página que repasa la biografía del grupo y sus momentos estelares, han actualizado la dirección de email y hasta han corregido alguna palabra en las letras. Y en este apartado, por cierto, encontramos otra de las grandes mejoras: las letras aparecen en columnas donde cada línea corresponde a una frase, no como en la edición del 98, que cortaba frases (¡y hasta algunas palabras!) al final de las líneas y cuya incómoda disposición gráfica hacía casi ilegibles temas como “Intentional manslaughter” o “Fornication terrorists”.

Y por último está el DVD con extras: un concierto en Montreal de media hora, otro de casi una hora en Nueva York -ambos del año 2000-, un curioso tema con el cantante de NEXT STEP UP y el vídeo promocional de “We are your enemy”. El mérito no es sólo la abundancia de los materiales, sino su calidad y oportunidad. Partiendo de que muestran al grupo con la formación clásica del propio “Killing on adrenaline” (salvo por la incorporación de Sparky Voyles a la segunda guitarra), el show de Montreal está grabado desde una perspectiva privilegiada para observar a Kevin Talley, un batería quizá no endiabladamente técnico pero con una gran pegada, una fresca soltura y una precisión infalible, y que en este concierto parece un pulpo al que le hubieran pegado una baqueta por tentáculo o una de esas diosas hindúes con muchos brazos, y son dignos de verse los momentos en que con cada mano hace varias cosas distintas a la vez y en todas lo clava. El concierto de Nueva York tiene el aliciente de que tocan cuatro temas de “Destroy the opposition”, que habían publicado un mes antes, y siempre es una pasada ver la interacción de Gallagher y Netherton y presenciar los furiosos alaridos de este último y sus incendiarias proclamas antisistema.

viernes, julio 08, 2011

THORIUM- Feral creation (2008)

No hacen falta más de dos escuchas para comprender que THORIUM han dado un buen puñetazo sobre la mesa con este “Feral creation”, toda una demostración de Death variado, sin limitaciones de escuela, intenso y salvaje. Pero mejor aún es que con sucesivas escuchas todo esto se confirma y la intensidad no se desvanece sino que incluso crece.

Lástima que en cuanto a originalidad, personalidad e inspiración no anden muy boyantes, porque por lo demás el disco es una gozada. Un álbum que no entiende de épocas ni de subgéneros cerrados o rasgos exclusivos a los que atenerse. Aquí lo mismo hay blasts que ambientes Old School o ciertas insinuaciones técnicas, todo dentro de un estilo en general clásico. Y, sobre todo, temas muy compactos, con cambios de ritmo fluidos y naturales, un uso satisfactorio -aunque poco más- de las dos guitarras y una alternancia vocal muy bien aprovechada.

Death Metal atemporal y toda una patada en la cara a base de potencia y furia. Precisamente en esto último destacan temas como “Unbound” y “Cast from Hell”, aunque la constancia a lo largo de todo el álbum es muy alta y apenas hay bajones es ese sentido. Portada del gran Dan Seagrave, que siempre es un aliciente añadido para cualquier disco.

jueves, julio 07, 2011

SETHERIAL- Treason (7'' EP, 2011)

Sólo dos temas pero menudos dos temas: Black Metal violento, rápido y sacrílego, al estilo de ENTHRONED, DARK FUNERAL o CIRITH GORGOR, mucha velocidad, blasts imparables, voces infernales y unas guitarras que no descansan. Una embestida continua, eso es lo que ofrecen los suecos SETHERIAL en este EP limitado a 500 copias numeradas. Aunque también hay momentos -escasos, la verdad- en los que bajan la velocidad y crean pasajes más pesados, pero siempre con una intensidad apabullante.

Sin florituras ni exquisiteces levantan un muro de sonido en el que destacan los arpegios de las guitarras, perfectamente alternados con obsesivos motivos melódicos en los agudos que le dan una dimensión aún más agresiva e hipnótica. No hay espacio para mucho más y no se complican con sutilezas. De los dos temas que presentan, el segundo es una versión de ZYKLON-B, que encaja a la perfección con el estilo de los propios SETHERIAL. Son sólo diez minutos, pero sin duda ¡bien aprovechados!

martes, julio 05, 2011

GOREPHILIA- Ascend to chaos (EP, 2011)

Este es el primer larga duración de los finlandeses GOREPHILIA, tras haber editado un par de Demos y haber cambiado en el 2007 su anterior nombre GORETEXX por el actual. En realidad no es un “larga duración”, y de hecho lo presentan como MCD (también hay disponible una versión en Mini-LP a cargo de Me Saco Un Ojo Records), pero son veintiocho minutos y tal como anda el tema no está nada mal, a diferencia de lo que hacen otros sellos o grupos. Creo que nunca terminaré de entender en qué se basan unos y otros para decidir lo que es cada formato, al menos cuando el soporte es un CD, pero en cualquier caso me parece buena la postura de estos finlandeses o la de su sello -o la de todos ellos-: el disco incluye un interludio ambiental de más de dos minutos y medios con sonidos del viento, golpes varios y otras tonterías de relleno que, la verdad, cumplen mejor su función de crear atmósfera y sientan menos mal al comprador cuando te dicen que se trata de un EP y cuando no parece que es una estrategia para calzarle la etiqueta de LP de manera forzada.

Y vamos con la música, que es lo principal: lo que ofrecen en esa casi media hora es un homenaje a la tradición del Old School Death Metal de su propio país, es decir, DEMILICH, DEMIGOD, ADRAMELECH, con el peso rítmico de unos GRAVE y la oscuridad maléfica de INCANTATION, todo revestido con un sonido muy logrado y una caracterización que logra trasportarnos a las esencias del género sin que se note que estamos en pleno siglo XXI. Pero lo sabemos, claro, y eso es algo que no puede obviarse y que pesa sobre la impresión que causan los temas y el disco en general, todo muy conocido y basado en patrones y modelos ajenos, aunque muy bien elaborado, desde luego.

“Give in to madness”, el tercero de los temas, empieza queriendo ser más rápido que el resto, en los que predominan los tempos lentos y las sonoridades densas, aunque luego baja a ratos y se adentra en otra serie de secciones bastante diferentes. En general la larga duración de todos ellos (ninguno baja de los cinco minutos) hace que junten en cada uno partes demasiado distintas, y podrían haber intentado dar a su música una mayor inmediatez con canciones más compactas y directas, cosa que logran sin problema en algunos riffs magníficos de “Death, chaos, doom”, que planteados de otro modo quizá podrían haber engendrado dos temas con mayor cohesión en vez de uno tan deslavazado. En todo caso, se trata de un disco hecho con gran conocimiento de causa y con una presentación final altamente atractiva.

lunes, julio 04, 2011

BELIEVER- Transhuman (2011)

Los americanos BELIEVER empezaron su carrera hace veinticinco años y este es su quinto disco de estudio, el segundo para Metal Blade, con el que siguen propagando el mensaje cristiano, como se puede suponer a partir de su nombre. Su estilo se mueve con total efectividad entre distintas corrientes, pero su base es una especie de Heavy melódico y a la vez cañero, con una dimensión épica y un aire ciertamente ambicioso. En medio aparecen elementos de Nu-Metal, riffs más thrasheros y hasta estribillos que recuerdan a los IN FLAMES de su etapa intermedia.

Quizá se les haya ido un poco la mano al plantear las dimensiones del disco: en principio se agradece que quieran aprovechar las posibilidades de los medios disponibles, en este caso la capacidad del CD, y amortizar lo más posible el gasto del oyente ofreciendo cerca de una hora de música, pero varios de los doce temas parecen más bien un relleno o, como mínimo, no aportan gran cosa, como “Traveler” o la final “Mindsteps” con sus siete minutos de ritmo arrastrado y riffs simplones. Aparte de que lo mejor del álbum se encuentra al principio, con temas como “Lie awake” o “Multiverse”, y los temas más progresivos, como “Being no one”, se quedan a medio camino entre lo técnico y lo inmediato, sin triunfar del todo en ningún campo.

A partir de “Multiverse” los temas pierden pegada o se vuelven por momentos demasiado meditativos, aunque siempre logran mantener una notable variedad rítmica. No tanto las líneas vocales, especialmente las de las estrofas, ni tampoco las estructuras, que tienden a reproducir el esquema estrofa-estribillo sin dejar mucho margen para sorpresas o variaciones. Los arreglos son un punto a su favor, con pasajes en los que se permiten experimentar levemente y con unos discretos rellenos a cargo de los teclados siempre elegidos con sentido de la oportunidad y sin resultar excesivos. Buen sonido e impecable producción para un disco que aspira a más de lo que ofrece.

viernes, julio 01, 2011

CAEDERE- Clones of industry (2009)

Para su segundo larga duración CAEDERE ficharon con la española Grotesque Productions y el resultado fue este fabuloso disco que continúa con toda solvencia lo conseguido en el anterior, “Mass emission”. Un Death Metal actual pero firmemente anclado en la tradición, que no excluye la brutalidad aunque tampoco se centra en ella y con un estilo furioso y contundente pero a la vez variado y encima trabajado con todo cuidado.

No es ningún  secreto que en Holanda el Death Metal ha dado nombres emblemáticos como ASPHYX, PESTILENCE o SINISTER, y en tiempos más recientes la escuela técnica a la americana de DISAVOWED, ARSEBREED y compañía. CAEDERE se mueven con soltura entre ambas tendencias, pero a la vez dejan sentir una fuerte influencia de MONSTROSITY, recogiendo así elementos de ambos continentes. El grupo ha mantenido estable la base de su alineación desde que se formó hace trece años, y sólo parecen haber tenido mala suerte para encontrar un batería que encaje de forma permanente. Esa base que no ha cambiado es la formada por voz, bajo y guitarra/voz, a la cual añadieron poco después un segundo guitarra.

Con esos componentes logran crear una montaña de riffs, leads y dobles voces perfectamente ensamblados y que funcionan como una máquina imparable. Lo que llega de forma inmediata desde la primera escucha es esa impresión de que todo está conjuntado con verdadera maestría, y la sensación de que generan una fuerza que te aplasta y te pasa por encima. Pero lo mejor es que en las sucesivas escuchas -y cuantas más mejor- el disco va mostrando toda una gama de detalles en las composiciones, todo un sólido entramado de motivos y frases que las guitarras y el bajo van tejiendo con el apoyo de la batería, que más que apoyar en realidad participa tanto como ellos en la construcción de ese perfecto engranaje.

Puede que algunos cambios de tempo sean bruscos o que a veces junten partes que difícilmente casan bien entre sí, pero esto ya es algo establecido en el género hasta el punto de ser uno más de sus rasgos, así que habrá que aceptarlo como tal. Por último, las letras, que corren a cargo de las citados tres miembros originales del grupo, se salen del monotema de zombis o de vírgenes destripadas y hablan de cuestiones del mundo actual, de la guerra, el poder, el control o la ambición, todo un atractivo más para sumergirse a fondo en este espléndido “Clones of industry”.